fbpx

¿Vivir sin cómics?

Columna de Katherine Castañón R.

En tiempos de sobrecarga de contenidos en todos los formatos, es necesario preguntarse si la historieta seguirá teniendo un lugar más allá de sus fanáticos.

El otro día estaba en Twitter, esa burbuja de discusiones, quejas y preguntas, cuando me encontré con la siguiente interrogante: Si amas el universo de Star Wars, ¿es posible vivir solo con las películas, series y libros, pero sin los cómics? Mi primer pensamiento fue «no». Sin embargo, he de admitir que quizás mi precipitada respuesta se deba a mi amor por los cómics y no tanto a una respuesta correctamente analizada, pues, para empezar, no soy una fan acérrima del universo de George Lucas. Así que decidí ahondar un poco más en este tema.

La guerra de las galaxias es una franquicia iniciada en el medio audiovisual en la década del setenta con aquella clásica película de «Una nueva esperanza», aunque en 1977 se conocía solamente como Star Wars. Sin embargo, si queremos ser estrictos con las fechas, la novelización de la película titulada como “Star Wars: From the Adventures of Luke Skywalker” fue, incluso, una publicación anterior a la misma película. Así, mientras unos iban trabajando en la edición y post-edición de la película, otros se dedicaban al lado editorial que complementaría e iniciaría un mundo antes de ser «inaugurado»en pantalla grande. ¡Sí que funciona trabajar en paralelo aquí! Una idea que nació desde el equipo de marketing y que, en cierta medida, marcaría la dinámica de un universo que sería constantemente expandido a través de otros productos culturales. Además, es interesante como dicha novela se sirvió de un ghostwritter, Alan Dean Foster, para su desarrollo. Dean Foster sería también el encargado de escribir su secuela, «El ojo de la mente», ahora sí bajo su propio nombre.

Entonces, siguiendo nuestro marco cronológico, a una película le siguieron otras dos, así como sus correspondientes novelizaciones. Luego vinieron spin-offs televisivos, videojuegos en la época del Atari, los primeros cómics, las precuelas, más novelas, juegos y cómics, y las secuelas que muchos odian. Es una infinidad de productos, una industria que creció a una escala inimaginable y que comenzó a ser utilizada de ejemplo otros ámbitos, como el de la narratología. Gracias a esta saga, el monomito de Campbell comenzó a ser explicado cada vez más como el viaje del héroe Luke Skywalker.

Pero, volvamos a la pregunta, después de tantos productos culturales: ¿es posible vivir sin uno de los medios en dónde estos aparecen? En principio parecería que sí. Hay mucho de dónde leer, observar y disfrutar. Sin embargo, si eres un verdadero fan, estarás buscando algo más. Necesitarás noticias, nuevas historias y, probablemente, una periodicidad clara de nuevos contenidos. Es esa necesidad casi hasta absurda de seguir pendiente ante cualquier novedad relacionada con la historia. Es ahí donde los cómics tienen la ventaja. Ellos son capaces de brindar la periodicidad que todo fan termina por demandar. Es un poco como las series: cuando se estrena algo que realmente te gusta, esperas con ansías aquel día de la semana para poder verlo. Un poco como los viernes de Wandavision o de Falcon & the Winter Soldier. No obstante, un producto audiovisual bueno difícilmente se volverá eterno; hoy en día, incluso, terminará antes de los diez capítulos. En cambio, las series de cómics pueden expandirse durante años. Lo hemos visto incontables veces con DC y Marvel. Además, a veces solo necesitas comprar un cómic de grapa, los más baratos, para sentirte satisfecho. En ese momento no piensas que seguirás con una colección de 25 o 64 números que en total podría costarte entre 60 y más de 200 €, a lo largo de entre dos a cinco años. Solo compras. Aquella cantidad de números corresponden a las series de cómic de Darth Vader Lord Oscuro y Star Wars.

Además, hay otro punto importante: cada año que pasa, los cómics toman mayor importancia a la hora del consumo de relatos. Hay cómics de ciencia ficción, humor, fantasía, romance e inclusive unos que rozan con la crónica y la autoficción. De Star Wars, por ejemplo, en mayo se están publicando dos cómics de tapa dura, una antología y una novela. Y aquí entramos en otro gran dilema de estos tiempos: hoy en día es más común esperar a que un libro/novela sea adaptado al cine, serie o cómic para consumirlo. Pues la forma en la que leemos ha cambiado. Quizás porque la multiplicidad de pantallas y las nuevas formas de consumo de medios se encuentran más en sintonía con el producto en viñetas que mezcla imagen y texto, que un libro de 500 páginas que solo presenta letras. Aunque, personalmente, amo tanto unos como otros.

Por lo pronto, volveré a decir que no, no es posible estar apartado de los cómics. Al menos, no, si verdaderamente estás interesado en consumir aquel mundo de ficción: irremediablemente terminarás al lado de las viñetas. Y si eres de los que todavía no se anima a agarrar un cómic, estoy segura que hay uno justo para ti. No tiene que ser Star Wars. Pues, hoy en día, cómics hay de todo y para todos.


Katherine Castañón Rivas nació en Lima en 1991. Aprendió a hacer pupiletras antes de entender las palabras y se enamoró de los globos terráqueos antes de saber lo que verdaderamente significa viajar. La vida la ha ido llevado por las comunicaciones, agencias de publicidad, la edición de publicaciones, publicaciones de viajes y ahora se encuentra al otro lado del mar: en Madrid estudiando Escritura Creativa. Hace poco, con una amiga, decidió sacar una revista cultural en formato digital.

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn