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Guillaume Apollinaire: de los caligramas a la genialidad

Hoy se cumplen 105 años del fallecimiento de uno los poetas franceses más importantes de la literatura, debido a su obra revolucionaria y su entrega completa al arte.

La azarosa vida de Apollinaire bien pudo haber contribuido a ese espíritu inquieto perceptible en su escritura. Tras ser abandonado por su padre, junto a su madre se movilizaron hacia Mónaco y luego a Niza, para después asentarse definitivamente en París en 1900. Las carencias económicas de su familia hicieron que trabajase en distintos lugares, hasta que se decantó por la crítica, colaborando así con varias revistas.

Este fue el primer escalón de lo que más tarde sería un nuevo estilo dentro de la lírica. Apollinaire defendía en sus escritos el surgimiento de nuevos movimientos artísticos. Por ello, una de sus contribuciones máximas al mundo del arte es el haber definido, teóricamente, al surrealismo, movimiento de vanguardia por excelencia.

De este modo, en 1909, publica El encantador en putrefacción, libro de relatos de corte fantástico, que darían pie a diversos poemarios de corte simbolista, tales como Alcoholes y Bestiario, publicados entre 1911 y 1913. A la par de estas publicaciones, la pradera se encendió con la aparición de Los pintores cubistas, con lo que Apollinaire empieza una férrea defensa hacia el cubismo y una íntima amistad con el pintor Pablo Picasso.

Caos y creación en las trincheras

La Primera Guerra Mundial causó un gran impacto entre los artistas de la época. Un ferviente sentimiento patriótico y de compromiso inflamaba los espíritus de intelectuales, escritores, pintores, entre otros. En 1914, Guillaume Apollinaire se enlistó como voluntario del ejército francés, siendo derivado a las trincheras de las campiñas de Verdún.

Durante su permanencia en el frente de batalla, pasa los días patrullando y escribiendo. Es en este periodo en que surgen los poemas conocidos como caligramas, estilo que revolucionaría la poesía, debido a que se abandona por completo la tradición estética de la lírica, para dar paso a una nueva concepción poética que combina formas y letras.

En 1916, en uno de los tantos combates, Apollinaire es herido en la cabeza. Debido a su estado, es trasladado a París para que se le realice una trepanación.

Últimos años

Reinstalado en la ciudad, empieza a publicar los poemas compuestos en el periodo de trincheras. Les mamelles de Tirésias (1917) y Calligrames (1918) representan la etapa creativa más fructífera de Apollinaire. Y es que, en el caso de los caligramas, suponen la experimentación llevada al más alto nivel, pues rompe con todas las convenciones del poema tradicional.

Falleció en 1918, debido al deterioro de su salud a causa de las heridas de la guerra. Una anécdota cuenta que el poeta italiano Giuseppe Ungaretti, amigo cercano a Apollinaire, lo visitó el mismo día en que las tropas francesas regresaban victoriosas de la guerra. Ungaretti traía consigo unos cigarrillos toscanos, los favoritos de su amigo, y lo encontró postrado en una cama.

De pronto, en las calles comenzaron a gritar, «Mort de Guillaume», pidiendo la muerte del kaiser Guillermo II de Alemania. El poeta Ungaretti cuenta que cuando Apollinaire escuchó eso, pensó que lo estaban ovacionando a él, pues ambos compartían el mismo nombre.

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