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Fernando Pessoa: 135 años del natalicio de un genio (o muchos genios)

Un día como hoy, en 1888, nació Fernando Pessoa, poeta, escritor, crítico literario, dramaturgo, ensayista, traductor y editor portugués. Es conocido como un poeta universal y una de las figuras literarias más representativas del siglo XX.

Harold Bloom, crítico literario estadounidense, llamó a Pessoa «Whitman renacido», sentando así la importancia del autor. De hecho, lo colocó entre los 26 mejores escritores de la civilización occidental, tanto de la literatura portuguesa e inglesa.

Y es que la obra de Pessoa no solo permaneció en su lengua natal. De hecho, tres trabajos suyos fueron publicados en inglés: 35 Sonnets, English Poems I-II y English Poems III

Sin embargo, su logro máximo fue la creación de los heterónimos, los cuales son una constante en su obra. Se trata de personalidades totales que se hacen tangibles a través de la manifestación artística que el mismo autor les proporciona.

Uno de los más importantes fue Bernardo Soares, al que Pessoa consideraba autor del famoso Libro del desasosiego. A diferencia de sus otros 74 heterónimos, Soares guarda muchas similitudes con el mismo Pessoa y, junto a Ricardo Reis, no posee fecha de fallecimiento.

Los heterónimos de Pessoa marcaron su obra con una identidad inimitable, además de anudarla con los conceptos de la verdad y la existencia.

Asimismo, sirvieron de inspiración para otros creadores, como el portugués José Saramago, quien imaginó el fallecimiento de una de estos en la novela El año de la muerte de Ricardo Reis.

Hablar de los heterónimos de Pessoa no solo es aludir a personajes hechos de palabras, sino a personalidades del autor.

Por ejemplo, en una ocasión Pessoa llegó tarde a una reunión y declaró ser Álvaro Campos, uno de sus heterónimos, y disculpó a Pessoa por no haber acudido.

Pareciera una trivialidad, pero, si tomamos en cuenta que los heterónimos son personas completas, no es descabellado pensar que el escritor adoptaba sus personalidades. Tampoco sería absurdo preguntarse cuál fue el verdadero yo de Pessoa.

Incógnitas como estas nos colocan delante de un genio creativo de la literatura contemporánea. Tal es la influencia de su obra, que el mismo cantautor brasileño Tom Jobim transformó el poema O rio da minha aldeia en una canción.

¿Ricardo Reis? ¿Álvaro Campos? ¿Bernardo Soares? Mejor llamémoslo sencillamente Fernando Pessoa.

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