fbpx

Vicente Huidobro: El padre de la primera vanguardia latinoamericana

Este 2 de enero se cumplen 75 años del fallecimiento de Vicente Huidobro. Fue el iniciador y uno de los exponentes más importantes del creacionismo. Junto a Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Pablo de Rokha, es considerado uno de los poetas chilenos más importantes. Su obra más notable es el poema Altazor o el viaje en paracaídas, en el que expone un lenguaje que rompe los esquemas clásicos.

Según la crítica literaria, Vicente Huidobro es uno de los principales promotores del movimiento poético vanguardista en Chile y América Latina del siglo XX. Nacido en el seno de una familia aristocrática, gracias a los constantes viajes que realizó desde muy joven, le valieron un enriquecimiento cultural y depuración de sus gustos estéticos. Es así como pudo estar en contacto con las vanguardias europeas, que le permitieron crear su propia concepción del mundo.

Estando en París, conoció a importantes literatos y artistas como Pablo Picasso, Juan Gris, Max Jacob y Joan Miró. También, escribió en revistas literarias junto a poetas como Apollinaire, Pierre Reverdy, Tristán Tzara, André Breton y Louis Aragon. Durante su estancia en la capital francesa, es que Huidobro comienza a gestar el creacionismo. Esta concepción llevaba aparejada la necesidad de crear nuevas imágenes y un lenguaje novedoso poético que rompa con todos los niveles de la lengua y genere su propia sintaxis. Con estos presupuestos estéticos, Vicente Huidobro se traslada a Madrid, donde fundó un grupo de poetas que seguían los postulados de este movimiento.

La culminación del proyecto creacionista

En 1931, publicó la que sería su obra más importante: Altazor. Para muchos, este poema es una intensa obra metafísica además de un ingenioso juego de palabras. Mientras que para otros significa la expresión máxima del creacionismo impulsado por Vicente Huidobro. Asimismo, junto a Residencia en la Tierra de Pablo Neruda, Trilce de César Vallejo, y Los gemidos de Pablo de Rokha, es considerado una las vanguardias latinoamericanas más notables.

El poema está dividido en siete «cantos» antecedidos por un prefacio, que fueron reescritos en numerosas ocasiones a lo largo de los años. En ese lapso de tiempo, el poeta pasó por diversas peripecias y cambios, por lo que no es posible considerarla una obra «acabada» en el sentido tradicional. Por ello, el texto es una obra en progresión discontinua. Una de las características más importantes de Altazor es la ruptura con el código de la lengua. También, el ritmo que presenta significa una nueva concepción de la musicalidad lírica; se acerca a la disolución del texto y los significados acostumbrados de la tradición modernista. Así, las palabras mostradas en su materialidad como lenguaje, presentan una ruptura con el orden lingüístico del español de la época.  

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn