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Las editoriales de literatura infantil y juvenil argentinas en peligro

El aumento del precio del papel en argentina ha venido afectando la industria editorial. Dentro de este sector, los sellos infantiles y juveniles son los que más han resultado perjudicados, llegando a peligrar su continuidad en el mercado. Frente a este panorama, diversos representantes han lanzado una carta pública, en la que solicitan que medidas concretas para regular esta situación.

*Foto de portada: Página/12

La inflación en Argentina ha marcado un récord sin precedentes, lo cual ha llevado que el precio del papel se incremente en un 200% en el último año. Aunque ha habido un aumento a nivel internacional por falta de recursos, en el país gaucho la situación empeoró con incrementos que van desde el 150% en el papel obra, ahuesado y ecológico. Mientras que el precio del papel ilustración y el cartoné se elevó en un 300%. Estos últimos son los que se demandan en para los textos infantiles, especialmente en los libros álbum.

A lo largo de los años, siempre se ha tenido conocimiento de que el papel representa entre un 25% y 30% del costo de cada ejemplar. Sin embargo, los constantes aumentos han llevado a que este insumo represente más del 50% del costo, lo que hace que los libros importados resulten más baratos de los que se imprimen en Argentina. Ante esta situación, los editores han expresado que los sellos no logran reunir el dinero suficiente para la impresión y reimpresión de los títulos, lo que ha originado una reducción de los catálogos. Asimismo, las editoriales que se dedican a imprimir libros en tapa dura y de cartón están experimentando una complicación para una planificación a corto plazo.  

Medidas urgentes

Como una respuesta ante esta incertidumbre, editores de sellos infantiles y juveniles, como Iamiqué, Del Naranjo, Ojoreja, Pequeño Editor, Calibroscopio, Limonero, Amauta y Bambalí, han enviado una carta pública en la que solicitan una política de regulación del precio del papel. Este documento lleva la carta de alrededor de cincuenta representantes de editoriales con títulos prestigiosos, tanto en Argentina como el exterior. En el comunicado, se ha resaltado que se ha venido celebrando el retorno del plan lector, y la adquisición estatal de libros para escuelas y bibliotecas. Sin embargo, la coyuntura actual no permite saber con certeza la producción para atender la demanda.

También, se ha advertido de las consecuencias que puede traer esta realidad. La primera de ellas está relacionada al deterioro del ecosistema del libro, en el que están involucrados escritores, organizaciones, y pequeñas y grandes empresas. La segunda tiene que ver con el empobrecimiento de la oferta cultural para la infancia, lo que llevaría a una disminución de la variedad de títulos, una menor práctica de la lectura y poco desarrollo de las facultades cognitivas. Finalmente, han exhortado que se tomen acciones para que las editoriales de libros infantiles y juveniles en Argentina destaquen a nivel mundial por la variedad y la calidad.     

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