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Cuatro tipos de corrección

La corrección de un texto implica varias clases de corrección antes de declararse corregido y limpio.

Cuando un texto pasa por las manos de un corrector de texto, no se limita simplemente a revisar la ortografía, la gramática y que las comas estén en su sitio. La corrección de un texto implica muchos otros pasos a seguir antes de entregar el escrito corregido y listo para publicar. A continuación, se especificará cada una de estas etapas.

Cabe resaltar, en primer lugar, que no van una después de otra, ya que a veces se dan en simultáneo. En segundo lugar, es recomendable que cada una de estas etapas se repita más de una vez.

Corrección ortográfica

Es la más conocida y la única que se piensa que implica la tarea del corrector. Incluye las tildes, las comas, los puntos, los dos puntos, el uso correcto de las palabras y la formación semántica adecuada.

En caso el libro juegue con el lenguaje de alguna forma, esta etapa se pone algo más complicada, ya que el corrector debe tener criterio para ver cuándo se trata de un quiebre de reglas consciente y cuándo se trata de un error gramatical que no debería estar presente.

Corrección ortotipográfica

Este tipo de corrección le brinda uniformidad al texto. Este tipo de corrección ve negritas, cursivas, versalitas, comillas, notas al pie de página, superíndices o subíndices, números, abreviaturas, siglas, paréntesis, formas de presentar citas, etc. También revisa que el uso de jerarquías se respete a lo largo de todo el texto. La última revisión ortotipográfica se lleva a cabo cuando el material ya está diagramado.

Corrección lexicosemántica

En esta etapa, se revisa el uso de las palabras. Puede ser que repita mucho una palabra, puede ser que la use de manera incorrecta. Aquí entra a trabajar el conocimiento léxico del corrector y tiene licencia para reemplazar sinónimos o, de frente, eliminar alguna palabra repetida.  

Corrección de estilo

En esta última etapa se revisa la sintaxis de las frases, la gramática, ver si sobran palabras, adjetivos o adverbios o si alguna frase necesita ser reformulada.

InDesign: Lo que no debe faltar en la caja de herramientas de un editor

Tercerizar algunos procesos a veces trae mayores problemas. La solución a estos puede estar en que el editor sepa manejar la herramienta y maquetar el libro. 

Después de la edición del texto, el siguiente paso en la publicación es la maquetación del manuscrito. Esto puede tomar mucho tiempo si hay un diseñador en la mitad del trabajo, y si bien su trabajo es necesario para que el proceso sea profesional, que un editor haga el primer trabajo de maquetación puede ser más sencillo cuando el editor sabe manejar la herramienta.

Controlar los textos

El editor ha trabajado con el texto desde sus inicios, incluso a veces desde su concepción. Por ello, si logra controlar la herramienta para InDesign, tendrá el poder de manejar el texto y hacerlo como le parece debería terminar. Esto podrá evitar malos entendidos y comunicación cruzada con los diseñadores.

Es accesible

Adobe InDesign no requiere de equipos especiales, solo es necesario una computadora de mediana capacidad. Si esta puede procesar programas como Word, no tendrá problemas para hacer funcionar este programa sin que se trabe. 

Es fácil de manejar

Adobe InDesign es una herramienta bastante sencilla de manejar. Solo es necesario saber algunos comandos y funciones simples, y a partir de ello se podrá hacer una gran variedad de cosas con el texto. Un curso será suficiente para aprender todas las posibilidades de este programa.

Luis Miguel Espejo: «El problema es la base, nunca nos han enseñado cómo escribir».

Escritor, traductor y profesor de diversos cursos de redacción, Luis Miguel Espejo aconseja cómo se puede enfrentar la escritura de una manera más sencilla.

El Curso Integral de Expresión Escrita (CIEE) busca despertar y reforzar la habilidad de elaborar textos con fluidez. Se centra en el desarrollo y la mejora de la capacidad comunicativa escrita aplicada en el día a día y en el manejo de la normativa de la lengua española.

Luis Miguel Espejo es profesor de los cursos de Redacción I y Redacción II, que forman parte de la malla curricular del CIEE. En esta entrevista, conversa sobre la naturaleza de escribir un texto y por qué resulta tan complicado en nuestra vida cotidiana. También busca echar un poco de luz sobre qué se puede hacer cuando nos vemos enfrentados ante la tarea de redactar dese cero, y de qué forma se manejan estas situaciones en los cursos que imparte. 

