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Partes de una oración

La oración es una estructura que se usa constantemente al escribir. Pero, aunque sea empleada casi todo el tiempo, su composición se debe tener en cuenta a la hora de usarla con mayor eficiencia.

Una oración es la manera más usada de comunicar una idea con un sentido ordenado y lineal. Permite hacernos entender por los demás, así como entender lo que los otros nos quieren decir. Se trata de la unidad más pequeña del discurso que constituye un enunciado autónomo; es decir, si se saca de contexto, continuará expresando una información. Como su estructura es común a todos los idiomas, es una de las estructuras el lenguaje más estudiadas en la historia de la lingüística.

Las oraciones se componen, en primer lugar, de dos partes, sujeto y predicado, y en segundo lugar, en nueve partes, cinco variables y cuatro invariables.

Sujeto y predicado

El sujeto se define como alguien o algo que lleva a cabo la acción o sobre quien recae la acción expresada por la oración. El predicado, por otro lado, es el que lleva la acción a cabo, así como su contexto.

Ejemplo:

María lleva su almuerzo al trabajo.

María es el sujeto, y lleva su almuerzo al trabajo es el predicado.

Partes variables e invariables

Las partes variables se denominan así porque sufren cambios en su estructura debido a los accidentes gramaticales, como el género o el número.

Estas son las partes variables:

  • Nombre o sustantivo
  • Adjetivo
  • Artículo
  • Pronombre
  • Verbo  

Las partes variables son aquellas que no cambian por los accidentes gramaticales. No importa si el sujeto sea femenino o masculino, singular o plural, estos no cambian.

Estas son las partes invariables:

  • Adverbio
  • Preposición
  • Conjunción
  • Interjección

Agustín Panizo: «Desde pequeños hemos sido formados en una relación de subordinación al diccionario».

El docente de Análisis Lexicosemántico explica algunos puntos clave de este curso, en el que se enseña cómo usar de manera crítica el diccionario y se estudian las palabras desde su significado más básico para aplicarlas de manera precisa.

Dictado en el segundo módulo del Curso Integral de Corrección de Estilo, el curso de Análisis Lexicosemántico busca introducir al estudiante en la reflexión sobre el significado de las palabras en la lengua. Esto implica, principalmente, familiarizarse con el diccionario, una de las herramientas principales que ayudan al corrector de estilo en su trabajo.

El diccionario es un libro que genera respeto en la mayoría de las personas, debido a su tamaño y a la imagen otorgada en la educación regular como objeto que posee todas las respuestas. Sin embargo, la lengua cambia todo el tiempo, y con mayor velocidad que aquellas normas que la regulan. Con esto en mente, un curso como Análisis Lexicosemántico resulta crucial en la formación de futuros correctores de texto, ya que les permitirá no solo ser hábiles y certeros a la hora de emplear el diccionario, sino también emplear su propio criterio cuando se vean enfrentados a elegir entre términos pertinentes para cada situación según su contexto, e incluso a cuestionar las reglas cuando sea necesario.

 Agustín Panizo, el docente a cargo de este curso, brinda algo de luz acerca de la importancia de este curso en la formación de un corrector de estilo.

¿Cómo se estudia a los diccionarios dentro del curso?

Exploramos, en primer lugar, el origen de este objeto, cómo surge en las sociedades occidentales, para luego comprender su profunda naturaleza como producto lingüístico. Después, conocemos la gran diversidad de diccionarios que existen y buscamos desarrollar, con este tipo de objeto, un vínculo no subordinado sino empoderado; que nos permita usarlo con confianza e inteligencia. Promovemos un uso activo del diccionario.

Luego de esto, incursionamos en el análisis semántico del significado léxico de las palabras, para lo cual exploramos los componentes más pequeñitos del significado de una palabra. Esto nos permite ser hábiles y agudos usuarios de ellas, capaces de encontrar siempre la palabra precisa, la más pertinente según el contexto de uso. El curso termina con una mirada general sobre el léxico del castellano a partir de una clasificación tradicional.

Siempre se ve al diccionario, a la enciclopedia y al «español correcto» en un espacio alejado de la cotidianidad. ¿Por qué le parece que esto ocurre?

