Tras el anuncio de la reedición de los clásicos infantiles de Roald Dahl, ahora la saga del superdetective James Bond será revisada para eliminar términos considerados racistas y sexistas.
*Foto de portada: Escena de la película Goldfinger, con Sean Connery como James Bond
Lo políticamente correcto alcanzó a James Bond. Este 27 de febrero se dio a conocer que la saga creada por el escritor británico Ian Fleming será revisada con la finalidad de eliminar cualquier referencia racial que pueda ser considerada ofensiva. En el marco de la celebración del 70° aniversario de la publicación de Casino Royale, Ian Fleming Publications, compañía que posee los derechos de los libros, encargó una revisión de los textos a una comisión de lectores sensibles. Según el diario The Telegraph, las nuevas versiones de la historia del agente 007 tendrán el siguiente disclaimer al inicio: «Este libro fue escrito en una época en la que ciertos términos o actitudes que ahora pueden ser consideradas ofensivas por los lectores eran muy habituales».
Estas modificaciones que se harán a los libros de Fleming consistirán en eliminar la palabra nigger, término en inglés con el que se designaba a los esclavos de esa raza. En su lugar, se reemplazarán por black person o black man. Sin embargo, las referencias a otras etnias se mantendrán intactas. Por ejemplo, los términos raciales de Bond para las personas del este de Asia, y las opiniones despectivas del agente a sobre Oddjob, el secuas coreano de Goldfinger. Asimismo, se ha decidido conservar referencias al «dulce olor a violación», «mujeres tontas» que no pueden hacer un «trabajo de hombre», y la homosexualidad como una «discapacidad obstinada».
Un revuelo en las redes sociales
Tras este anuncio, algunas figuras del mundo de las letras no esperaron para manifestarse en contra de esta decisión. Uno de ellos fue el escritor y periodista español Arturo Pérez-Reverte, quien cuestionó la decisión por la modificación de los libros de Ian Fleming. A través de sus redes sociales, el autor no tuvo reparos al mostrar su enojo al llamar «demagogos y oportunistas» a los responsables que solo ven esta situación como un negocio. Además, calificó que «el siglo XXI está siendo el siglo de la estupidez». La escritora Irene Vallejo también ha hecho un comentario respecto al fenómeno de la cancelación. Ella señala que «el impulso de retocar la literatura que incomoda es muy antiguo».
Por su parte, el escritor y matemático argentino Guillermo Martínez también se pronunció en contra de esta situación. «No podemos dejar que la literatura se convierta en una especie de fábula de buenas intenciones y de corregir hacia atrás lo que fueron sensibilidades del pasado». Asimismo, por medio de su cuenta de Twitter, la escritora argentina Mercedes Giuffré había comentado sobre la censura de los libros de Roald Dahl. Recientemente, escribió lo siguiente: «Ahora reescriben a James Bond. Ajá. Lo tocan a Conan Doyle y rompo todo».