¿Por qué se piensa que redactar un texto es tan complicado?

Esa idea forma parte de uno de los tantos tabúes que tenemos. En América Latina le hemos dado esa categoría a la idea de poner ideas por escrito. En realidad, no es complicado; el problema es la base, nunca nos han enseñado cómo escribir. Yo no conozco experiencias, al menos en Perú, de colegios que se enfoquen e inculquen cómo la gente pueda expresar sus ideas por escrito. Nunca lo he visto. Puede haber uno que otro, pero en su mayoría siguen modelos de colegios americanos o británicos, a menos en mi experiencia. El resto de la gente es un borrego más en un campo inmenso donde nadie se ha preocupado de peinarlo. Entonces llega al mundo adulto y cree que, porque sabe leer, puede escribir, y allí está el problema, que no sabe hacerlo. Pero redactar textos no es complicado. Hay maneras muy sencillas que vemos en los cursos, y lo que se busca es entregar esos pasos básicos que nunca han tenido de manera sistemática en su formación, que se componen, principalmente, de pensar estas ideas grandes: qué quiero decir, a quién se lo voy a decir, y por dónde lo va a recibir mi receptor; si en pantalla, impreso, con fotografías, sin fotografías, todo eso te ayuda a tomar decisiones. Entonces una vez que sabes qué quieres decir, cómo lo vas a decir y a quién se lo vas a decir, ya sabes de qué tamaño es el texto, qué tipo de lenguaje tienes que usar, y puedes comenzar a lanzar tus ideas en una lluvia que luego organizas. Pero sobre todo con un esquema previo para saber qué vas a decir en dónde y cómo vas a llegar hasta el final. Es como planificar, por ejemplo, la construcción de una casita de perro. ¿Qué necesitas? Un espacio, madera, clavo, tornillo, serrucho, pintura, etc. Y una vez que tienes los materiales, organizas los pasos: primero, tengo que poner un clavo acá, después hacer el marco, el piso, el techo, la pinto y meto al perro; no se puede hacer el techo primero. Ese es el problema con nosotros, no nos han enseñado una técnica.

A veces, la capacidad de escribir se concibe como en un estrato más alto. ¿Ubicar estas habilidades en una especie de pedestal puede ocasionar que expresarnos por escrito parezca más difícil?  

Así como hay tabú, también hay huachafería latinoamericana, y se piensa que, como alguien ha escrito literatura, es superior o tiene un estatus más olímpico, menos mundano que los demás. Los ingenieros o abogados manejan varios tipos de redacción técnica y especializada que sirven para su rubro, y esos son usuarios normales, al igual que los heladeros, los usuarios de WhatsApp y todos los que tienen que escribir algún texto. Entre este tipo de escritura, desde el pósit que dejas en tu refrigeradora, hasta el informe que tienes que enviar a tus donantes, y el de la «provincia» de la literatura, hay un cambio de reglas, porque la literatura ya no tiene una función. A diferencia del pósit, que tiene una función: «Mami, guárdame el helado», la literatura, como cualquier tipo de arte, permite que la gente interprete lo que quiera, no tiene una utilidad práctica.

¿Qué se va a ver en el curso para que la tarea de escribir sea más sencilla?

Se busca animar a los estudiantes a organizar sus ideas en un esquema previo al texto. No tiene que ser una obra de arte, tiene que cumplir su cometido. Si lo que quieres hacer es el manual de una lavadora, no te tienes que esmerar mucho en el estilo o el lenguaje, pero sí con la presentación, porque lo que se quiere es paso uno, dos, tres y cuatro; si lo logras, está bien tu texto. También se recomienda, para un análisis o un artículo de opinión, tener cierta forma, una tónica, un orden lógico: comenzar con una hipótesis, alimentar con algunos ejemplos, contrastar y llegar a un final que deje el texto redondo. Lo que le digo a la gente en mis clases es que necesitan perder el miedo y empezar a escribir, y si ya lo saben hacer, porque hay mucha gente que llega sabiendo, tienen que afinar el ojo para la revisión y captar esos vicios que arrastran del periodismo, de la televisión o de las redes sociales. Pero la redacción no es complicada: si hablar no es complicado, escribir es simplemente aprender algunas habilidades especiales extras, pero no mucho más allá.

Dentro del programa de tus talleres y cursos, suele haber un repaso de las normas de ortografía y gramática. ¿Cuál es la función de esta revisión?

Redactar implica saber algunas normas de funcionamiento. Si ya se conocieran estas reglas, podría ser mucho más práctico y exigente, pero por lo general en nuestro medio la gente parece estar más enterada a otras cosas que a las normas de ortografía, y les deberían prestar atención; me parece que, últimamente, la gente se alimenta mucho de redes sociales, que normalmente tienen contenidos bastante breves, escritos en un estilo ágil que permita leer en un celular. Pero se lanzan a escribir sin saber algunas cosas súper básicas. Y no me refiero solo a cualquier usuario, basta simplemente con ver los tuits de Kenyi Fujimori o de Aldo Mariátegui.

Cuando se saben esas cosas básicas resulta más fácil concentrarse después en cómo escribir y organizar sus textos. Tengo la sensación de que algunas personas, cuando terminan el curso, han reforzado eso que no tenían claro, que eran las reglas; otros, que ya sabían las reglas, han reforzado la parte de la organización. Yo prefiero darle más peso a lo segundo. Lo que suelo hacer cuando empieza el curso es mandarles las reglas y les pido que las aprendan por su cuenta.

Comandos de InDesign que simplifican el trabajo

Aprende estos pequeños trucos para que la maquetación de tu texto esté uniformizada y sea más fácil y rápida de trabajar.

Adobe InDesign es una herramienta relativamente fácil de usar, y en la actualidad es la preferida de los maquetadores por ser tan amigable al usuario sin que esto baje la calidad del producto final. El programa también tiene una serie de pequeños trucos que permiten optimizar el tiempo del usuario y hacer que el texto quede más uniformizado.

Guardar como

Una forma sencilla de empezar un documento nuevo a partir de uno antiguo es usar el comando Archivo < Guardar como. Esto se suele hacer cuando el documento a cambiar es muy similar al anterior, o se necesita la referencia. Además, se puede pasar de un archivo muy pesado a uno más ligero con la misma información.

Previsualizar preimpresión y Ajustes de prueba

Ambos comandos permiten predecir cómo quedará el proyecto impreso. Se encuentran en la pestaña de Ver.

Si el programa está demasiado lento, se puede desactivar estas opciones temporalmente.

Longitud del documento

Si el trabajo que estás haciendo tiene muchas páginas y, además, cuenta con imágenes, la manera de achicar este documento y hacerlo más manejable es trabajar con un tipo de documentos llamado Libro. Este se puede crear desde la pestaña de Archivo < Nuevo y cuando se pregunte entre Documento y Libro, se elige Libro. Esto permite trabajar con varios documentos como si fuera uno solo.

Revisión de ortografía

En caso existan dudas sobre la calidad de escritura de tu documento aún cuando ya ha pasado varias revisiones, hay una opción para que el programa la revise de manera similar a Word. Solo tienes que ir a Edición – Ortografía y gramática < Comprobar ortografía mientras se escribe.

Estilos de párrafo

En esta sección se pueden crear formatos de texto para ser aplicadas después de manera inmediata. Solo es necesario entrar en la barra de tareas y allí se puede determinar si se quiere una sangría, una tipología específica o una separación de letras. Una vez que se tiene, cada vez que se quiera aplicar en un texto se debe señalar esta porción y aplicar el estilo yendo a Estilos de párrafo y presionando sobre el estilo que se desea mostrar. Recordar que solo se puede aplicar por párrafo, no por línea.

Diferencias entre formato APA y formato Vancouver

En el mundo de la citación académica hay muchas opciones. El formato APA y el formato Vancouver son las que más se usan. Estas son sus respectivas características.

El formato APA fue creado por la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association) como normas y directrices para asegurar una presentación clara y consistente del material escrito. Si bien al comienzo se empleó solo para las ciencias del comportamiento y temas de estudio con la salud mental, ahora se emplea para casi todas las disciplinas de las humanidades.

Por otro lado, el formato Vancouver es un conjunto de reglas para la publicación de manuscritos enfocado en las Ciencias de la Salud. Se trata de un sistema de citas numéricas, a las que se hace referencia a lo largo del texto. toma su nombre por una reunión llevada a cabo en la ciudad de Vancouver, Canadá, donde se creó el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas.

Las principales diferencias entre el formato APA y el Vancouver se ven en la elaboración de referencias. Por ejemplo, así se cita un libro en cada uno de estos:

Formato APA

Apellido, inicial del nombre (año). Título. Lugar de publicación: editorial.

Ejemplo:

Borges, J. L. (2011). Ficciones. Buenos Aires: Debolsillo.

Formato Vancouver

[N. °]Apellido, inicial de nombre. Volumen. Edición. Lugar de publicación: editorial; año.

Ejemplo:

[25] Jiménez Murillo L, Montero Pérez FJ. Compendio de Medicina de Urgencias: guía terapéutica. 2ª ed. Madrid: Elsevier; 2005.

Características de los textos digitales

Las redes sociales son una herramienta muy importante para promocionar un producto o servicio, y tienen su propia forma de comunicación. Conoce algunas de las características de estos textos.

Los textos digitales son contenidos escritos con el objetivo de informar, comunicar expresar o promocionar dentro del ambiente digital. Probablemente la diferencia más notable sea que los textos tradicionales no tienen la difusión de los digitales. Sin embargo, hay muchas características que los hacen únicos y pueden ayudar a que su alcance sea mayor.

Personalización

Para que un texto digital alcance realmente a su público, debe estar personalizado hacia el público objetivo, abordando sus necesidades y empleando un vocabulario con el que se pueda identificar.

Conectividad

El texto digital tiene la posibilidad de llegar a cualquier parte del mundo en cuestión de segundos, y se puede compartir y hacer viral de la misma manera si el mensaje está correctamente dirigido y armado.

Hipertextualidad

Gracias a la plataforma en la que se publican, un texto puede llevar a otras páginas de manera infinita. Esto se puede lograr gracias a los tags a otras cuentas, el compartir imágenes o videos, los enlaces a otras páginas.

Multimedia

En relación al punto anterior, los textos digitales no dependen de sí mismos, ya que siempre vienen acompañados por imágenes, videos, audios, infografías o gifs. Todo esto permite una lectura mucho más dinámica.

Actualización constante

Los medios digitales son muy dinámicos, y, por lo tanto, los textos también deben serlo. Para que continúen vigentes al pasar del tiempo ―que en el mundo digital a veces puede ser cuestión de horas― deben ser capaces de ser actualizados o tener el don de la atemporalidad.

Helbert López: «Nuestro punto de partida es qué se debe entender por comunicación para luego estudiar qué es la intención comunicativa».

Helbert López Calderón, docente responsable de Tipología Textual dentro del CIEE, despeja dudas acerca de la aproximación a la escritura desde la intención de cada uno de los tipos de texto que existen.

El Curso Integral de Expresión Escrita (CIEE) busca despertar y reforzar la habilidad de elaborar textos y tener mayor fluidez en la elaboración de todo tipo de escritos. Se centra en el desarrollo y la mejora de la capacidad comunicativa escrita aplicada en el día a día y en el manejo de la normativa de la lengua española.

Tipología Textual forma parte de la malla curricular de este programa, y en él se estudia la clasificación de los textos de acuerdo con la intención comunicativa que tenga. A partir de esta, se busca la familiarización con estos tipos de textos para poder elaborarlos y corregirlos. Helbert López, docente a cargo de este curso, explica acerca de este curso, y nos comenta de qué manera puede ayudar a tomar la redacción de una manera más cercana y con resultados más efectivos.

1. ¿Por qué se puede pensar que redactar un texto es complicado?

Todos tenemos la capacidad de comunicarnos —relativamente bien— de manera oral. Antiguamente las culturas se sostenían gracias a la oralidad. El conocimiento y la mitología eran, básicamente, orales. No obstante, desde el momento en que pasamos a la escritura, nos enfrentamos a algo que la oralidad no exige con demasiado rigor pero que la escritura sí: la normativa.

Desde ese punto de vista, las personas sienten que escribir es complicado, que la claridad de las ideas ya no depende tanto de la fuerza propia del mensaje sino de un cierto orden y de la capacidad para utilizar estructuras comunicativas complejas.