Desde pequeños hemos sido formados en una relación de subordinación al diccionario, viéndolo como un objeto perfecto, como un libro que nunca se equivoca, como el libro que guarda, reúne y representa la corrección en el uso de la lengua. Ese vínculo es poco sano, porque no es empoderado, y no sitúa al diccionario como lo que verdaderamente es: una simple herramienta para el uso de la lengua. Pero no tiene por qué reducir, limitar nuestro uso ni crear una inseguridad sobre nuestra propia performance lingüística. Lo que se propone en el curso es el cambio de este vínculo a uno más real, entre hablante y herramienta.

¿De qué manera se beneficiará un estudiante de corrección de estilo con los contenidos de su curso?

Los correctores de estilo son trabajadores de la lengua, del conocimiento que tienen de ella. Este conocimiento no puede quedarse estancado, necesita crecer en amplitud y precisión, y en este curso se brindan las herramientas para ampliar y hacer más agudo este conocimiento de la lengua. Buscamos que los estudiantes inicien un proceso que los convierta o afiance su proceso hacia ser usuarios versátiles de la lengua, donde su creatividad y capacidad de decisión sobre el lenguaje nunca estén limitadas, sino que se encuentren mejoradas y potenciadas.

La corrección editorial

En las editoriales se trabaja con textos que serán impresos y publicados para la venta. Para minimizar los errores, hay dos tipos de correctores que se encargan de revisarlos.

Un manuscrito tiene que pasar varios tipos de revisiones antes de ser impreso, publicado y presentado al mundo. Aparte del editor, que decide lo que se debe hacer con este y hace correcciones por su lado, el texto debe pasar por una corrección de estilo, de modo que este quede uniformizado y la cantidad de errores sea mínima o ―si es posible― nula. Por lo general, este trabajo queda a cargo de dos tipos de corrector: el de estilo y el de pruebas.

Corrección de estilo

Este tipo de trabajo consiste en revisar palabras reiterativas, construcciones sintácticas incorrectas, ortografía mal empleada, puntuación incorrecta, información inexacta, incoherencias y otros. En esta etapa se complementa la corrección de estilo con la corrección ortotipográfica, que se explica en este artículo.

El corrector debe tener en cuenta que no es el escritor, sino que está trabajando para ayudarlo. Por ello, debe tener cuidado en no alterar algo a voluntad. Cuando se enfrenta a un texto literario esto cobra mayor dificultad, ya que debe saber diferenciar algo que no está bien escrito de alguna licencia creativa.

Corrección de pruebas

Después de pasar por la revisión del corrector de estilo, por el editor y el autor, y la editorial decida que el manuscrito está listo para la imprenta, aparece el corrector de pruebas. Este confronta el libro con las pruebas de imprenta, asegurándose que todas las revisiones hechas previamente se hayan seguido, y que no se haya alterado ninguna línea, título, sangría o se haya compaginado mal a la hora de imprimir. El corrector de pruebas también debe revisar el trabajo del corrector de estilo, y a veces encuentra errores que este no pudo ver.

Normas APA: Referencias

Las referencias son una parte importante de los paratextos de un documento. Aquí te enseñamos la forma correcta de elaborarlas.

Se les llama referencias a los datos bibliográficos de cada fuente de información citada en el cuerpo del texto. El tipo de fuente empleado, ya sea libro, artículo o capítulo de libro, determina los datos bibliográficos que deben ser incluidos en la referencia.

¿Cómo se realiza una referencia?

Todas las referencias deben aparecer en una lista dentro de una página separada del texto, y el título debe ser “Referencias”, centrado en la parte superior de la página, en negrita. No subrayes o uses comillas para el título. Cada entrada en la lista debe tener una sangría francesa a 1,27 cm del margen izquierdo e incluir cuatro elementos básicos: autor, fecha de publicación, título del trabajo y fuente para recuperación.

Ejemplo:

Referencias con más de un autor

Con las reglas actualizadas en la séptima edición del sistema APA se puede referenciar a más de veinte autores.

Estos deben presentarse con el nombre invertido (Apellido, Nombre) y en el orden que aparecen en la fuente original.

Recuerda que la lista de referencias debe ir en orden alfabético.

Cuatro tipos de videos para redes sociales

Los videos son sencillos de consumir y muy requeridos por los usuarios en internet. Sin embargo, algunos sobresalen por razones determinadas.

Gran cantidad del tráfico en internet se basa en videos. La mayoría de los usuarios de redes sociales admiten ver más de una hora de video en Facebook y YouTube por semana. Los videos son fáciles de mirar, no requieren demasiado esfuerzo para consumirlos, pero como hay tantos millones de este tipo de contenidos en la web, es necesario hacerlos interesantes para que el usuario no pase al siguiente.

