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Arthur C. Clarke: Ciencia y ficción

El 19 de marzo se cumplen 15 años del fallecimiento de Arthur C. Clarke, escritor y científico británico conocido por sus obras de divulgación científica y de ciencia ficción. Dentro de su producción destacan las obras 2001: Una odisea espacial, El centinela y Cita con Rama.

Dentro del género de la ciencia ficción, uno de los nombres que más destaca es del autor británico Arthur C. Clarke. Aparte de ser escritor, filósofo, matemático e inventor, destacó por sus previsiones del futuro, las cuales se han hecho realidad actualmente. Nacido el 16 de diciembre de 1917, desde muy joven desarrolló una fascinación por la astronomía, la cual lo llevó a publicar artículos sobre viajes y naves espaciales para la revista Urania. Durante la Segunda Guerra Mundial, formó parte de la Real Fuerza Aérea británica, involucrándose en el desarrollo de radares. Esto estimuló a Clarke a investigar sobre las posibilidades de las telecomunicaciones. 

Tras finalizar la guerra, comenzó a escribir ciencia ficción. En mayo de 1946, su primer cuento titulado Partida de rescate apareció en la revista Astounding, siendo el inicio de su carrera como escritor. Entre sus primeros relatos destaca El centinela, el cual sería la base no solo de su famosa novela 2001: Una odisea espacial, sino también para la película dirigida por Stanley Kubrick. Su producción literaria puede dividirse en tres etapas. La primera se caracteriza por las novelas utópico-humanistas, como El fin de la infancia y La ciudad y las estrellas; la segunda, por tener una rigurosidad científica reflejada en obras como Cita con Rama; y la tercera, por un perfil político-social que plasmó en Sismo grado 10 y Factor detonantes.

En 1998, se le otorgó el título de caballero de la Orden del Imperio Británico. Además, en su honor se le puso el nombre al asteroide (4923) Clarke, y a una especie de dinosaurio ceratopsiano, Serendipaceratops arthurcclarkei. Arthur C. Clarke falleció el 19 de marzo de 2008 a los noventa años, a causa de un paro cardiorrespiratorio.

Más que una odisea espacial

Arthur C. Clarke nos dejó una amplia producción en la que destacan títulos como Las arenas de Marte, El fin de la infancia, Cita en Rama o Las fuentes del paraíso. Un sello característico es el optimismo ante el progreso científico, y el encuentro con especies y culturas superiores. Sin embargo, 2001: Una odisea espacial fue la obra que lo catapultó a la fama, tanto en la literatura como en el cine. Esta novela cambió el panorama de lo que anteriormente se había venido escribiendo en el género de la ciencia ficción. Desde una perspectiva de los años sesenta, el autor plasmó cuestiones filosóficas sobre el origen del hombre, y su destino y lugar dentro del universo.

Un personaje clave en el texto es HAL 9000, el ordenador a bordo de la nave que se encarga de controlar sus funciones vitales. Su naturaleza «heurística», y su capacidad de aprender y evolucionar, hacen que el pensamiento del ordenador sea similar al del ser humano. Pero, este comportamiento va cambiando a lo largo de la historia debido a que está programado para no recibir respuestas que puedan generar duda. Por ello, los que dudan o son escépticos deben ser eliminados.

En sus obras, Clarke decidió buscar un sentido espiritual de la existencia humana y plasmó la esperanza de que el hombre pueda ir más allá de sí mismo. En 2001, el autor logró simbolizar este proceso en el monolito que Stanley Kubrick inmortalizó en la que quizás es una de las escenas más icónicas del séptimo arte.

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