Convencidos de que es una fecha que no puede pasar desapercibida, reunimos a cinco correctores, docentes y egresados de la Escuela de Edición de Lima, quienes nos comparten sus conceptos respecto al trabajo que realizan como profesionales de la corrección.
Por Marco Fernández
No hay persona más feliz en este día que Luis Miguel Espejo, corrector de textos de amplia experiencia y docente de la EEL y del Centro de Desarrollo Editorial. Y es que no es coincidencia que su cumpleaños sea el 27 de octubre. En palabras de Luis Miguel, los correctores de texto representan «el control de calidad. Son las personas que se encargan de que los lectores tengan la mejor calidad de texto al final de un proceso editorial». En el siguiente video podrás escuchar la entrevista completa:
¿Por qué es importante la labor del corrector?
De izquierda a derecha: Gloria Cabrejos, Fiorella Rojas y Cynthia Carbonell
Para responder a esta pregunta es necesario apelar a la experiencia, la formación recibida y la pasión por el oficio —sin la cual, me permito decirlo, no sería posible enfrentar el desafío que supone revisar un escrito—.
Por ello, reunimos a tres correctoras de estilo egresadas de la Escuela, quienes se animaron a responder esta interrogante. Nos referimos a Gloria Cabrejos, Fiorella Rojas y Cynthia Carbonell. Aquí te dejamos sus respuestas:
G: La labor del corrector de estilo es crucial en el proceso de generación de contenidos, ya que garantiza que las ideas del autor se presenten de manera clara, precisa y coherente, sin alterar su esencia. El corrector de estilo no solo se limita a corregir errores gramaticales o de ortografía; su intervención va mucho más allá. Se trata de pulir la estructura, mejorar la fluidez y adaptar el tono y el lenguaje al público objetivo, respetando siempre la voz del autor. Un texto puede tener un contenido valioso, pero si no está correctamente redactado puede perder impacto o incluso confundir al lector.
F: Debido a que el corrector de estilo conoce y va ganando experiencia en todo el proceso editorial, puede intervenir un texto en diferentes niveles no solo para dejarlo bonito y claro, es decir, colocar las tildes, los puntos o vigilar la ortografía o la concordancia, sino también para que ese texto logre dar el mensaje para el cual fue creado y llegue al público al que se pensó en el momento de su concepción.
C: El corrector de estilo ayuda a entregar textos claros y de calidad, libres de erratas, imprecisiones o errores que impidan la buena comunicación entre el autor y sus lectores. Es el primer filtro del proceso editorial. De ahí su importancia.
Destrezas necesarias (e indispensables)
Como toda labor, el profesional de la corrección debe poseer distintas habilidades que potencien y eleven el nivel de su trabajo. Sobre ello, nuestras correctoras comentan lo siguiente:
G: Un buen corrector de textos debe poseer una combinación de habilidades técnicas, cognitivas y, en muchos casos, interpersonales. Es fundamental tener un conocimiento profundo del idioma, que abarca no solo las reglas gramaticales, ortográficas y de sintaxis, sino también su aplicación precisa. El corrector debe evaluar si las ideas están bien desarrolladas, si la estructura es coherente y si la narrativa fluye de manera lógica y ordenada. Además, debe ser capaz de identificar omisiones o incongruencias en el contenido y de proponer soluciones apropiadas. La atención al detalle es clave para mejorar aspectos que a menudo pasan desapercibidos, como la consistencia en el uso de términos y los tiempos verbales. También debe saber ajustar frases o estructuras cuando sea necesario para mejorar la claridad o fluidez del texto.
F: Considero que el corrector es un curioso nato y que la corrección de textos es un oficio y una profesión, pero también es un arte. No basta con tener un gran dominio del lenguaje, sino que también se necesita poseer un alto grado de sensibilidad. Cada texto es un reto que motiva nuestro espíritu de búsqueda de conocimiento, pero además es una oportunidad de poner a prueba nuestra destreza para compartir con mucho tino este proceso con el autor y los participantes del proceso editorial. Cada experiencia nos nutre y nos brinda mucho aprendizaje.
C: El corrector de textos debe saber utilizar las normas gramaticales y ortográficas como herramientas a su favor y de acuerdo con las necesidades del texto. Como profesional, tiene la responsabilidad de actualizarse constantemente, investigar y mantener comunicaciones asertivas con los autores, editores o representantes de las entidades contratantes, de modo que el producto final sea atractivo para el lector en términos estéticos y de legibilidad.
A modo de cierre
Pedro Salazar Wilson, corrector de textos, san marquino, lector constante y docente de la Escuela de Edición de Lima y del Centro de Desarrollo Editorial, se sumó a la celebración con un afectuoso saludo a los correctores en su día y ampliando el panorama sobre el trabajo de corrección. Puedes escucharlo en este vídeo:
Desde la EEL enviamos un gran saludo a todos los correctores en su día y reafirmamos nuestro compromiso de formar, con los más altos estándares de calidad, a los profesionales de la corrección.