A continuación, algunos de los videos más consumidos en internet y la razón detrás de esta popularidad.

Tutoriales cortos

Mirar un video explicativo es más sencillo que leer las instrucciones. Pero atrás han quedado los largos tutoriales donde el cocinero que preparaba la receta daba un largo preámbulo antes de ponerse a trabajar. Esto cambió cuando apareció la sección Tasty, de la página Buzzfeed. Su formato ha inspirado a millones de otros creadores por tres razones: son cortos y agradables, con una duración promedio de 42 segundos; no requieren sonido para entender lo que está sucediendo, así es como se reproduce el 85% de los videos en Facebook; y enseñan a hacer cosas. A partir de entonces, los creadores de internet han comenzado a enseñar todo tipo de cosas, desde elaborar postres hasta arreglar artefactos en casa con el mismo formato corto y directo.

Videos de noticias

Los videos de noticias de Vox ha gustado por razones similares de las de Tasty: los videos son cortos, con un promedio de dos minutos, con lo que no se pierde la atención del usuario; muestran pies de imagen y animaciones para que no se tenga que escuchar el video; y abarcan primicias. Con estos tres elementos, las personas pueden enterarse de lo último que está ocurriendo en el mundo en un tiempo muy corto y con la información precisa, sin necesidad de relleno.

Los tops

A las personas les gusta saber las principales tendencias sobre el tema que más les interesa en el momento, y una forma rápida y fácil de hacer esto es elaborar un top 10 (o top 5) de temas relacionados con tu empresa, servicio o producto. Para que sean eficaces, es recomendable que sigan las características de los videos anteriormente mencionados: que sean cortos, no necesiten volumen para ser consumidos, y tengan un tema popular entre tus seguidores, para no perder la atención.

Video blog

Si tus colaboradores tienen tiempo y la naturaleza de tu negocio lo permite, este puede ser un contenido interesante y alternativo para tu audiencia. Los video blogs, o vlogs, muestran un lado más personal e informal de cualquier organización, ya que funcionan como un diario. Se podría hacer vlogs para mostrar a la empresa en algún evento especial, o si se quiere mostrar el día a día de los trabajadores en determinado puesto. Aunque en este caso no se puede prescindir del sonido, se recomienda que no sean demasiado largos, y que sigan un aspecto que a tu audiencia le interese en particular sobre tu marca.

Mitos sobre la corrección de textos

Aunque esta profesión tiene mucho tiempo de existencia y son requeridos en varios campos, todavía existen supuestos de lo que se trata este trabajo.

Los correctores de estilo son profesionales con una labor poco conocida. Algunas personas piensan que basta con saber manejar bien el lenguaje, otras creen que pueden arreglar mágicamente un texto con una sola leída. Debido a esta ambigüedad sobre su ocupación, hasta el día de hoy siguen existiendo varias confusiones y mitos sobre su labor. En realidad, es un trabajo bastante complejo, y tiene más implicancias de lo que se piensa. A continuación, algunos de estos mitos explicados.

La corrección de estilo y corrección ortotipográfica

La corrección ortotipográfica es aquella que cambia el texto para que no tenga faltas de este tipo. Más que nada, corrige tildes, mayúsculas y minúsculas, palabras mal escritas, comas y puntos. Por otro lado, la corrección de estilo es la que se emplea para dar coherencia al texto. Este tipo de trabajo revisa las redundancias, frases enredadas, cacofonías o el vocabulario empleado, de manera que el escrito tenga mayor fluidez y sea agradable a la lectura.

Un corrector puede trabajar en varios géneros

Un corrector de textos no necesariamente es capaz de corregir una tesis y un manual de autos, o una novela de la misma forma que un informe médico. Existen correctores especializados en temas específicos, aunque esto no significa que no existan correctores que puedan trabajar en varios tipos de texto. es cuestión de preguntar.

La corrección de estilo implica cambiar un texto

El corrector no va a reescribir la obra, el artículo, el ensayo o el informe, sino que la va a revisar y mejorar según lo visto en el primer punto.

Consejos generales para escribir un guion

Un filme, ya sea corto o largo, está hecho de imágenes más que de palabras. El guion es solo una herramienta para que estas imágenes presenten lo que se desea.

Los guiones bien escritos tienen que transmitir toda la información necesaria para que se pueda visualizar el desarrollo completo de la película en la pantalla como se vio en la imaginación del escritor: cómo transcurre el dialogo, cómo actúan los personajes o cuál es el conflicto que desencadena la historia. Para ello es necesario tener algunas consideraciones previas.

