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Julio Isla Jiménez: «Nos hemos tomado muy en serio eso, que no sea un club de amigos, más bien que presente una propuesta de lectura que llame a la crítica».

Entrevista de Juan Molina

Julio Isla es director del sello Alastor Editores y de la revista literaria peruana Lucerna. En esta entrevista nos habla sobre este último proyecto que tiene, el cual acaba de aparecer con su volumen N.° 13 en un año tan difícil para el mundo.

El mundo editorial sufrió un duro golpe el año pasado a raíz de las diversas crisis que surgieron: de salud, política, económica, social. ¿Qué impulsó al equipo editorial para la publicación del N.° 13 de Lucerna?

Lucerna es una revista de literatura que inicia labores el 2012. Este 2020 publicó el N.° 13. Ya sabemos, por las circunstancias que ha pasado el mundo, que ha sido un año complicado para todos, no solo para el sector editorial. No ha sido fácil para nosotros, pero no ha sido más difícil que para otros. Por eso, tomamos la decisión de continuar con la revista impresa. Manejamos en algún momento la opción digital, como muchas publicaciones hechas durante el año. Pero luego dijimos: «Si tanta gente, a pesar de las dificultades, está realizando grandes esfuerzos en sacar y dar lo mejor de sí, nosotros debemos sacar la revista impresa»; no porque el papel, de una manera romántica, tenga un valor por encima de lo digital. Lo que importa realmente es el contenido. La revista ha salido año tras año en papel, y lo asumimos como un gesto de lucha y resistencia el hecho de seguir editándola en el mismo formato desde que inició en el 2012. Esa fue la idea, hacer el máximo esfuerzo posible para sacarla en papel, por lo que consumimos nuestros ahorros. En 2019 sacamos el N.° 12; este se presentó, pero no se pudo distribuir de manera adecuada durante el año pasado. Normalmente participamos en ferias de libro y allí distribuimos la revista. Esta vez, sin su presencia física en el 2020, tuvimos un acumulado. Otra razón para mantener esto fue para demostrarles respaldo a nuestros colaboradores de este último número, que vean que apostamos por ellos, por difundir sus obras tanto de los autores peruanos y extranjeros. Es por ello que hicimos el esfuerzo para que la revista Lucerna, en este número del 2020, siga saliendo en papel.

La revista tiene un soporte físico y, como señalas, no es un acto de romanticismo sino de resistencia ante la crisis. ¿Hay posibilidad de que llegue el momento de pasar al plano digital? ¿Hay algún proyecto audiovisual a corto o mediano plazo para Lucerna?

Lucerna tiene una web donde compartimos mucho del contenido, avances y extractos de los textos publicados en el soporte físico. Más adelante, tal vez, publiquemos en PDF los números ya agotados. Por el momento, la revista seguirá saliendo en papel y extractos de ella estarán disponibles en la web. Proyectos audiovisuales no están en nuestros planes, por el momento.

En la página web de la revista hay una reseña sobre el libro Ejercicios contra el Alzheimer (Andesgraund Ediciones, 2019) de Virginia Benavides, mientras que en la sección Editorial se hace una reflexión en torno a la importancia del libro como bien de primera necesidad. ¿La realidad en la que vivimos tiene influencia directa dentro de los temas seleccionados para cada número?

Por supuesto. La realidad y los problemas actuales tienen influencia en la elección de los temas de cada número. Por ejemplo, cuando se cumple un aniversario muy importante de un escritor peruano o extranjero, como el centenario, sacamos un artículo alusivo. Cuando fue el cuarto centenario de la muerte de Shakespeare, hace algunos años, sacamos un especial porque él sigue siendo relevante para la sociedad. Se le sigue leyendo, los problemas que tratan sus obras siguen vigentes y es lo menos que podemos hacer. Honramos su memoria invitando a las personas a leerlo con miradas nuevas, en ese caso publicamos traducciones. Algo similar ocurrió con el centenario de Gonzales Prada. Por otra parte, los problemas, ya no a nivel de efemérides literarias, sino como realidad, siempre los abordamos o tratamos de no hacerlo sobre coyuntura política inmediata porque eso lo tratan los propios autores en sus escritos, cuentos o poemas; allí lo pueden realizar. Como revista, lo hacemos tratando de seleccionar autores que nosotros creemos que tienen una visión crítica con sus escritos, que sean cuestionadores, desestabilizadores del conformismo. Eso es algo que no va a ser tan evidente. La revista no tiene un corte panfletario político, porque finalmente es una revista de literatura que trata de ahondar en los problemas literarios, estéticos y artísticos. Pero como el arte no está disociado de la realidad, estos problemas se abordan de una manera más crítica y profunda, sin ser tan evidente. Eso es algo que le corresponde al lector desentrañar, descifrar y asimilar. A veces podrán ver un artículo que habla sobre un tema de género, por ejemplo, que está muy vigente y del cual se sigue discutiendo actualmente. En este número específicamente hay un artículo que trata sobre la fenomenología y la música, de cómo el análisis fenomenológico sirve para tener una nueva comprensión, una nueva escucha de los fenómenos sonoros del siglo XX. Y uno dirá, ¿y eso qué tiene que ver con la realidad peruana? Tiene mucho que ver, porque este artículo es de una filósofa que estudia en Alemania y nos ayuda a repensar la recepción del arte que tenemos.

