Esta rama de la lengua combina las normas del lenguaje con la forma en la que este debe ser plasmado en la escritura. Aunque no tenga normas establecidas, sí hay una serie de puntos a tener en cuenta.
La ortotipografía va más allá de las normas del lenguaje ―campo de la ortografía―, y del interlineado, interletrado, inicios, finales y longitudes de las líneas ―campo de la tipografía―. Se ocupa esencialmente del uso de los signos de puntuación, las mayúsculas y minúsculas, cuándo usar negritas o cursivas, cómo escribir cantidades y otros elementos de este tipo, para que los signos tipográficos estén al servicio de los contenidos y la expresión de lo escrito.
Es necesario recalcar que no hay normas ortotipográficas, sino convenciones, definidas por la tradición de la tipografía y que cambian según el contexto y la lengua en la que se escriben. El fin de la ortotipografía es hacer legible y comprensible el texto.
Algunos ámbitos de la ortotipografía a tener en cuenta son:
- Normas de partición o separación de elementos de texto
- Disposición de las citas
- Forma de los elementos paratextuales (notas al pie de página, texto al pie de imagen, cuadros, gráficas, etc.)
- Uso de espacios fino, de pelo y fijo
- Aplicación de las variantes de letras: negrita, cursiva
- Signos (llamadas y notación) en los diversos tipos de notas
- Convenciones de alineación del texto