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Albert Camus: 110 años del profeta del absurdo

El 7 de noviembre de 1913 nace en Argel uno de los pensadores más importantes de la filosofía, en medio de un mundo dividido a causa de la Segunda Guerra Mundial. Y es que la obra de Camus destila una riqueza literaria y de pensamiento que lo encumbró como Premio Nobel  de Literatura en 1957, autor universal y referente de diversas generaciones de literatos, políticos, filósofos y artistas.

El existencialismo alemán, manifestado en los postulados de Hegel y Kierkegaard, es la base para entender a Camus en cuanto a su postura filosófica. Si bien dicha corriente toma al individuo como centro, con el objetivo supremo de la emancipación, el pensamiento de Camus va en caída libre hacia un existencialismo pesimista.

Aquí aparece una de las grandes controversias en torno a su obra. Y es que, si bien a Camus se le conoce como el máximo representante del absurdo, que responde a la pregunta del por qué y el sentido de la existencia, el mismo autor rechazaba constantemente dicha denominación. Sin embargo, Camus trata en sus escritos la problemática del suicidio como la derrota absoluta frente al absurdo de la existencia.

«La existencia no tiene sentido para el universo». A 110 años del natalicio de Camus, dicho razonamiento continúa vigente en uno de los comienzos más atrapantes de la historia de la literatura universal. Nos referimos a El extranjero (1942) novela en la que se hace patente el sinsentido de la vida:

Hoy ha muerto mamá. O tal vez fue ayer. No lo sé.

Si bien Camus acepta que la historia del hombre, como ser individual y universal, no tiene sentido, el autor no recomienda el suicidio como la única forma de rebelión. Por el contrario, apuesta por un compromiso férreo con los ideales y propósitos, una vez asimilada la posición en la que el ser humano se encuentra frente a la vida. En El mito de Sísifo (1942) lo señala de manera explícita:

Si todas las experiencias son indiferentes, la experiencia del deber es tan legítima como cualquier otra. Uno puede ser virtuoso por capricho.

Controversia Camus-Sartre

Las convicciones del pensamiento “camuseano” no fueron del todo aceptadas. Uno de los que criticó la postura de Camus fue el filósofo francés Jean Paul Sartre, a raíz de la publicación de El hombre rebelde (1951). Recordemos que, si bien Camus fue adepto al Partido Comunista, terminó por abandonarlo, lo que no ocurrió con Sartre, quien apostaba por la unión del existencialismo y el marxismo.

Camus rechaza este pensamiento, puesto que consideraba al marxismo como una deformación del cristianismo, al reemplazar la imagen de Dios por un movimiento histórico formado por hombres. Por tanto, no existía libertad, ya que se justificaba la explotación e injusticia social en beneficio de las burguesías y las clases.

La respuesta de Sartre fue contundente: Camus, “idealista iluso y romántico”, que solo basaba sus juicios en base a cuestiones morales. El pensador francés era partidario del régimen estalinista, por lo que la crítica de Camus en El hombre rebelde, generó una tremenda incomodidad a quienes defendían el régimen de Stalin.

Ambos filósofos mantuvieron una polémica en la revista Les Temps Modernes alrededor de estos temas. Esto afectó a Camus, ya que consideraba a Sartre como un buen amigo. Algunos críticos señalan que la novela La caída (1956) es una interpretación del resultado de dicho enfrentamiento.

Camus en la cultura contemporánea

El legado de Albert Camus ha sido de infinito valor para diversas disciplinas artísticas e incluso el ámbito político. En la actualidad, novelas como La peste y El extranjero, continúan siendo fuente de inspiración para artistas y creadores que ven en Camus la esencia de la condición del hombre respecto a la realidad.

El mismo Julio Ramón Ribeyro afirma en sus memorias que, «venía trabajando en una novelita camuseana». Si recordamos el sello derrotista del Flaco, tendría bastante sentido el hecho de que el corpus ribeyriano tenga mucho de Camus en su estructura.

Para los amantes del anime, allá por los 90, cuando se estrenó la serie de Los caballeros del zodiaco, nos dimos con la sorpresa de que el guardián del templo de la vasija celestial se llamaba Camus de Acuario. Curiosamente, la ficha del personaje señala que es de origen francés, lo cual confirma que la figura de Albert Camus sirvió de inspiración a Masami Kurumada, creador del manga Saint Seiya, para crear a uno de los doce caballeros de oro.

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