Este 19 de abril se cumplen 25 años del fallecimiento de Octavio Paz. Considerado uno de los escritores más influyentes del siglo XX y uno de los poetas más grandes, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1990 y el Premio Cervantes en 1981. Su producción literaria abarcó tanto la poesía como el ensayo. Sus poemarios más conocidos son Libertad bajo palabra, ¿Águila o sol? y Piedra de Sol. Mientras que, en su obra ensayística, el título que más destaca es El laberinto de la soledad.
A 25 años del fallecimiento de Octavio Paz, el poeta y ensayista es recordado por ser considerado uno de los máximos exponentes de las letras mexicanas, logrando alcanzar una dimensión internacional. Nacido el 31 de marzo de 1914, durante la Revolución mexicana, sus intereses literarios se manifestaron a un edad temprana gracias a la extensa biblioteca de su abuelo y a la influencia de su padre, quien era un intelectual y novelista. Cursó estudios en las facultades de Derecho y de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde fue alumno del escritor Carlos Pellicer, quien le permitió estar en contacto con los poetas Jorge Cuestas, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo y José Gorostiza. Durante esta época, junto a otros jóvenes poetas, fundó las revistas Barandal, Taller y El Hijo Pródigo, en las que publicó sus primeros poemas.
Más adelante, Octavio Paz comenzaría una vida de viajes. En 1943, recibió la Beca Guggehnheim para realizar estudios en la Universidad de Berkeley. En 1945, comenzó su labor diplomática en la Embajada de México en París, donde pudo conocer a André Breton y Benjamin Péret, así también como a otros intelectuales franceses y de otras nacionalidades. De esta forma, estuvo en contacto con el surrealismo, el cual le influyó, y colaboró con la revista Esprit. A su regreso a México, en 1955, fundó el grupo poético y teatral Poesía en Voz Alta y, posteriormente, comenzó a colaborar en la Revista Mexicana de Literatura y en El Corno Emplumado. También, ejerció la docencia en universidades americanas y europeas, al mismo tiempo que continuaba su labor cultural al continuar fundando las revistas Plural y Vuelta. En 1990, fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en el primer escritor mexicano en obtener este reconocimiento.
El legado literario
Junto a Pablo Neruda y César Vallejo, Octavio Paz conformaba la tríada de poetas que renovaron la lírica hispanoamericana del siglo XX. Su producción literaria es posible diferenciarla por haberse enfocado tanto al género de la poesía como del ensayo. La experimentación y el inconformismo son los dos palabras con las que se podría definir a la poesía de Paz debido a que su obra pasó por tres grandes fases. En la primera, busca penetrar en la esencia humana por medio del lenguaje; más adelante, adoptó la tradición surrealista; en la última etapa, dio prioridad a la alianza entre el erotismo y el conocimiento. Por ello, fue un poeta que no buscaba aferrarse a un movimiento en específico, sino que siempre estuvo alerta a los cambios que se iban produciendo en el ámbito de la lírica. Gracias a esta experimentación, su poesía pudo convertirse en una manifestación personal y original.
Mientras que, por el lado del ensayo, Octavio Paz reflejó sus inquietudes intelectuales y artísticas, por lo que abordó temas como el arte, la literatura, la sociología, la lingüística, la historia y la política. Sus textos se caracterizaron por una gran profundidad y sutileza. Con una temática literaria, destacan El arco y la lira, en el cual reflexiona sobre la creación poética, y Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe, un estudio sobre la obra y compleja personalidad de la poeta. La identidad mexicana también estuvo presente en sus libros, especialmente en El laberinto de la soledad y Posdata.