Estos tres conceptos suelen confundirse en el habla cotidiana. Sin embargo, cada uno de ellos cumple una función específica tanto en cada persona como en la sociedad.
El lenguaje es la capacidad exclusiva del ser humano que permite comunicarnos de manera articulada. Este permite la adquisición y el aprendizaje de lenguas mediante procesos biológicos. Este nos permite expresar ideas, pedir o recibir ayuda o gobernar grupos grandes de personas. Estos signos pueden ser sonoros (habla), corporales (gestos) o gráficos (escritura).
Dentro de esta capacidad cerebral existen tres conceptos lingüísticos que muchas veces suelen confundirse entre sí. Incluso, nos lleva a que tratemos a uno como si fuera inferior al otro. Lo cierto es que cada uno es importante para la formación de cualquier sociedad y cultura.
Lengua
La lengua es un sistema convencional de signos lingüísticos, que permite la comunicación entre los miembros de una comunidad. Este sistema es doblemente articulado, es decir, contiene enunciación y significación.
Idioma
Se denomina así al sistema de signos que emplea una comunidad para comunicarse oralmente o por escrito. Este puede formar parte de un pueblo o nación, o también usarse en varios pueblos o naciones, como es el caso del español.
Dialecto
Se denomina dialecto a la variación regional de una lengua. Por lo tanto, el español argentino ―lo que conocemos como «acento argentino»― sería realmente un dialecto del español.
Ocasionalmente, se da el caso de llamar dialecto a un idioma que ocupa un territorio en algún país o debido a que este no tiene forma escrita. Según esto, el quechua se suele identificar como dialecto; sin embargo, tal como ocurre con otras lenguas indígenas, este no es un dialecto, sino una lengua.