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Los vicios del lenguaje: qué son y cómo reconocerlos

El idioma español tiene una gran cantidad de expresiones que, si bien pueden sonar correctamente al momento de comunicarnos oralmente, se consideran inapropiadas o erróneas en el lenguaje escrito. Estas manifestaciones a las que nos referimos se conocen con el nombre de vicios del lenguaje, que vienen a ser formas de una práctica del vocabulario utilizadas de forma inapropiada. Estos contribuyen a dificultar la comunicación e interpretación, atinada, del acto escrito o hablado.

En el día a día, podemos escuchar estos vicios en expresiones de otras personas o somos nosotros quienes las enuncian o escriben. Si apuntamos hacia el campo académico, las personas que incurran en el uso de estas malas expresiones podrían verse imposibilitados en su desarrollo profesional.

A continuación, compartimos una lista de algunos vicios del lenguaje, con sus respectivos ejemplos incorrectos y correctos para que puedan ser reconocidos y tomados en consideración.

Barbarismo: El barbarismo puede entenderse de dos maneras: la primera, como el empleo de términos extranjeros que sí poseen un equivalente, o traducción, al español y que no necesitan ser pronunciados, o escritos, en el idioma original; la segunda es el uso inadecuado de dichos términos al momento de hablarlos o escribirlos.

   Incorrecto: haiga, almuada, está ok todo; hi; ¿comistes mucho?…

   Correcto: haya; almohada; está bien todo; hola; ¿comiste mucho?…

Solecismo: Uno puede caer en el empleo de un solecismo cuando desconoce la adecuada construcción gramatical de una expresión. Esto repercute en la nula concordancia al momento de plantear una oración y en la sintaxis de esta última.

   Incorrecto: hubieron muchos estudiantes ausentes; te querré por siempre…

   Correcto: hubo muchos estudiantes ausentes; te querré para siempre…

Pobreza de vocabulario: La ausencia de un amplio léxico o conocimiento de palabras pude repercutir considerablemente en el uso repetitivo de expresiones; también evidencia una falta en el acto de lectura.

   Incorrecto: no entiendo a qué cosa te refieres; vamos a hacer un edificio…

   Correcto: no entiendo a qué tema te refieres; vamos a construir un edificio…

Anfibología: Nos encontramos ante una anfibología en el momento que una persona escribe, o comunica, de manera oral una oración que puede ser comprendida de dos maneras o posee más de una interpretación. Generalmente, la anfibología es un vicio de dicción más que de escritura.

   Incorrecto: vendo platos para fiesta desechables; el perro de mi primo…

   Correcto: vendo platos desechables para fiesta; el perro que tiene mi primo…

Cacofonía: Consiste en la repetición de sonidos que tienden a ser desagradables para el oído. De forma similar ocurre en la escritura. Un lector puede apreciar el vicio de la cacofonía cuando lee un enunciado en el que, al momento de una lectura silenciosa, detecta una estructura inapropiada.

   Incorrecto: no sé cómo comunicarlo; cuando estuviste, viste el carro

   Correcto: no sé de qué manera comunicarlo; cuando estuviste, observaste el carro

Hemos hecho un breve repaso por algunos de los vicios del lenguaje más comunes en el español escrito y hablado. Existen muchos más, tales como la omisión, el pleonasmo, el queísmo, la apócope, entre otros. El empleo de cada uno de estos, por parte de cada persona, solo puede mejorar con una lectura constante y un mesurado ordenamiento de las oraciones al momento de emitirlas. Evitar tales vicios permite poner nuestro conocimiento de español hablado y escrito en su máximo nivel.

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