En octubre, Trilce cumple 100 años desde que vio la luz en el año 1922. Considerada como la obra cumbre de César Vallejo, el poemario ha logrado mantenerse vigente a lo largo de los años por lo que hasta el día de hoy sigue siendo materia de investigación en el campo de la literatura. Sin embargo, ¿cuál es la importancia de este texto en el mundo de las letras?
La primera edición de Trilce se publicó en el año 1922. «Desde ese momento ya nada fue igual», comenta el poeta Domingo de Ramos. La obra reúne 77 poemas sin título que están enumerados con dígitos romanos y es considerada como uno de los poemarios más importantes no solo de la literatura hispanoamericana, sino a nivel internacional. El también poeta Miguel Ildefonso asegura que «Trilce ha alcanzado un consenso en la crítica, en los lectores de poesía y en los mismos poetas, no solo hispanoamericanos. Desde hace varios años, ha pasado a ser considerada una obra fundamental en la poesía moderna; además de ser una de cumbres de las vanguardias». Es por ello que César Vallejo es llamado el poeta universal gracias a que el libro logró representar la vanguardia de América Latina, en el que el lector tiene la posibilidad de descubrir nuevos significados.
Una nueva forma de hacer poesía
La aparición de Trilce significó un cambio radical en el mundo de las letras, pero que fue incomprendida por parte de sus contemporáneos. Domingo de Ramos afirma que «su propuesta es compleja y renovadora por sus búsquedas a nivel lexicográficas y sintácticas que la sitúan en la vanguardia de su tiempo, causando gran conmoción en el ámbito literario y a nivel internacional, pero sobre todo en lengua española». En base a ello es posible considerar que esta obra fue un puente que César Vallejo tendió entre el modernismo y la vanguardia, que todavía no se había consolidado como movimiento. Sin embargo, De Ramos también comenta que «el libro tiene antecedentes en otras vanguardias que se hallaban en el continente europeo, como el dadaísmo y el futurismo. Aunque, nació en un país que carecía de estas corrientes en plena soledad sin ningún otro poeta o poemarios por donde asirse».
Otro aspecto importante a considerar en Trilce es que el poeta va recogiendo sus vivencias como la pérdida de su madre, que estará presente a lo largo de su obra. Así, Vallejo ve el dolor y la oscuridad de su tiempo, pero alienta la esperanza con la ironía. Julio César Zavala, librero, editor y escritor, cuenta una anécdota con André Coyné, vallejista francés, en la que le comentó sobre los grados de interpretación que significaban acercarse a ese universo tan personal y trascendente como el Trilce. Además, Zavala recuerda su experiencia como estudiante en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde dedican meses enteros a estudiar a Vallejo bajo la dirección del profesor y poeta Pablo Guevara. Su maestro les proponía acercarse al poemario desde la imaginación y la actividad personal, estudiando el proceso histórico-vivencial que significó para el autor el desarrollo de un libro que dinamitó toda forma de imaginarse la poesía durante una parte del siglo XX e, incluso, la actualidad.
Por tanto, Zavala asegura que «César Vallejo seguirá siendo un referente lleno de epígonos que tratan de acercase a su obra. Pero que, desde Trilce, prueba que la genialidad de su obra trascendió el mismo idioma y el tiempo».