Este 28 de abril falleció el escritor Augusto Higa, perteneciente a la generación del 70. Fue considerado uno de los mayores representantes de la comunidad peruano-japonesa en el ámbito literario. Sus obras se caracterizaron por retratar el mundo urbano limeño, y por abordar una temática relacionada a la soledad y la reflexión. Entre sus títulos más destacados, figuran Que te coma el tigre, La casa de Albaceleste, Final del Porvenir, Japón no nos da oportunidades y La iluminación de Katzuo Nakamatsu.
La literatura peruana está de luto. El escritor Augusto Higa ha fallecido a los 77 años, según familiares y allegados. Si bien no se han dado más detalles acerca de su deceso, diversos usuarios en las redes sociales han lamentado la partida del autor. Nacido en 1946, en Lima, pasó sus primeros años de infancia en el antiguo Cuartel 1, ubicado a espaldas del barrio de Las Nazarenas. A la edad de ocho años, se mudó a la zona El Porvenir y La Parada. Ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para estudiar Literatura Peruana y Latinoamericana.
Formó parte de la Generación del 70 y del Grupo Narración, junto a escritores como Antonio Gálvez Ronceros, Gregorio Martínez y Oswaldo Reynoso. Esa vida barrial la trasladó a sus obras. También, retraró otros espacios, como los mercados y las calles de la capital limeña. Según la crítica literaria, la producción de Higa puede dividirse en dos etapas. En la primera, se encuentran los libros de cuentos Que te coma el tigre, en el que aborda la violencia en los barrios periféricos de la Lima de la década de los setenta, y La casa de Albaceleste, y la novela Final del Porvenir. En estas obras, se puede apreciar una fuerte influencia de autores clásicos de la literatura peruana, tales como José María Arguedas, Julio Ramón Ribeyro y Mario Vargas Llosa, quienes han representado el mundo criollo de las zonas marginales.
La segunda etapa se da en los años noventa, cuando Higa viaja a Japón. En ese país, se siente discriminado y explotado por su condición de extranjero. En base a sus experiencias, escribe el testimonio Japón no da dos oportunidades, la cual representa un punto de quiebre en su obra. El escritor comienza a reflexionar sobre su condición de nisei, llevándolo a escribir La iluminación de Katsuo Nakamatsu, considerado su libro más importante y reconocido por la Asociación Peruano Japonesa. Este protagonismo nikkei puede verse explorado con mayor detenimiento en Okinawa existe, la cual fue merecedora del Premio José Watanabe en 2012. Augusto Higa también fue ganador del Premio Novela Breve de la Cámara Peruana del Libro en 2014 por su libro Saber matar, saber morir. En 2016, dicha entidad le otorgó el Premio FIL en homenaje a su trayectoria y fue condecorado como Personalidad Meritoria de la Cultura por el Ministerio de Cultura al año siguiente.