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Agatha Christie: La nueva víctima de los lectores sensibles

La editorial HarperCollins ha decidido reescribir las novelas de Agatha Christie para adaptarlas a las sensibilidades modernas. Pasajes enteros de obras como Muerte en el Nilo o Asesinato en el Orient Express serán eliminados o reescritos en las nuevas ediciones.

Los «lectores sensibles» vuelven a la carga. Después de haber inspeccionado los clásicos infantiles de Roald Dahl, las novelas de James Bond y los cuentos de hadas, ahora le llegó el turno a la «reina del crimen». Estamos hablando de nada más y nada menos que de la novelista y dramaturga británica Agatha Christie, cuyas obras serán sometidas a revisión por la editorial HarperCollins para adaptarlas a corrección política. De acuerdo a lo revelado por los diarios The Telegraph y The Guardian, los pasajes de las historias de los detectives Hercules Poirot y Miss Marple serán reescritos o eliminados en las nuevas ediciones. Sin embargo, cabe resaltar que, desde 2020, se han ido publicando versiones con omisiones o modificaciones.

Tal como sucedió en los casos anteriores, el objetivo es eliminar los insultos y las referencias a la raza de los personajes, especialmente las descripciones que se hacen sobre los personajes de raza negra, gitana, judía o asiática. Por ello, el término «oriental» ha sido eliminado en las descripciones, al igual que la alusión a un sirviente negro o de todo aquel personaje que esté fuera del Reino Unido. También, se ha borrado la descripción de un torso femenino como «de mármol negro», «el temperamento indio» de un juez, y se ha reemplazado la palabra «nativos» por «locales».

No es la primera vez que las novelas de Agatha Christie son objeto de revisión por contener términos raciales ofensivos. El título original Diez negritos, novela de 1939, tuvo que ser cambiado por Y no quedó ninguno, en la primera edición estadounidense de 1940. La versión británica siguió usándose hasta la década de los ochenta. Sin embargo, actualmente, la palabra «nigger» es considerada un término con una connotación ofensiva y que los medios anglosajones evitan emplear. En 2022, Espasa, la editorial española encargada de la traducción al español de las novelas de Christie, se sumó al cambio de título, el cual venía siendo sustituido en las ediciones en francés y alemán. Además, en 2020, James Prichard, bisnieto de la escritora y poseedor de los derechos de sus obras, decidió borrar la palabra del todo.

Reacción de los especialistas

Con esta ola de censura, diversos personajes del mundo de las letras y del ámbito académico han salido a relucir sus puntos de vitas. En el caso de Juan José Montijano Ruíz, especialista en la obra de Agatha Christie, se ha mostrado en contra de este revisionismo, el cual considera que «está fuera de lugar». «Los clásicos son clásicos precisamente por eso. Han nacido en un momento y en una circunstancia determinada, son producto de la sociedad en la que fueron escritos». Por su parte, José Javier León comenta que estas «revisiones» le parecen una «traición al espíritu del autor». Mientras que Amelia Correa, catedrática en la Universidad de Granada, teme que esto es solo el comienzo.             

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