fbpx

Edición y venta digital, ¿pueden sostener la recuperación del sector?

Ante una imparable segunda ola que ya está llegando, el sector editorial se tiene que hacer una pregunta necesaria: ¿podrá esquivar las pérdidas que esta conlleva, o tendrá que prepararse para otra caída económica?

Escribe Dante Antonioli

En anteriores entregas hemos comentado acerca de los principales retos que han enfrentado los agentes del ecosistema del libro durante la pandemia del Covid-19. Uno de los más importantes ha sido encontrar una solución que reactive el circuito comercial de venta de libros.

Las restricciones impuestas por los gobiernos para la reactivación de «sectores no esenciales» impidieron la movilización de inventarios de producto físico (libro impreso) durante varios meses, reduciendo dramáticamente el flujo de ingresos de editores, distribuidores y librerías, así como los fondos para nuevos proyectos editoriales; esto afectó también a los profesionales de la edición y a muchas imprentas.

Así, el sector logró diseñar estrategias que le permitieron, poco a poco, adaptarse a la crisis, lanzando promociones y descuentos, utilizando nuevas modalidades de venta e integrándose a plataformas de comercialización digital. Adicionalmente, uno de los cambios más importantes ocurridos durante el año que acaba de terminar fue la aceleración del proceso de transformación de los catálogos editoriales, pasando del libro impreso a ediciones en formato digital.

En efecto, la venta en línea y la edición digital han sido dos de las alternativas de más rápida implementación por librerías y editoriales a partir del segundo semestre del año pasado. Si bien en un primer momento la venta en línea se implementó para movilizar stocks de libros impresos adquiridos antes de la paralización de la economía, posteriormente incorporó las ediciones digitales que empezaron a incluirse en la oferta de las editoriales.

Debemos hacer una precisión. No es que la pandemia haya marcado el origen de la venta de ediciones digitales; lo que hizo fue expandirla. Antes del Covid-19, muchísimas librerías online vendían libros electrónicos, juegos, música, películas y otros tipos de contenidos; sin embargo, es debido a la enorme caída en la venta de producto físico generada por las restricciones de movilización (imposible ir a una librería o hacer entregas a domicilio) y el cierre de negocios «no esenciales» (por el bloqueo territorial o la misma crisis), que se produce una ampliación de la oferta editorial digital; transformando contenidos ya existentes o modificando proyectos (y contratos de cesión de derechos) para lanzar libros digitales de contenidos que, antes de la pandemia, serían mayormente impresos.

Esta transformación, acelerada por el Covid-19, ha permitido a las editoriales y librerías fortalecer su posición en el mercado, mantenerse vigentes y/o recuperar parte del mercado que perdieron por la pandemia. Lamentablemente, es la misma pandemia la que podría complicar nuevamente al libro.

Si la denominada «segunda ola» se extiende por Latinoamérica, es muy probable que regresen las restricciones de movilización y el cierre de negocios, afectando nuevamente a las librerías. De esta manera, se neutralizaría la lenta e incipiente recuperación del sector. Adicionalmente, al volver al confinamiento, el proceso de compra de libros (impresos y digitales) podría detenerse, pues al paralizarse la economía, se reducirán los ingresos de las personas, y sus menores presupuestos se destinarían a la compra de bienes de consumo inmediato (alimentos, medicinas, servicios básicos).

La discusión ya no estaría en aquello que consideramos «esencial» en un posible confinamiento. Si las personas no generan nuevos ingresos, al caer el consumo, la industria editorial difícilmente se podrá sostener, dada su alta sensibilidad a las crisis económicas.

Y entonces, ¿qué podría ayudar a prolongar el impacto favorable de la edición y la venta digital en la recuperación del sector mientras dura la emergencia del COVID-19?

En primer lugar, la solución no estaría en el Estado.Durante más de nueve meses, los gobiernos no han sido capaces de dar instrucciones claras respecto a la importancia del libro y la lectura durante la pandemia. Los ministerios de Educación y/o Cultura han dado señales muy erráticas al respecto y se han enfocado en prohibir o «recomendar la no adquisición» de libros y materiales educativos. Se han preocupado más por «quedar bien» (al «proteger la economía de las familias») que elaborar mecanismos u ofrecer recomendaciones que faciliten el uso de contenidos educativos en este contexto.

La disyuntiva entre precio y volumen. Muchos prefieren vender pocos ejemplares a precios elevados que mayores volúmenes a precios especiales. Debemos sincerar el mercado, es imposible que este se sostenga con el modelo anterior a la pandemia. El mercado y la coyuntura cambiaron; los márgenes de ganancia y los descuentos también deben cambiar.

Lo digital no es gratis. Las editoriales y librerías, a través de sus espacios gremiales, deben hacer una muy potente campaña de difusión para que los usuarios entiendan que la inversión en el desarrollo de contenidos digitales no es pequeña. Si bien cambia el soporte en el que se entregan, el proceso de creación y edición es el mismo.

Y, por supuesto, si no queremos llegar a soluciones extremas ni a crisis prolongadas, quedémonos en casa y compremos nuestros libros desde allí.


Dante Antonioli

Economista por la Pontificia Universidad Católica del Perú, ha seguido cursos de postgrado en edición (UNESCO), evaluación de proyectos y planeamiento estratégico (BID). Se ha desempeñado como editor académico durante más de 25 años y como gerente comercial de Pearson Educación entre 2012 y 2021. Es docente de Derechos de Autor y Gestión Editorial en la Escuela de Edición de Lima. Es consultor en temas editoriales y planeamiento estratégico para diversas organizaciones, ha participado en diversos congresos, foros y debates sobre el libro y la lectura en Perú y América Latina. Por encargo del Congreso de la República del Perú, participó de la revisión de las autógrafas de las leyes del libro de 2003 y 2020. Es autor de Derecho de autor para autores y editores (EEL, 2019) y de artículos que han aparecido en diversos medios de Hispanoamérica.

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn