La decisión de establecer un día para celebrar la existencia de las tiendas de libros se remonta al año 2011. La iniciativa se dio en España con el propósito de incentivar el hábito de la escritura, promover su estudio y la formación de aquellas personas que deseen ejercer carreras afines. Sin embargo, tras diez ediciones, en 2021 se decidió fijar definitivamente la fecha del 11 de noviembre como el Día de las Librerías. Esta jornada tiene como objetivo demostrar que las librerías son espacios que están en constante evolución para generar cultura y acercar la lectura a las personas.
Las librerías son establecimientos comerciales cuyos principales productos son los libros. Para los amantes de la lectura se consideran espacios de exploración debido a que les permite estar en contacto no solo con las novedades, sino también con títulos que jamás imaginaron que existían. A pesar que la pandemia ha traído consigo una nueva modalidad a través de la compra virtual, el retorno a la normalidad es una muestra que el hábito por acudir a las librerías, conversar con los libreros y hojear las páginas todavía sigue manteniéndose activo.
En homenaje a la labor que han venido cumpliendo las librerías, en el año 2011 se decidió celebrar la existencia de las tiendas de libros por iniciativa de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL), con el apoyo de la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura del Ministerio de Cultura y Deporte. Sin embargo, no es hasta el año 2021, en el que se fija el 11 de noviembre como la fecha oficial del Día de las Librerías.
¿Por qué es importante celebrar el Día de las Librerías?
Actualmente, esta celebración no solo reivindica el carácter cultural de las librerías, sino que también apoya un modelo de comercio tradicional que se vio afectado con la llegada de las plataformas digitales. Estas han cambiado la forma en la que se compran y consumen los libros, llevando a que el sector editorial tenga que reinventarse. Asimismo, los libreros han tenido que aprender a convivir con las redes sociales para poder estar en contacto con los lectores y compradores.
Por ello, no se debe olvidar que las librerías siguen siendo un sector económico importante, especialmente porque permite crear puestos de trabajo para muchas personas. Mantenerlas con vida no solo representa un acto de nostalgia, es una forma de apoyar el modo de vida de muchas personas y contribuir a crear una sociedad más culta.
Las librerías en América Latina
Las librerías en Latinoamérica han demostrado ser cede de grandes puntos de encuentro de lectores de diversas partes del mundo. Desde El Ateneo Grand Splendid en Buenos Aires, El Péndulo de Polanco en Ciudad de México, pasando por la Librería Lerner en Bogotá, Más Puro Verso de Montevideo, hasta la Librería El Virrey de Lima, son uno de los tantos nombres que se recomiendan visitar cuando se está por esta región. De esta forma, en Hispanoamérica se ha logrado consolidar una comunidad lectora que está conectada a través de estos espacios que se concibieron especialmente para amantes de la lectura.
La llegada de la pandemia significó un golpe duro para este sector. No solo porque muchos de estos negocios redujeron sus ventas o se vieron obligados a cerrar sus puertas, sino porque las personas se vieron privadas de disfrutar la experiencia de asistir a las librerías y estar cerca de la cultura. Sin embargo, la creatividad y las redes sociales se convirtieron en las mejores aliadas para no perder esa conexión que se había establecido con sus lectores. Al día de hoy, es posible apreciar que este rubro tuvo que adaptarse a los cambios, por lo que existe una coexistencia de las ventas tradicionales con el comercio electrónico. A pesar de ello, el gusto por asistir de forma presencial no se ha perdido y se está fortaleciendo cada vez más con la reapertura de las ferias de libro en las diferentes ciudades.