Muchas veces se dice que el arte contemporáneo es vacuo, incomprensible, frívolo, y lo hacemos en comparación con un supuesto arte universal de todas las épocas que, naturalmente, nosotros disfrutamos también: el arte clásico, grecorromano o el arte romántico. Sin embargo, el arte contemporáneo también tiene mucho que decir porque apela a nuestra sensibilidad actual, a los problemas del hombre y la mujer de hoy en día; solo que el lector o el oyente se ve repelido porque ha cambiado la forma de escuchar. Ahora, la recepción se da de otras maneras y este artículo aborda eso, ¿cómo hacer para que el espectador de las obras contemporáneas no se vea ahuyentado?, ¿cómo abordar estas nuevas obras que desafían y ponen a prueba nuestra sensibilidad? Tiene mucho que ver. Son temas que se relacionan con uno y lo debe enfocar según su realidad. Luego, hay otros temas más literarios. No abordan problemas directamente, sino que sirven para formar el criterio literario y para ayudarnos a leer de una manera más atenta y más sagaz. ¿Para qué nos sirve leer así? Pues para procesar con más inteligencia la gran cantidad de información que abunda hoy en día en redes sociales, en toda esfera de la vida. Si nosotros somos buenos lectores, somos ciudadanos que no nos dejamos engañar, nos volvemos críticos ante los mensajes, los fake news y demás formas de desinformación que existen. Lucerna es una revista para lectores y lectoras que se toman su tiempo, que quieren leer a profundidad, que quieren leer de manera crítica, activa, recreativa e imaginativa. No de una manera pasiva.

Nuevo volúmen de Lucerna Revista de Literatura

Otro eje recurrente en la revista es el rescate. No solo de textos olvidados como el de Sologuren y la poesía negra, sino de otros cánones a través de las traducciones; o el que se logra a través de la sección de creación, que permite dar a conocer al público las nuevas propuestas. ¿Cómo se selecciona el material a publicar?

Lucerna, desde el primer número, se propuso dialogar con otras literaturas y otras lenguas. Por eso es que siempre tiene una sección de traducciones en las cuales se traducen textos de autores contemporáneos, sin olvidar a los clásicos. Como ya mencioné, de Shakespeare se hizo una traducción nueva, con una visión diferente. También tiene una sección de rescates. La literatura es un gran horizonte transversal, dinámico que fluye a nivel temporal: de la antigüedad a lo contemporáneo; igualmente fluye en el plano de otras lenguas y dimensiones actuales, así como entre otras disciplinas. Lucerna muchas veces se ha publicado artículos sobre cine, teatro, música, pintura. En ese sentido es heterogénea, plural. Volviendo a tu pregunta, los criterios para seleccionar y publicar el material son los mismos: muy abiertos, muy plurales. Siempre tratando —como respondí en la pregunta anterior— que haya una mirada crítica en el ensayo o artículo que se publique, que sea una propuesta novedosa. Desde el primer número nos hemos propuesto variar casi completamente los autores y autoras que escriben, los temas tratados, las traducciones, los colaboradores, la creación. Tú no vas a ver poetas que se han repetido de un número a otro, solo una vez hemos hecho tal cosa. En Lucerna hay una voluntad de pluralidad de voces, publicando a gente de Lima, Huancayo, Áncash, Chimbote, Trujillo. En este último número han escrito dos chicas cusqueñas, una poeta trujillana, un narrador huancavelicano y una ensayista y un poeta de México; nuestros lectores verán una apuesta en lo heterogéneo. Nos hemos tomado muy en serio eso, que no sea un club de amigos, más bien que presente una propuesta de lectura que llame a la crítica, al cuestionar. De acuerdo a estos lineamientos nosotros seleccionamos este material que —como ya viste— se renueva número a número. 


Julio Isla es magíster y candidato a doctor en Literatura Hispanoamericana por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha colaborado en el Diccionario histórico de la traducción en Hispanoamérica, publicado en España, y elaborado estudios introductorios de Manfredo de Lord Byron y Antonio y Cleopatra de William Shakespeare. Ha editado y prologado el volumen Más allá de los cielos. Antología poética y teatral de Carlos Germán Amézaga. También es autor de ensayos, relatos y piezas teatrales en diversas revistas. Para revisar el trabajo de Alastor Editores y los números anteriores de Lucerna Revista de Literatura, hacer clic en los enlaces.

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