La oración es una estructura que se usa constantemente al escribir. Pero, aunque sea empleada casi todo el tiempo, su composición se debe tener en cuenta a la hora de usarla con mayor eficiencia.
Una oración es la manera más usada de comunicar una idea con un sentido ordenado y lineal. Permite hacernos entender por los demás, así como entender lo que los otros nos quieren decir. Se trata de la unidad más pequeña del discurso que constituye un enunciado autónomo; es decir, si se saca de contexto, continuará expresando una información. Como su estructura es común a todos los idiomas, es una de las estructuras el lenguaje más estudiadas en la historia de la lingüística.
Las oraciones se componen, en primer lugar, de dos partes, sujeto y predicado, y en segundo lugar, en nueve partes, cinco variables y cuatro invariables.
Sujeto y predicado
El sujeto se define como alguien o algo que lleva a cabo la acción o sobre quien recae la acción expresada por la oración. El predicado, por otro lado, es el que lleva la acción a cabo, así como su contexto.
Ejemplo:
María lleva su almuerzo al trabajo.
María es el sujeto, y lleva su almuerzo al trabajo es el predicado.
Partes variables e invariables
Las partes variables se denominan así porque sufren cambios en su estructura debido a los accidentes gramaticales, como el género o el número.
Estas son las partes variables:
- Nombre o sustantivo
- Adjetivo
- Artículo
- Pronombre
- Verbo
Las partes variables son aquellas que no cambian por los accidentes gramaticales. No importa si el sujeto sea femenino o masculino, singular o plural, estos no cambian.
Estas son las partes invariables:
- Adverbio
- Preposición
- Conjunción
- Interjección