No te lances al vacío

Antes de comenzar a escribir, es muy importante tener un plan al menos el punto de partida y adónde se quiere llegar.

Es acción, no descripción

Las descripciones deben aportar a lo que la audiencia vea, por lo que no pueden tener descripciones muy largas y rebuscadas, sino dirigidas a lo que se quiere que esté ocurriendo.

Los personajes son instrumentos

No es necesario presentar a los personajes, hay que mostrar su personalidad y dejar que se desarrollen al servicio de la historia.

Termina la historia a tiempo

Una buena historia corta debe terminar en el momento justo. Siempre será mejor que se queden inquietos, con preguntas y saquen sus propias conclusiones, en lugar de contar demasiado y desenganchar a la audiencia hacia el final.

Tiene que entenderse

Muchas veces, uno suele olvidar que el cortometraje será visto por otras personas. Un error común de los principiantes es llenar los guiones de alegorías y simbolismos, que son comprensibles para cualquiera, menos para el autor. Es importante aterrizarlo para que se entienda y se pueda emplear los símbolos que se quieran mostrar.

Luis Miguel Espejo: «El trabajo de un corrector es como el de un ninja, debe ser sigiloso, y cortar sin que uno se dé cuenta».

El docente de Principios de la Corrección abre una ventana hacia lo que se verá en este curso: una introducción a la labor de los correctores y lo que se encuentra en su campo de manejo.

El Curso Integral de Corrección de Estilo es un programa diseñado para aquellos que quieran iniciarse en la corrección de textos o seguir capacitándose en esta área. El programa busca, de manera general, que el alumno se inicie en el estudio de la normativa castellana y que adquiera todas las herramientas necesarias para corregir de manera eficaz y precisa.

Luis Miguel Espejo enseña el curso de Principios de la Corrección, dictado en el cuarto módulo. En este, se busca dar un panorama general de lo que implica la carrera a los que ya son correctores o aquellos que están comenzando a incursionar en este camino. Este oficio implica tomar en cuenta más aspectos de los que generalmente se tienen en mente, como por ejemplo saber qué tipos de corrección existen, los deberes del corrector y lo que no está dentro de su campo. Para una realidad como la de nuestra región, que todavía no tiene un conocimiento muy amplio sobre todos los aspectos de la industria editorial, es útil tener un espacio donde se mencionan estos aspectos de manera sistemática.

¿Cuánto sabe la persona común sobre el trabajo del corrector?

Hay gente que sí sabe qué implica una publicación, pero hay otros que solo imaginan el proceso de publicaciones y no tienen idea de lo grande que es, de la cantidad de gente que puede entrar allí. Uno de los muchos elementos de ese proceso de publicación y edición general es el corrector, que puede ser corrector de estilo, corrector de contenidos, corrector ortotipográfico o corrector de pruebas. Dentro de esta fase hay más etapas, y antes también hubo otras etapas. Todo el proceso completo lo ve un editor, pero en nuestro medio nos hemos malacostumbrado —desde hace unos quince años— a que el mismo corrector haga el trabajo del editor. Entonces, eso es lo primero que les advierto: deberíamos tener un editor por encima. Al respecto, normalmente la experiencia que los alumnos traen es «Pero si nosotros somos correctores, podemos hablar directamente con el autor para resolver problemas», y yo les respondo: «Mejor no, eso dejémoslo al editor porque tu función no es tomar esas decisiones, sino corregir un texto porque tiene algún problema, eres un peón más». En la realidad, los clientes imaginan al corrector como un ser todopoderoso que maneja el lenguaje, puede investigar y puede entregar un texto limpio a la primera pasada; pero después aparecen sorpresas, porque un libro nunca sale bien a la primera.

¿Se valora esta labor en nuestra región?

No se valora por desconocimiento. Ese es el problema: somos un país analfabeto, aquí ni leemos ni escribimos. Somos alérgicos a la cultura, somos alérgicos al conocimiento. Valoramos ahora más la opinión que el conocimiento, nos fijamos más en cómo opinamos que en la idea de fondo. Un país tan ignorante obviamente no sabe de qué se trata la publicación de libros, de artículos, o incluso piezas gráficas básicas, como avisos publicitarios. El otro día yo compartí en redes un cartel que encontré en una notaría: de diez palabras, cuatro tenían errores. A ese nivel estamos en este país y, en general, los otros países de la región. Si alguien sacó un libro piensan que este salió de una manera mágica y me sirve para acomodarlo en mi biblioteca, para decir que tengo libros; pero no lo abren ni lo leen ni saben qué implica estructurar ideas, mandarlas a revisión, diagramar, imprimir, revisar, hacer el tiraje, elegir el papel, retocar imágenes, revisar las tablas cuando se necesitan… En realidad, es un gran trabajo que no se puede hacer en un par de meses, y aquí la gente piensa que es un proceso mágico: dame tu cotización, hacemos un estimado, te negocian el precio y después se pueden estar quejando cuando alguien les llama la atención, pero ellos mismos no han revisado su publicación.

