Cada 14 de noviembre, se celebra el Día del Bibliotecario en el Perú con el objetivo de reconocer la labor de los profesionales en bibliotecología que se encargan de preservar, gestionar y difundir el patrimonio bibliográfico documental. Esta celebración se oficializo en 1968, durante el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry.
El bibliotecario es aquella persona encargada del cuidado de una biblioteca. Sus principales labores son ordenar y clasificar los libros, y facilitar la consulta y el préstamo de los volúmenes. Asimismo, tiene como función la atención al público, ayudando a elegir el libro que mejor responda a los intereses del lector y a su edad. En el caso del Perú, se eligió el 14 de noviembre como el Día del Bibliotecario para reconocer su compromiso con la difusión del conocimiento y la cultura.
¿Por qué se celebra el 14 de noviembre?
En el año 1968, durante el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry, se promulgó la Ley N°16801, que declaraba de forma oficial el 14 de noviembre como Día del Bibliotecario en el Perú. Este decreto había sido impulsado por la Asamblea General de la Asociación Peruana de Bibliotecarios.
El 5 de agosto de 1985, Graciela Sánchez Cerro, la presidente de esta institución en ese momento, acordó establecer la fecha mencionada como el día de la conmemoración. De esta forma, se buscaba rendir homenaje al trabajo de los bibliotecarios como agentes encargados de organizar y proteger la información.
Los bibliotecarios representativos del Perú
En el Perú, hay importantes personajes que han destacado por su gran labor en la difusión de conocimientos. El principal es el historiador Jorge Basadre, considerado como el «Padre de la Bibliotecología Peruana» y creador de la «Tercera Biblioteca Nacional del Perú». Además, de ser el fundador de la Escuela Nacional de Bibliotecarios.
En 1943, él asumió la dirección de esta institución, luego del incendio del 10 mayo de ese mismo año. El siniestro destruyó casi la totalidad del edificio y una gran parte del material bibliográfico. Sin embargo, gracias a su gestión es que se logró la reconstrucción de la biblioteca de forma exitosa. Asimismo, realizó profundas reformas en la especialidad de bibliotecología, otorgándole un carácter profesional y científico.
Otra figura ilustre que resaltó por su labor bibliotecaria fue Ricardo Palma. En 1883, asumió la dirección de la Biblioteca Nacional, destruida y saqueada durante la guerra con Chile. En su afán de rescatar el material perdido, Palma comenzó a ser reconocido como el «bibliotecario mendigo». Decidió utilizar su prestigio para solicitar donaciones de libros a otros países. De esta forma, logró recuperar más de 14.000 textos valiosos.
Por último, destaca el nombre de Carmen Checa de Silva por ser la precursora del sistema nacional de bibliotecas. Dentro de sus logros destacan la promoción y expansión de las bibliotecas públicas, así también como la creación de los «bibliobuses» para acercar los textos a las zonas más apartadas de Lima.
