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Mauricio Lleras: «Procuramos no tener demasiados libros, sino tener los que creemos que son lo mejor».

Escribe Talía Chang

El dueño de la librería Prólogo nos cuenta un poco sobre la propuesta de su librería y el incierto futuro que tienen por delante después del primer año de la pandemia. 

La librería Prólogo está ubicada en el barrio Chapinero, en Bogotá. Abrió sus puertas el año 2006 con la idea de ofrecer un espacio confortable para los amantes de la narrativa, así como para talleres y cursos enfocados en el arte y las humanidades. Su dueño, Mauricio Lleras, nos cuenta cómo fue el año 2020 para ellos y qué futuro les espera para este incierto 2021, ya que, al igual que todos los negocios que no atienden las primeras necesidades, se vieron obligados a sufrir serios recortes en sus ingresos por la llegada del COVID-19. 

¿Cuál es el concepto de Prólogo? 

Esta librería está enfocada en la narrativa, sobre todo en la narrativa contemporánea. Tenemos unas secciones de filosofía, ensayo, historia, biografía, pero comparadas con el área de narrativa son muy pequeñas. Eso obedece al criterio que a mí, como librero, me interesa: la narrativa. No me interesa ofrecerle al cliente un libro del cual desconozco su lenguaje, su contenido, como es el caso de los textos filosóficos, a pesar de haber estudiado filosofía. Estamos enfocados en el área de narrativa. Si usted busca libros de autoayuda encontrará por ahí ocho libros, pero es porque se colaron en algún pedido o porque están siendo muy consultados por los clientes. Pero nuestro interés es la narrativa. 

La mayor parte de nuestro catálogo pertenece a la segunda mitad del siglo veinte e inicios del siglo veintiuno, pero también hay de 1800 y 1700, y si consideramos al Quijote también hay de 1600. Asimismo, tenemos literatura japonesa de antes de ese tiempo. 

¿Tiene narrativa de todas partes del mundo, o se enfoca en alguna narrativa específica?

Hay una sección que es mi consentida que es una sección de novela negra y policiaca porque me apasiona. Después, tenemos narrativa en general. Tenemos narrativa colombiana, todos los títulos de habla hispana, y después está la narrativa en general que abarca la mayoría de lo que se está publicando. Uno depende demasiado de las editoriales y de lo que estas quieran tanto importar como imprimir en Colombia, entonces estamos un poco limitados en ese sentido. Nosotros eventualmente hacemos importaciones directas de libros, pero con el precio del dólar y del euro no ha sido posible actualmente. 

¿Ofrecen alguna otra cosa, como crónicas o periodismo, o se enfocan más en literatura? 

Principalmente literatura. Aunque hay una pequeña sección de crónica, no muy exquisita, no muy curada ni seleccionada, pero existe esa sección de crónica. Todas son secciones pequeñas y procuramos no tener demasiados libros, sino tener los que creemos que son lo mejor. 

¿Cómo les fue el año 2020?

Es mejor borrar el año pasado, mejor no lo contemos. El año comenzó muy bien, contra todos nuestros pronósticos. El mes de enero, que siempre es muy flojo en ventas, fue extraordinario, el mes de febrero también, el mes de marzo comenzó muy bien hasta que empezó el tema de la pandemia. Nos defendimos bien con las ventas virtuales, que fueron muy buenas en los meses de abril, mayo y junio, pero a partir de julio las ventas se cayeron. Montamos una página de emergencia en Mercado Shops que actualmente está en mantenimiento, también trabajamos con Instagram, pero en julio las ventas cayeron radicalmente. En agosto se levantaron las restricciones, así que pudimos abrir la librería. Fuimos medio «nadando» en agosto, septiembre y en octubre teníamos la librería completamente abierta. Octubre y noviembre fueron meses discretos, pero no fueron unos meses horribles; en diciembre nos fue bastante bien. En enero volvimos a tener cuarentena, entonces solo pudimos abrir la librería por dos semanas. En febrero empezamos muy bien, pero durante las últimas semanas ha estado quieta la librería. Actualmente hay restricciones de aforo, pero nunca me ha tocado aplicarlas aquí. Normalmente vienen personas que visitan 10 o 15 minutos, compran lo que deben comprar, hablan con el librero, inclusive a veces compran más de lo que pueden leer en las siguientes 8 semanas. 

¿Cómo ve el panorama en este año? 

Hay bastante incertidumbre, estamos mirando un poco lo que pueda pasar durante este semestre. Esta librería tenía muchas presentaciones de libros, dictaba cursos de música, de literatura, de historia, todo eso está restringido, entonces estamos un poco a la espera de ver qué pasa. Si la cosa se complica mucho, la decisión que yo tengo tomada desde ahora es que, si de aquí al 30 de junio esto no cambia mucho de norte, cerramos la librería. 

¿Qué novedades literarias han salido que tenga disponibles en su librería? 

Entre las que han llegado últimamente destaca una novedad del escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez que se llama Volver la vista atrás (Alfaguara, 2021), se ha vendido bastante bien. Aparte de esa obra, no creo que este año haya salido algo especialmente atractivo. Han llegado cosas de España, pero básicamente la oferta que tenemos ahorita es lo que ha llegado en noviembre y diciembre. Está, por ejemplo, Línea de Fuego de Arturo Pérez Reverte (Alfaguara, 2020), A prueba de fuego de Javier Moro (Planeta, 2020), el libro de Obama que todo el mundo lo ha estado preguntando (Una tierra prometida; Editorial Debate, 2020), y también algunos ensayos de autores colombianos. Pero realmente las novedades que yo estoy esperando no llegan todavía. Estoy esperando tres obras de novela negra que salieron ya hace tiempo, en septiembre, octubre y noviembre, y no las han traído. Volvió a salir la revista Gatopardo que estaba agotadísima desde finales de 2019 y durante todo el 2020. Estábamos esperando la llegada de 1794, continuación de 1793 de Niklas Natt Och Dag (Salamandra, 2020); también está el libro de Tomás González, El fin del océano Pacífico (Planeta, 2020), un libro que se ha vendido muy bien; el de Laurent Binet, Civilizaciones (Planeta, 2020). En líneas generales, eso es lo que ahora se está vendiendo. También hay una novela del escritor alemán Walter Kempowski, Todo en vano de la editorial Libros del Asteroide (2020). Es una novela preciosa, dura. El año pasado también salió Frankenstein en Bagdad, de Anna Gil Bardají (Libros del Asteroide, 2019); Los niños del Borgo Vecchio, de Giosue Calaciura (Editorial Periférica, 2021). Todo eso se ha estado moviendo bastante bien, pero no son libros de este año.

¿Ha sido complicado imprimir, publicar o importar en Colombia?

Yo creo que las editoriales en Colombia han bajado mucho el número de sus impresiones, me parece que las importaciones se van a empezar a normalizar a partir de finales de marzo. 

Por otro lado, las novedades que salieron en enero en España no alcanzan a llegar sino hasta mitad de año a Colombia, porque ya no están haciendo importaciones con la regularidad de antes. Están haciendo dos, tres importaciones al año, entonces eso nos está restringiendo el acceso a esas novedades. 

Finalmente, ¿podría recomendar cinco libros que tenga en su librería? 

Puedo recomendar Todo en vano, de Walter Kempowski. También Los niños del Borgo Vecchio, de Giosuè Calaciura; Frankenstein en Bagdad, de Ahmed Saadawi. También le puedo recomendar uno que está agotado, pero es extraordinario, que se llama Testamento de juventud, de Vera Brittain (Errata Naturae, 2019); y finalmente, recomiendo 1793.  

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