¿Qué se verá en tu curso para manejar estas situaciones?

Principios de la Corrección es un curso introductorio. Es como abrirte la puerta y enseñarte el desierto: en la corrección debes estar dispuesto a todo, aceptar cualquier reto que se te presente delante y saber que, por ejemplo, cuando se presente alguna dificultad que tú mismo no puedas resolver, cuentas con colegas que te van a ayudar. Porque en edición de textos, así como en la vida, todo tiene solución. Y si tú no la ves, alguien más lo va a ver. En edición puedes saber el tiempo que te toma corregir una página, pero, como les digo, en el fondo le tienes que aumentar un 40 o 50% más de tiempo. Además, es muy importante que comiences a leer para encontrar referencias. Si es un texto personal o una opinión que van a colocar en Facebook, no pasa nada. Pero cuando te dan un manual de ensamblaje o un recetario de cocina, tienes que leer otros manuales de ensamblaje u otros recetarios de cocina; cuando te dejen medicina, astrofísica, armas o navegación, estás obligado a revisar otro tipo de textos parecidos. Eso toma tiempo y, en realidad, esa página que podías corregir en menos de diez minutos te toma unos veinte. Ese tiempo que te toma corregir estás cobrándolos por dejar de hacer algo para ayudar a otro que no pudo hacerlo bien. Y tienes destrezas, pero las herramientas que vemos en el curso no son suficientes. Yo les digo que podemos leer a Martínez de Sousa, podemos revisar las recomendaciones de la gramática o de la ortografía, pero eso nunca va a ser suficiente. La experiencia es lo que te dará la «cintura» para navegar en este desierto. Cuanto más te equivoques, cuantos más textos enfrentes, y mejor entiendas lo que tienes que hacer ―si es corrección de estilo, corrección de contenidos, u ortotipografía―, entonces mejor va a ser tu trabajo.

Por ejemplo, una de las cosas que vimos la clase pasada es lo que hace y no hace un corrector. Y muchos estaban sorprendidos de lo especializado que es el trabajo. No tienes la función de contactarte con el autor o darle una clase sobre por qué no usar esta coma o no usar estas mayúsculas. Tu trabajo es lo que te ha pedido el cliente que te paga, pero también es ver qué necesita el otro cliente que no te paga, el lector.

Siempre les digo: «Ustedes tienen dos balas de plata que no pueden usar a la ligera; tienen que pelearse por aquellas situaciones que valen la pena». Por ejemplo, el cliente quiere usar mayúsculas en los cargos porque es un ministerio o una iglesia o un aparato militar y se van a ofender si no ven «teniente coronel» en mayúscula, entonces en ese caso cedes, total, los lectores están acostumbrados. Pero si te dicen que no puedes usar gerundios porque siempre traen problemas, el corrector puede responder: «Sí se puede usar gerundios cuando se saben las reglas». Tienes que saber usar esas balas de plata y ser consciente, porque no todo puede corregirse con un mismo molde, las necesidades de un lector en Perú, o un lector femenino, un lector juvenil, un lector escolar o un lector profesional, son diferentes. Tienes que tener «cintura»; no puedes estar encasillado en lo que diga la RAE, que no te va a poner una estrellita cuando no uses sus reglas, pero al lector peruano no le va a gustar cuando escribas «Amazonia» en vez de «Amazonía». Hay que quitarle el tabú de omnipotente a la RAE, porque es una buena referencia, pero no está escrita en piedra. Además, las leyes van cambiando según el tiempo y el lugar. Hay que aprender a no meter mano porque tienes mano. Yo les digo que tienen que conversar con un texto, y a veces el texto les exige: «¡corrígeme, por favor!», ya sea porque está mal escrito, porque no tiene mucho sentido, porque está plagiado, pero no tienes que corregir simplemente porque eres corrector, tienes que respetar la voz de los autores. Y si la voz es fea, hay que aceptarlo. El trabajo de un corrector es como el de un ninja: debe ser sigiloso, y cortar sin que uno se dé cuenta.

