El primer año de pandemia tuvo una repercusión negativa en el rubro de las librerías. Sin embargo, este panorama no fue impedimento para la creación de espacios que fomenten la lectura y el libre acceso al libro. Entrevistamos a Chrisel Arquiñigo, comunicadora social y gestora cultural, fundadora de Ciudad Librera, un establecimiento que cuenta con servicios de préstamo y venta de libros, salas de lectura, talleres y actividades culturales. Ella nos platicó sobre los inicios de este proyecto, y el compromiso de acercar la cultura y el arte al público. Asimismo, destacó la alianza estratégica con el Fondo de Cultura Económica en la organización de la Feria del Libro «Ciudad con Cultura».
Entrevista de Gabriela Pretel
¿Cómo nació el espacio de Ciudad Librera?
Yo he participado en varios programas sociales. Uno de ellos fue el programa de lectura «Lima Lee» de la Municipalidad de Lima. Actualmente, soy parte del INABIF donde soy consultora del voluntariado en el que impulso distintas actividades culturales y educativas en beneficio de la población vulnerable.
Ciudad Librera nació por un proyecto que tenía en mente y que lo pude ejecutar durante la pandemia. Me di cuenta que no podía esperar más tiempo. Primero, logré realizarlo con una sede en el distrito de Magdalena en donde brindamos servicios como la venta y préstamo de libros, y un área reducida para las actividades culturales. El objetivo era no solo ser un espacio donde se vendan libros; sino un ambiente donde las personas puedan compartir, generar comunidad y que sea accesible a distintos públicos.
Posteriormente, quería hacer más actividades, pero el lugar era muy pequeño. Así, me traslado a Pueblo Libre, un espacio más grande de doscientos metros cuadrados. Además, invito al Fondo de Cultura Económica, que es nuestro aliado. Por eso, tenemos un punto de venta en esta sede. Pude abrir una sala de lectura pequeña, aunque muy importante para aquellas personas que no tienen el poder adquisitivo para comprar un libro. No solo pueden leerlo en la sala, sino que se lo pueden llevar a casa por un plazo máximo de diez días mediante el carné digital.
En el segundo piso, está la taberna donde las personas, además de leer los libros, consumen piqueos o juegan ajedrez. También, se encuentra la terraza en la que desarrollamos actividades culturales como presentaciones de libro, talleres, tertulias literarias y conciertos. El objetivo es generar comunidad. Por ejemplo, un deportista que no haya tenido acercamiento al libro pueda encontrar alguno sobre deportes. En esta sede hay de todo un poco: desde libros musicales, gastronomía, historia, ente otros.
Has mencionado que el Fondo de Cultura Económica es uno de sus aliados. ¿Cómo se llevó a cabo esta asociación?
Es una alianza que tenemos no solo como punto de venta en la librería, sino que inició en las ferias de libro que realizó de forma descentralizada en diversas zonas de Lima Metropolitana y en provincia. Coincidimos mucho en el objetivo de llevar la cultura del libro a diferentes distritos.
El propósito es poder activar nuevos espacios donde no haya muchas librerías o bibliotecas, y lograr que el púbico se acerque al libro y a las diferentes actividades que realizamos. Cada feria va acompañada en promedio de cincuenta actividades variadas como los concursos de cosplay, presentaciones de libros, talleres, tocadas y batucadas. El objetivo se está cumpliendo. Hemos estado en distritos como Los Olivos, Santa Anita y Chorrillos donde nunca antes se había realizado actividades relacionadas al libro.
¿Qué hace que Ciudad Librera sea diferente a las demás librerías?
Más que una librería, es una institución que promueve la cultura y el arte. Tiene distintas aristas. Una de ellas es la bibliolibrería, un lugar en el que está disponible el servicio de préstamos de libros que no se puede encontrar en otras librerías. Otorgamos el espacio y la vitrina para que muchos autores y editoriales independientes tengan la oportunidad de que sus libros puedan circular.
Además, tenemos las actividades que se desarrollan todas las semanas como las proyecciones de películas y talleres; a diferencia de otras librerías que se dedican a la venta como tal. Vamos a impulsar proyectos de responsabilidad social.
Ciudad Librera es más un espacio cultural. ¿Cómo ha sido la recepción por parte del público?
Ha sido muy buena. Da satisfacción saber que los vecinos de Pueblo Libre y de los distritos aledaños tienen un establecimiento cultural cerca donde puedan ir a leer un libro o tengan la posibilidad de llevárselo a casa, y beneficiarse con alguna actividad cultural. Ha hecho que poco a poco la gente vaya asistiendo a este espacio. Hay algunos que solo vienen a comprar, pero está el otro público que viene a la sala de lectura, la taberna y disfrutan. Se observa que realmente se está generando comunidad, que es lo que queremos.
Hemos tenido mucha acogida con el público. Incluso, nos piden que organicemos más actividades para que puedan venir con toda la familia.
Ustedes organizan la Feria del Libro «Ciudad Con Cultura» en los diferentes distritos de Lima. ¿Qué los llevó a impulsar este proyecto?
Como te mencioné al inicio, yo estoy relacionada a los programas sociales. Anteriormente, había organizado ferias de libros. Soy comunicadora social, especializada en comunicación del desarrollo. Me gusta la organización de eventos e involucrarme en programas sociales. Que mejor forma que con mi propia institución se pueda hacer realidad en distintos distritos, contando con el apoyo de los gobiernos locales. Es muy importante su aceptación para que estas ferias se puedan articular y llevar a cabo.
En estas ferias itinerantes llevamos, de un lugar a otro, diversos libros. Detrás de cada feria, hay participantes que nos vienen acompañando en los distritos y apuestan con nosotros. Están las librerías y editoriales independientes, las pequeñas y medianas distribuidoras. Con el equipo organizamos las actividades. Hasta el momento se han llevado a cabo doce ferias.
Es importante que se sigan impulsando más ferias en nuestro país. Son espacios para tantas librerías y editoriales. Por un lado, se benefician los feriantes que tienen la posibilidad de ofrecer los libros que tienen; por el otro, los vecinos porque tienen acceso al libro y la lectura al tener una feria gratuita. Queremos seguir con nuevas propuestas. Normalmente nuestras ferias duran de quince o dieciséis días. Tenemos proyectos de generar ferias más cortas en diferentes puntos.
Finalmente, ¿cuáles son las proyecciones a futuro para Ciudad Librera?
Desde la bibliolibrería, queremos impulsar concursos literarios. Pronto los vamos a anunciar en las redes sociales. Me gustaría a mediano plazo abrir otra sede en un distrito donde se pueda realizar este tipo de actividades, pero para poder llevarlo a cabo no se puede tener un espacio reducido. Está en los planes poder expandirnos y acercarnos a nuevos distritos con una sede más cultural y donde se pueda encontrar los servicios que ofrecemos.
Con las ferias, deseamos ir a distintas zonas. Llevando no solo la feria de libro, sino ferias que estén relacionadas al tema del arte, educación y cultura que están vinculadas en torno al libro. Para nosotros es importante cambiar ese chip. Seguir con los proyectos de responsabilidad social. Hace unos meses, implementamos en Magdalena los «arbolibros», en los que se colgaban cubos con un código QR. Así, los vecinos podían descargar un libro de forma gratuita. Queremos replicarlo en otros lugares y realizar nuevas actividades en beneficio de la comunidad.