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Amistades que trascienden las aulas (y el tiempo)

Ricardo Meinhold, Gloria Cabrejos y Cinthya Carbonell y André del Águila, exalumnos de la Escuela de Edición de Lima, junto a Juan Miguel Marthans, director de la EEL, se juntaron en el marco del Día de la Amistad para recordar los mejores momentos que pasaron en la institución, donde forjaron un vínculo que se mantiene hasta hoy.

¿Cuál es el recuerdo más importante que tienen respecto a su amistad forjada en la Escuela de Edición de Lima?

Ricardo Meinhold: Con Gloria, editar la revista que trabajamos junto a un grupo de amigos “letraheridos” de la Escuela. Con Cinthya, su buen gusto recomendando libros y actividades culturales.

Gloria Cabrejos: Recuerdo mucho el tiempo en el que nos reuníamos para realizar el proceso editorial completo de dos de las revistas de la Escuela —Una revista de libros y Beppo— las cuales eran trabajadas íntegramente por alumnos y profesores. Fueron reuniones de trabajo voluntario extremadamente divertidas y gratificantes, en las que todos aprendíamos de todos, pues como equipo teníamos que dividirnos las tareas para lograr el objetivo: publicar una revista con contenido de calidad.

Cinthya Carbonell: Para mí es la participación en Corcho Libro. Ahí los escuché, los conocí más y aprendí de ellos y de todos los demás integrantes.

André del Águila: Las parrilladas en el primer local de la EEL, en Mariano Odicio. Todos congregados alrededor de un fuego diminuto, pero que era la excusa perfecta para conocer gente y charlar por horas sobre libros.

Juan Miguel Marthans: La Escuela de Edición de Lima lleva casi nueve años operando y una pandemia de por medio. Por lo que muchas cosas han pasado. Antes de la pandemia hubo proyectos que buscaban que los alumnos y profesores se acercaran entre ellos. Un proyecto que nació ahí por el 2016 fue Corcho Libro, el cual mutó de un ser un club de lectura a ser un grupo de buenos amigos lectores. Hasta hoy nos reunimos y hacemos actividades, conversamos de libros e intercambiamos lecturas. Esperamos que pronto se puedan plantear ideas que generen nuevos espacios como Corcho Libro.

¿Podríamos decir que el amor por los libros y la labor editorial también fue un aliciente para fortalecer su amistad?

RM: Desde luego. Compartir gustos o visones relacionadas con la cultura —palabreja tan maltratada— era un lujo no muy común en estos tiempos de TikTok e influencers.

GC: Por supuesto. Si bien nuestras carreras son distintas, el punto en común de nuestra amistad gira alrededor de nuestro amor por los libros, por la lectura y por la escritura. Debido a nuestra pasión por los libros, la Escuela creó un club de lectura al que llamamos Corcho Libro. Lo bonito de este club no solo era que todos los que participábamos escogíamos un mismo libro para leer, sino que también nos reuníamos —y lo hacemos hasta la fecha— para intercambiar puntos de vista. Fue interesante también habernos reunido con algunos escritores peruanos como Carlos Schwalb y Antonio Gálvez Ronceros para hablar sobre sus obras. 

CC: Sí, todas las personas de la EEL que conocí durante estos siete años aman los libros y hablan con gran entusiasmo de los contenidos, los autores, las novedades literarias y las ferias.

AA: Definitivamente. Encontrar gente con intereses similares a los tuyos que pese a tener un trabajo diario de ocho hora a más y con labores completamente disímiles, llegaban a la Escuela y compartían su verdadera pasión. Creo que es uno de los aspectos que más destaco. La EEL fue un oasis para muchos de nosotros.

JMM: El amor por el trabajo editorial es un punto en común muy fuerte dentro de la Escuela. Y no solo es amor por los libros sino también pasión, tanto para leerlos como hacerlos. Así que ¿qué puede ser más fuerte que una pasión para cultivar buenas amistades?

¿Se mantienen en contacto después de tanto tiempo y haber compartido aulas juntos?

RM: Como las buenas amistades —hemos pasado en poco tiempo vivencias tan intensas— nuestra amistad perdura a pesar de los largos intervalos.

GC: Siempre. Cada vez que podemos nos reunimos. Cabe mencionar que una reunión infaltable una vez al año es nuestro clásico intercambio de regalos que, para nosotros, siempre es un intercambio de buenos libros.

CC: Sí, nos comunicamos a través de Corcho Libro y por mensajes. 

AA: Sí. Con algunos hemos viajado juntos. Tratamos de reunirnos cada vez que podemos y procurando que coincida la mayoría. Llevamos más de siete años haciéndolo.

JMM: Hasta el día de hoy nos reunimos. Quizá no con la frecuencia de antes, pero eso hace que cada reunión sea sumamente especial. Al final, Corcho Libro terminó siendo un grupo de grandes amigos.

Para ustedes ¿cuál es el significado de la amistad?

RM: Si la amistad es el reflejo de nuestras personalidades, de nuestras diferentes formas de ver la vida, ellas representan mi mejor reflejo.

GC: Para mí, la amistad es pensar en una persona con cariño y aunque no la vea con regularidad siempre será un placer encontrármela nuevamente, tomarnos un café y conversar largo y tendido. Pienso que la amistad se mide en función al tiempo de calidad que pasamos con personas con las que estamos a gusto y con las que podemos conversar de todo y de nada a la vez.

CC: La honestidad, la lealtad y la empatía. 

AA: Compañeros de aventuras y pasiones. Una mano que siempre estará tendida para cuando la necesites.

JMM: La amistad… complicado encontrar un significado exacto, pero sí se puede hacer un listado de cualidades en torno a ella como la pasión, el cariño, el respeto, la honestidad y la solidaridad. Ya sobre eso se pueden construir cosas extraordinarias y descubrir personas que consideres verdaderos amigos.

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