¿Para qué sirve la sintaxis?

Entender algo más de lo que es la sintaxis puede dar una luz sobre la importancia de estudiarla.

La sintaxis es una rama de la gramática que estudia los principios del orden y la combinación de las palabras y los conjuntos que se puedan formar en las oraciones. Estos deben estar dotados de un sentido especifico y una función.

Las palabras no operan de manera individual, sino que funciona una junto a la otra; si se combinan de una manera distinta a la que se quiere, el significado de la oración puede alterarse totalmente.

La sintaxis tiene dos funciones claras:

1. Enseña los órdenes posibles del lenguaje: señala las combinaciones permitidas y no permitidas de las palabras para obtener significados reconocibles.

Ejemplo: La niña salta muy alto. / La niña muy alto.

En la primera oración se ve que La niña, el sujeto, tiene un verbo, salta, y un adverbio de modo, muy alto.

En cambio, la segunda oración no tiene sentido porque no hay un verbo, y el adverbio de modo no aplica al sujeto.

2. Ayuda a variar el modo en que construimos las oraciones, para sacarle el máximo provecho al idioma en cuanto a creatividad.

Ejemplo: Muy alto salta la niña.

Esta oración dice exactamente lo mismo que la anterior, pero en otro orden. Con este sencillo ejercicio, una oración sencilla puede cambiar de ritmo y convertirse en el verso de un poema o en parte de una canción.

Consejos para armar una noticia

«Noticia» es una de las palabras más usadas dentro del periodismo. Sin embargo, en la actualidad se cometen muchos errores sobre lo que realmente es, cómo estructurarla y qué hacer para que conecte con el público.

La noticia tiene tres aspectos fundamentales que la califican como tal: es una acción que ha sucedido recientemente, es decir, un acontecimiento actual; debe romper con la rutina diaria, por lo que se le considera algo excepcional; y debe ser de interés general para el público. Una vez encontrada la noticia, el siguiente paso es plasmarla en un papel (o en una hoja de Word). Es aquí donde surgen muchas preguntas: ¿Desde qué ángulo abordar la noticia? ¿Cómo se deben ordenar las ideas? ¿Cómo hacer para que la redacción genere interés en los lectores? Las preguntas pueden ser interminables.

En esta oportunidad, resumimos algunos consejos prácticos de redacción periodística para armar una noticia:

Estructura

Toda noticia se divide en tres partes esenciales: titular, bajada y cuerpo, con una función específica que es necesario conocer. El titular es el texto que, en pocas palabras, brinda el tema principal; dominarlo adecuadamente despierta el interés por la lectura de la noticia. La bajada o entradilla es el núcleo del texto, y brinda la información esencial que luego será ampliada en la última parte del escrito. Finalmente, el cuerpo desarrolla la información brindada en las partes anteriores y los complementa con datos adicionales que estén vinculados con el tema principal.

Orden

Al escribir una noticia, es necesario empezar por lo más importante y dejar los datos complementarios al final. A esta metodología se le conoce como la pirámide invertida y busca cumplir dos objetivos muy claros: el primero es que el lector obtenga la información de mayor relevancia desde el inicio, en caso se vea interrumpido por cualquier suceso que lo rodea. En segundo lugar, cuando la noticia pasa a maquetación, es posible que se haga un recorte de las palabras finales porque aparecen muchas otras igual de interesantes o que se asigne un mayor espacio a la publicidad; con la pirámide invertida se evita que la información al parecer relevante pase desapercibida o que se pierda por falta de espacio.

Las tres «C»

A diferencia de otros géneros periodísticos, las noticias disponen de un espacio breve para comunicar todo lo que desean. Por este motivo, es necesario que contenga las tres «C» de la redacción periodística: claro, concreto y conciso. La claridad se obtiene cuando se responde a todas las interrogantes planteadas durante el desarrollo del texto. Además, una noticia es concreta cuando se brinda información de un acontecimiento en particular y no depende, para entenderla, de hechos ajenos a los presentados. Por último, se sabe que la noticia es concisa al utilizar un lenguaje sencillo, breve y que permita captar las ideas de forma inmediata, evita usar palabras rebuscadas o que sean muy vagas.

Por último, es necesario tener un amplio conocimiento de las normas de redacción que permitan escribir correctamente en todo momento.