El director de Mandroque Editores se explaya sobre la fundación de su sello, el tipo de publicaciones que elaboran y cómo la Escuela de Edición de Lima le ayudó a encaminar su proyecto.
El mercado editorial es mejor conocido por publicar ficción y hacer conocidos a novelistas. Sin embargo, este tipo de libros no conforman la totalidad de la oferta, y gran parte de lo que la sostiene son las que elaboran servicios editoriales.
Fundada el 2018, Mandroque Editores se fundó para elaborar este tipo de publicaciones en formato físico y digital. Gustavo Talavera cuenta cómo vieron un vacío en el mercado editorial peruano en el espacio de recursos humanos y coaching laboral, y no dudó en llenar este espacio, tanto con publicaciones como con otros recursos.
¿De qué modo inició Mandroque Editores?
Mandroque empezó hace 4 años como una editorial independiente, más o menos a los dos años de terminar el Curso Integral de la Escuela de Edición de Lima empecé la editorial. Yo trabajaba en otro tema, pasé por algunas revistas como editor adjunto, pero el tema de hacer libros siempre me llamó la atención. Comenzamos haciendo un par de libritos, un poco lo que llegaba, sin tener un norte; me imagino que casi todos empiezan así, dando servicios editoriales y al primer postor que aparece, tratando de vender lo más que se pueda. Sin embargo, poco a poco fuimos encontrando que había un nicho interesante, gente que daba conferencias alineadas al tema de recursos humanos, coaching, bienestar, en general lo que tenia que ver con habilidades blandas, había una demanda que iba creciendo y más gente interesada en tener un libro como soporte para sus talleres. Entonces tuvimos un acercamiento con un especialista del tema, llamado Pedro Alfaro, al que le hicimos un libro llamado Primero personas, después profesionales, que en poco tiempo vendió varios libros y ahora va en su cuarta o quinta reimpresión, en ese momento sentí que podía ser un nicho interesante. Bueno, seguimos trabajando en distintos proyectos, memorias, diferentes artículos, muy variado, hasta que de alguna manera hace poco nos hemos decidido en afianzarnos más en ese tema, en todo lo que mencioné: coaching, recursos humanos, habilidades blandas, es el rubro en el que queremos especializarnos. Vamos a ser la editorial especializada en este tema.
El tema de las habilidades blandas es indispensable en cualquier oficina, lo mismo que el tema de liderazgo. Por ello hay un vacío, una necesidad, terminan siendo los libros más vendidos en Amazon, en la feria del libro el segundo libro más vendido ha sido Habilidades blandas a la vena de Fishman; existe una necesidad no solo empresarial, sino también humana, de poder vivir mejor y administrar nuestras emociones.
Además, no hay muchas publicaciones de este tipo publicadas en Perú, solemos importar la mayoría.
Sí, va por allí. Por otro lado, a manera de complementar una herramienta para poder solventar los gastos, vimos que no solo era cuestión de leer el libro sino también que los lectores querían acercarse al autor, entonces como herramienta en paralelo estamos dando el tema de cursos. Queremos que ambos vayan de la mano, funcionar como una pequeña escuela de este tema. Hemos hecho una alianza con una empresa llamada Happy Management Institute, que es una escuela de formación en habilidades blandas para ejecutivos, entonces ellos nos brindan profesores y nosotros trabajamos el tema de los contenidos. La cosa es que cada curso va a tener su propio manual. Y no solo sacamos libros impresos sino también ebooks, que se pueden conseguir a través de Amazon y son pequeños, de rápido acceso, no solo para consumo interno sino también para poder exportar estos temas.
¿Quiénes conforman Mandroque?
Yo estoy a tiempo completo y hay dos personas que me ayudan de manera indistinta, dependiendo de los proyectos. Jorge, que me ayuda con la parte de tecnología, si es que hay que hacer mailing, diseños en la web, un poco del diseño gráfico, y también está Melody que es comunicadora y me ayuda con redes sociales, diseño, a veces también a editar un poco.
Y hasta este tiempo, ¿cuáles han sido los proyectos más destacables?
Primero personas, después profesionales de Alfredo Alfaro, que se ha vendido muy bien. También está Liderazgo 4.0 de July Urrutia. Asimismo, Marketing aplicado a la seguridad y salud en el trabajo, de Julio Chirinos, un coach muy conocido, se ha vendido digitalmente. Ahora hay algunos proyectos más que también están interesantes y por salir. Hay otro libro al que le tengo mucho cariño que se llama Todo por amor, una novelita muy simpática que la hemos trabajado con un chico que está preso en el penal de San Pedro, y para aprovechar su tiempo en la reclusión de dedicó a escribir, y ha hecho una novela muy interesante, muy valiosa, estamos esperando a salir para difundirla como se debe. Creo que esos son los libros más interesantes que tenemos ahorita. También hemos sacado un libro de marketing multilevel, que el primer día en la presentación vendió 500 libros, el autor estaba feliz. Creo que el tema está en encontrar bien el nicho y trabajar sobre este. Por la misma necesidad económica, las editoriales terminan, como se dice, pescando con dinamita; yo creo que debemos enfocarnos más en un nicho. En otros países y acá en Perú existen las editoriales jurídicas, que es el nicho mas conocido, pero creo que puede haber nichos especializados en otros temas. Quizá editoriales especializadas en temas deportivos, futbol, y también el mercado peruano termina siendo muy chico, no solo Lima, sino Miraflores, San Isidro y un poco de Barranco. Entonces lo que busco es tratar de salir de eso. Lo otro que está complicado es el tema de los costos. Ha subido mucho el papel, y al final el 80% del costo del libro termina siendo los costos de producción, entonces el ebook termina siendo una necesidad. Creo que de este lado del mundo tenemos que tener los editores un pie en cada lado, en papel y en digital. Ahora no podemos decir «yo solo imprimo, porque el ebook no se vende»; creo que hay que apostar por los dos lados porque estamos en una época de cambio.
Sí, y especialmente los que leen esos temas son mas proclives a comprar el ebook, no tienen todo el tema de la materialidad del libro y todo eso.
Así es, sobre todo los libros de uso práctico y libros más cortos, más sencillos y digeribles; la gente busca solución a sus problemas. Literatura, me parece, siempre tiene que imprimirse en papel, aunque depende mucho de los gustos y de los tiempos que van cambiando.
¿Cuáles son tus proyectos a corto y mediano plazo? ¿Qué está por publicarse?
Por un lado, estamos sacando un libro de empleabilidad con una especialista en el tema de recursos humanos, y más o menos termina siendo un tema de cómo ser empleable. Lo que conversaba con ella la otra vez era «cómo ser sexy en tu entrevista de trabajo», hay mucha gente que lo necesita, pero no sabe cómo hacerlo. El libro va desde el punto de vista de una especialista en contrataciones, detalles tan chiquitos como que si te hacen una pregunta y miras hacia arriba y a la derecha significa algo distinto que si miras hacia el lado izquierdo. Entonces esos pequeños detalles te pueden salvar la vida. También estamos trabajando con una señora que es trabajadora social especialista en bienestar empresarial.
A mediano plazo, el próximo mes pensamos sacar una colección de ebooks relacionados a habilidades blandas y a liderazgo, y vamos a sacar con July Urrutia un curso sobre cómo dar y cómo recibir feedback; este irá acompañado de un pequeño ebook, entonces la cosa es ir jugando a doble cachete para poder dictar un taller. Es una herramienta que todos necesitamos y no sabemos usar, entonces intentamos que el libro vaya de la mano de un curso.
¿Cómo te ayudó tu paso por la Escuela?
Yo estudié la carrera de Humanidades en la PUCP. Creo que esa facultad es como un gimnasio, te enseñan a leer y a escribir a la mala, es tanto que lo haces o no lo haces; termina siendo no un lugar para los más inteligentes sino para los más resistentes. Y los humanistas no tenemos mucho campo de trabajo, tenemos que adaptarnos al mercado, normalmente uno no ve en el periódico «busco un humanista», entonces fuera de la vida académica el campo es menor. Una de las áreas es gestión cultural y la otra es la edición, y quizá también el turismo. Cuando estaba en segundo año de facultad entré a trabajar en una revista, y terminé asumiendo más responsabilidades de las que debía hacer como practicante, y me gustó el tema editorial, sentí que era donde estaba cómodo. Entonces cuando seguí mi carrera pensé que me gustaría seguir allí, y me habría gustado que en la universidad existiera un curso libre para editores. Acabé la universidad, pasé por varios trabajos diferentes hasta que encontré la escuela, y fue allí donde me enseñaron las cosas que no sabía. Yo aprendí del mundo editorial a la mala, desde el lado de redactor, pero no sabía cómo se gestionaba un proyecto editorial, es algo totalmente diferente. Me enseñaron desde los conocimientos básicos ―cómo diagramar, cómo editar, cuáles son los procedimientos, costos― hasta otras cosas que no se enseñan normalmente en Perú, sobre todo porque la gente que enseñaba venía de ese mundo, así que era conocimiento de primera mano y no algo repetido, sino conocimiento real y estaba actualizado. Lo otro bueno de la Escuela era que había una comunidad, alguien tenía un proyecto y lo compartía, y se daban y recibían opiniones; incluso, un profesor me contrató para hacer un proyectito. Sobre todo, cuando la escuela recién empezaba se daba esto, a veces incluso yo llegaba con algunas chelas antes de que inicien las clases, y los exalumnos seguían yendo hasta cuando acababa el Integral. Había muy buena onda, y mucho espacio para poder hablar y poner tus temas en vitrina sin la vergüenza de ser criticado. Uno se volvía más humilde, porque cuando exponía sus trabajos y estos eran criticados tenía que aprender a soportarlo y siempre fue con muy buena onda, lo hacían con el hecho de mejorar, y creo que eso hace grande la comunidad.