En la oralidad, las palabras fluyen una detrás de otra casi sin parar. En la escritura, uno puede pasar horas frente a una página en blanco sin saber por dónde comenzar.

2. ¿Qué se verá en su curso para hacer que esta tarea sea más asequible?

En el curso de Tipología Textual se enseña a reconocer las características de los textos para saber de qué tipo son. Para ello, no solo estudiaremos el cómo están clasificados, sino que entenderemos de dónde viene dicha clasificación y qué lugar ocupan los textos en el proceso de la comunicación.

Por tal razón, nuestro punto de partida es qué se debe entender por comunicación para luego estudiar qué es la intención comunicativa, de qué trata la situación comunicativa, qué registros lingüísticos requiere un acto comunicativo y qué criterios intervienen para definir el tipo de texto que queremos producir.

Finalmente, después de que se aprende a reconocer los diferentes tipos de texto, proponemos un pequeño método de análisis textual que nos permita involucrarnos con los mensajes y entender lo mejor posible su significado.

Una vez logrados estos propósitos, la tarea de redacción de un texto será más sencilla.

3. ¿Cómo ayuda saber los diferentes tipos de texto a redactar mejor?

Es cierto que una situación comunicativa textual maneja ciertas estructuras que a veces no son claramente visibles en los textos. Pero cuando se hacen visibles y las podemos identificar, lo más natural es imitar dichas estructuras. Por ejemplo, digamos que queremos escribir adivinanzas. Si ya tenemos plenamente identificados sus elementos, aparte de la estructura misma, mediante la imitación podremos seguir de manera precisa las reglas que exigen su construcción, de tal modo que nuestra adivinanza cumpla con los rasgos típicos del género lírico y, además, mantenga su función lúdica.

La historia de George Harrison: I Me Mine

Publicado por primera vez en 1980, I Me Mine sale por primera vez en español por la editorial Libros del Kultrum.

La nueva publicación de la editorial Libros de Kultrum revela claves de la compleja personalidad de Harrison, que, de acuerdo con el diario El País, «no era callado ni llevó una vida apacible». Es una biografía de toda la trayectoria del guitarrista, desde su infancia en Liverpool, la explosión de los Beatles, su amor por la India y algunos pasatiempos poco esperados, como los autos o la jardinería. La reedición incluye aportes de su esposa Olivia Harrison y del escritor Derek Taylor.

Por supuesto, los integrantes de la banda no pudieron quedar fuera del libro. De ese modo, se cuenta cómo John Lennon y Paul MacCartney opacaron su talento y logró colar algunas canciones como «While My Guitar Gently Weeps», «Here Comes the Sun» y «Something» porque no tuvieron el valor de rechazarlas. Pero «All Things Must Pass» no colmó las expectativas de sus excompañeros. Harrison la ubicó en primer plano de su disco como solista.  

La primera edición de I Me Mine se publicó en 1980 por Genesis Publications como un libro encuadernado a mano en edición limitada de 2000 ejemplares, incluyendo facsímiles de letras escritas a mano por Harrison. Esta se agotó rápidamente, así que fue publicado por W. H. Allen en Londres y Simon & Schuster en Nueva York, esta vez en tapa dura y blanda.

La edición actual contiene 141 canciones seleccionadas por el autor, así como reproducciones facsimilares de las letras escritas por él mismo, con acotaciones de autocrítica sin tapujos. También presenta cincuenta canciones escritas para los Beatles y su propia discografía como solista.

Facsímil de uno de los manuscritos de George Harrison presentes en la edición I Me Mine en español.

Libros del Kultrum es una editorial española que se dedica a publicar biografías, correspondencia, ficciones o diarios de todo tipo de músicos, tanto los más conocidos como algunos de culto. En su catálogo se incluyen memorias de Lenny Kravitz, The Clash, Johnny Cash, Nina Simone y prosas reunidas de Lester Bangs.

Importancia de la sintaxis en la redacción

Para escribir un buen texto es necesario saber antes cómo escribir una oración clara y correctamente organizada.

La sintaxis es la parte de la gramática que estudia la manera de combinar y relacionar las palabras con el fin de elaborar secuencias más largas, como los sintagmas y las oraciones. También estudia la función de cada una de estas partes en las construcciones que realizamos.

