A lo largo del tiempo, la crónica periodística ha dejado una huella imborrable en el campo de las letras, debido a que combina el proceso de investigación con las principales técnicas narrativas. El objetivo: emocionar y conmover al lector. Aquí te dejamos a cinco cronistas que deberías conocer y leer.
Rodolfo Walsh y el periodismo narrativo

El escritor argentino fue el pionero de la llamada novela de no ficción, tras la aparición de su obra Operación Masacre en 1957. El escrito combina una rigurosa investigación periodística sobre los asesinatos de prisioneros el 9 de junio de 1956 —episodio conocido como los fusilamientos de José León Suárez— con herramientas narrativas, lo cual devino en un texto que se ha convertido en referente del periodismo argentino y latinoamericano.
Esta novela se adelantó seis años al boom que desataría la publicación de A sangre fría, del estadounidense Truman Capote.
Ryszard Kapuściński y la cobertura de conflictos globales

Considerado como uno de los máximos exponentes del periodismo moderno, Kapuściński cubrió diversos conflictos provocados por dictaduras, regímenes y tensiones políticas en África, Asia y América Latina. Su enfoque narrativo acerca la realidad de los menos favorecidos hacia los lectores, lo cual estableció una nueva óptica en torno a la narración periodística de conflictos.
Famosas son sus crónicas El emperador, de 1978, la cual narra la decadencia del régimen del emperador Haile Selassie de Etiopía; Ébano, de 1998, un relato profundo de los viajes del periodista por África en el que describe no solo guerras y dictaduras, sino también la vida cotidiana y las tradiciones de distintos pueblos africanos; La guerra del fútbol, de 1992, relata el conflicto armado entre El Salvador y Honduras, conocido como la Guerra de las cien horas, echando mano de la narrativa literaria para explicar las causas y consecuencias de la controversia.
Bob Woodward y Carl Bernstein: periodismo de investigación

Uno de los clásicos de la historia del periodismo. Woodward y Bernstein, reporteros del Washington Post, causaron una gran revolución en el campo del periodismo de investigación de Estados Unidos, tras destapar el escándalo Watergate en 1970.
Dicho caso surgió a raíz del robo de documentos en el complejo de oficinas Watergate, sede del Comité Nacional del Partido Demócrata de Estados Unidos, en Washington, y el intento de la administración del presidente Richard Nixon por distraer la atención de este hecho. La historia se narra en el libro Todos los hombres del presidente, texto que demostró el poder del periodismo para exponer la corrupción en altos niveles y generar cambios sociales.
Martha Gellhorn: corresponsal de guerra

La periodista estadounidense cubrió los conflictos más importantes del siglo XX, como la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial. Sus escritos constan de un sutil toque personal y una marcada línea comprometida con la verdad de los hechos.
Entre sus escritos más importantes resaltan El rostro de la guerra, de 1959, una recopilación de crónicas de distintos conflictos bélicos entre 1937 hasta 1985; también está Cinco viajes al infierno: aventuras conmigo y ese otro, de 1978, que es un relato de sus viajes y experiencias personales en zonas de conflicto; por último, tenemos Vietnam: A New Kind of War, de 1966, que es una serie de reportajes sobre la guerra en suelo vietnamita y las consecuencias en la población civil.
Tom Wolfe y Hunter S. Thompson

En el caso de Wolfe, es considerado como uno de los creadores del nuevo periodismo, debido a que fue de los primeros en combinar la narrativa literaria con la investigación. Entre sus crónicas más famosas resalta La hoguera de las vanidades (1987), pues, aunque es tomada como novela, se basa en una crónica social y política de la ciudad de Nueva York, en la que se dan a conocer las contradicciones de dicha sociedad, así como la realidad social y racial.
Por su parte, Hunter S. Thompson, llevó la innovación periodística hacia un siguiente nivel, tras la creación del llamado periodismo Gonzo. Sus escritos más importantes son La maldición de Lono, crónica que cubre la maratón de Hawái en el aniversario del ataque de Pearl Harbor; Los ángeles del infierno, de 1966 en la que el periodista se mezcla con el mundo de los motociclistas de Hell’s Angels para narrar sus experiencias.