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Escribir sobre la madre

Por el día de la madre te presentamos cuatro novelas de figuras maternas escritas desde el punto de vista de las hijas. 

Un tema recurrente en la literatura es el origen. El ser humano es, en gran parte, el resultado de sus experiencias pasadas, y la crianza tiene una parte importante en estas. Por ello, la madre es un tópico que aparece retratado de todas las maneras. Desde la figura cuidadora y cariñosa de Mujercitas, la matriarca que lleva a cuestas toda la familia de Cien años de soledad o la joven e inexperta madre de David Copperfield que se casó con un hombre cruel, lo cierto es que esta mujer marca el ritmo con el que sus hijos transitarán el resto de su vida. 

Los siguientes libros tienen de protagonistas a hijas que hablan sobre sus madres ―o figuras maternas, como veremos en uno de los casos―. Ya sea displicente, asustadiza, ausente o abnegada, estas son cuatro madres retratadas desde la literatura contemporánea de diversas partes del mundo. En todas, se presentan muy alejadas de la imagen romantizada que se les atribuye siempre; aparte de ser madres, después de todo, estas mujeres son personas con sueños y defectos. 

¿Dónde estás, Bernardette?, de Maria Semple (Reservoir Books, 2012; Mondadori, 2013)

Bee es una alumna modelo y la adorada hija de dos genios en sus propios campos. Su vida se desmorona cuando, un día, su madre desaparece sin previo aviso y antes de unas vacaciones muy esperadas. A través de correos electrónicos, cartas a mano, mensajes secretos o documentos oficiales, Bee rastrea el paradero de su madre. Con ella, descubrimos que Bernardette es agorafóbica y está constantemente llena de temores y secretos que ninguna hija querría saber. Una novela sobre la complejidad de las relaciones familiares y sobre el amor incondicional que pueda tener una hija hacia su madre llena de imperfecciones. 

Nadie se opone a la noche, de Delphine de Vigan (Anagrama, 2012 y 2019)

En esta novela, la autora se dedica a investigar la misteriosa muerte de su madre, Lucile, ya que no confía en su aparente suicidio. Como en todas las búsquedas del pasado dentro de una familia, Delphine se encuentra con cosas que tal vez no habría querido hallar. El lector asistirá a la crónica de una familia entre los años 50, 60 y 70, siempre alrededor de Lucile, con la impronta de una enfermedad mental. 

Anagrama incluyó la novela de esta autora francesa en el 2019 dentro de su colección Compactos 50, en la que conmemoran su quincuagésimo aniversario con una serie de novelas que la casa editorial ha destacado. 

El libro del verano, de Tove Jansson (Siruela, 2007; Compañía Naviera Ilimitada, 2020)

Este libro nos presenta la estrecha relación de Sophia y su abuela octogenaria en una isla del Golfo de Finlandia, adonde va en los veranos. Su estancia se define por las historias que se cuentan y sus reflexiones sobre la naturaleza, sus exploraciones por la isla y su ecosistema; todo esto sin mencionar la muerte de la madre de Sophia. La maternidad, después de todo, no solo proviene de la mujer que nos ha dado la vida. 

Los abismos, de Pilar Quintana (Alfaguara, 2021)

La historia está narrada por Claudia, una niña de ocho años que vive en Cali con sus padres en un apartamento lleno de plantas. Asistimos a la ruptura progresiva de su familia, que se desenvuelve primero con imperceptibles cambios y después con grandes revelaciones. La historia se enfoca principalmente en la relación, cada vez más distante, entre Claudia y su madre —que se llama igual que ella—, una mujer a la que admira y de la que busca reafirmación constante. 

Con este libro, Pilar Quintana ganó el Premio Alfaguara de Novela del año 2021.

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