Toda gran estructura se compone de partes bien elaboradas que encajan correctamente. Por esa razón, para escribir textos claros y que logren transmitir lo que tiene el escritor en mente, es importante saber cómo se componen las oraciones y para qué sirve cada una de sus partes. A continuación, compartimos algunos beneficios que otorgan los conocimientos en sintaxis para una buena redacción.

Cuestión de orden

Ayuda al escritor a seleccionar el orden de presentar la información que brinda dentro de la oración, así como vincular adecuadamente una con la otra si se quiere agrandar la información.

Libertad del idioma

Para cambiar las reglas, hay que saber primero cuáles son. Por ello, para cambiar el orden de las oraciones y crear con el lenguaje hay que entender, primero, cómo se compone una oración y para qué funciona cada una de sus partes.

Intención del lector

Conocer bien la sintaxis logrará, con algo de práctica, manejar el nivel del lenguaje en el texto. De esa manera, se puede saber cómo hacerlo más sencillo y directo o más complejo y exponer ideas más abstractas.

La redacción dentro del ecosistema digital

La redacción dentro del mundo digital es de mucha utilidad cuando buscamos dar a conocer nuestra marca y potenciar la comunicación dentro nuestro ecosistema digital.

Con la presencia del internet cada vez más presente en nuestra vida cotidiana, hemos empezado a centrar nuestras expectativas de crecimiento laboral y profesional en el mundo digital. Desde el vecino que ha iniciado un emprendimiento con su familia hasta las enormes compañías multinacionales, todos nos hemos visto en la necesidad de crear un ambiente donde podamos relacionarnos y que nos permita mostrar nuestra marca al público. A este ambiente, donde se agrupan redes sociales, páginas webs y servicios de mensajería como WhatsApp, se le conoce como ecosistema digital.

En esencia, un ecosistema digital fomenta las oportunidades de crecimiento de nuestra marca y genera tácticas que optimizan el servicio de atención al cliente. Por ello, es necesario saber cómo comunicarnos en cada uno de los espacios del ecosistema digital que estamos formando. Durante su creación es vital conocer todas las limitaciones y oportunidades que nos ofrecen los espacios en los que se desenvuelve nuestra marca.

Cada canal de comunicación que usamos tiene su propio lenguaje y es aquí donde debemos tomar conciencia de cómo nos expresamos en nuestra redacción. Twitter y Facebook nos ofrecen oportunidades únicas, pero también limitaciones propias de la naturaleza de cada una de estas redes sociales; si bien en Facebook se puede escribir más y poner imágenes, el público necesita un balance correcto de ambos o el producto no resaltará entre los otros miles alrededor. En Twitter, el límite de caracteres implica el manejo de una economía de lenguaje particular, así como un lenguaje que resulte fácil de captar. De igual manera, el público de Instagram es mucho más visual, por lo que es más útil que nuestro texto se presente dentro de una imagen (o un conjunto de ellas), y sea directo y breve. Si bien podemos usar la caja de descripción para brindar una información más completa, no tiene tanta visibilidad como la imagen.

Algo diferente sucede en los chats. No solo importa que respondamos rápido y seamos claros en nuestra redacción, también debemos transmitir simpatía y confianza con nuestras palabras. De esta forma, quienes se acercan no solo estarán complacidos por un buen trato, sino que nos recomendarán con otras personas.

Otra forma de aprovechar la redacción dentro de nuestro ecosistema digital está en la creación de guiones para videos. Esto es algo que saben muy bien los creadores de contenidos audiovisuales. En el producto final lo que brilla es la calidad de edición o los efectos usan para llamar nuestra atención como público, pero en el proceso de creación de sus contenidos ellos necesitan una trama que seguir, un hilo que les de el inicio y el final, sin temor a salirse por otros temas o quedarse en blanco a mitad de la grabación.

Como hemos visto, la redacción cumple un papel muy importante dentro del ecosistema digital que estamos diseñando y su uso depende de diversos factores: la cantidad de caracteres, la visibilización que tiene el espacio que se le asigna, la personalidad que tiene nuestra marca e, incluso, si se verá directamente o será la base para otra clase de contenido.