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Cuatro tipos de videos para redes sociales

Los videos son sencillos de consumir y muy requeridos por los usuarios en internet. Sin embargo, algunos sobresalen por razones determinadas.

Gran cantidad del tráfico en internet se basa en videos. La mayoría de los usuarios de redes sociales admiten ver más de una hora de video en Facebook y YouTube por semana. Los videos son fáciles de mirar, no requieren demasiado esfuerzo para consumirlos, pero como hay tantos millones de este tipo de contenidos en la web, es necesario hacerlos interesantes para que el usuario no pase al siguiente.

A continuación, algunos de los videos más consumidos en internet y la razón detrás de esta popularidad.

Tutoriales cortos

Mirar un video explicativo es más sencillo que leer las instrucciones. Pero atrás han quedado los largos tutoriales donde el cocinero que preparaba la receta daba un largo preámbulo antes de ponerse a trabajar. Esto cambió cuando apareció la sección Tasty, de la página Buzzfeed. Su formato ha inspirado a millones de otros creadores por tres razones: son cortos y agradables, con una duración promedio de 42 segundos; no requieren sonido para entender lo que está sucediendo, así es como se reproduce el 85% de los videos en Facebook; y enseñan a hacer cosas. A partir de entonces, los creadores de internet han comenzado a enseñar todo tipo de cosas, desde elaborar postres hasta arreglar artefactos en casa con el mismo formato corto y directo.

Videos de noticias

Los videos de noticias de Vox ha gustado por razones similares de las de Tasty: los videos son cortos, con un promedio de dos minutos, con lo que no se pierde la atención del usuario; muestran pies de imagen y animaciones para que no se tenga que escuchar el video; y abarcan primicias. Con estos tres elementos, las personas pueden enterarse de lo último que está ocurriendo en el mundo en un tiempo muy corto y con la información precisa, sin necesidad de relleno.

Los tops

A las personas les gusta saber las principales tendencias sobre el tema que más les interesa en el momento, y una forma rápida y fácil de hacer esto es elaborar un top 10 (o top 5) de temas relacionados con tu empresa, servicio o producto. Para que sean eficaces, es recomendable que sigan las características de los videos anteriormente mencionados: que sean cortos, no necesiten volumen para ser consumidos, y tengan un tema popular entre tus seguidores, para no perder la atención.

Video blog

Si tus colaboradores tienen tiempo y la naturaleza de tu negocio lo permite, este puede ser un contenido interesante y alternativo para tu audiencia. Los video blogs, o vlogs, muestran un lado más personal e informal de cualquier organización, ya que funcionan como un diario. Se podría hacer vlogs para mostrar a la empresa en algún evento especial, o si se quiere mostrar el día a día de los trabajadores en determinado puesto. Aunque en este caso no se puede prescindir del sonido, se recomienda que no sean demasiado largos, y que sigan un aspecto que a tu audiencia le interese en particular sobre tu marca.

Mitos sobre la corrección de textos

Aunque esta profesión tiene mucho tiempo de existencia y son requeridos en varios campos, todavía existen supuestos de lo que se trata este trabajo.

Los correctores de estilo son profesionales con una labor poco conocida. Algunas personas piensan que basta con saber manejar bien el lenguaje, otras creen que pueden arreglar mágicamente un texto con una sola leída. Debido a esta ambigüedad sobre su ocupación, hasta el día de hoy siguen existiendo varias confusiones y mitos sobre su labor. En realidad, es un trabajo bastante complejo, y tiene más implicancias de lo que se piensa. A continuación, algunos de estos mitos explicados.

La corrección de estilo y corrección ortotipográfica

La corrección ortotipográfica es aquella que cambia el texto para que no tenga faltas de este tipo. Más que nada, corrige tildes, mayúsculas y minúsculas, palabras mal escritas, comas y puntos. Por otro lado, la corrección de estilo es la que se emplea para dar coherencia al texto. Este tipo de trabajo revisa las redundancias, frases enredadas, cacofonías o el vocabulario empleado, de manera que el escrito tenga mayor fluidez y sea agradable a la lectura.

Un corrector puede trabajar en varios géneros

Un corrector de textos no necesariamente es capaz de corregir una tesis y un manual de autos, o una novela de la misma forma que un informe médico. Existen correctores especializados en temas específicos, aunque esto no significa que no existan correctores que puedan trabajar en varios tipos de texto. es cuestión de preguntar.

La corrección de estilo implica cambiar un texto

El corrector no va a reescribir la obra, el artículo, el ensayo o el informe, sino que la va a revisar y mejorar según lo visto en el primer punto.

Consejos generales para escribir un guion

Un filme, ya sea corto o largo, está hecho de imágenes más que de palabras. El guion es solo una herramienta para que estas imágenes presenten lo que se desea.

Los guiones bien escritos tienen que transmitir toda la información necesaria para que se pueda visualizar el desarrollo completo de la película en la pantalla como se vio en la imaginación del escritor: cómo transcurre el dialogo, cómo actúan los personajes o cuál es el conflicto que desencadena la historia. Para ello es necesario tener algunas consideraciones previas.

No te lances al vacío

Antes de comenzar a escribir, es muy importante tener un plan al menos el punto de partida y adónde se quiere llegar.

Es acción, no descripción

Las descripciones deben aportar a lo que la audiencia vea, por lo que no pueden tener descripciones muy largas y rebuscadas, sino dirigidas a lo que se quiere que esté ocurriendo.

Los personajes son instrumentos

No es necesario presentar a los personajes, hay que mostrar su personalidad y dejar que se desarrollen al servicio de la historia.

Termina la historia a tiempo

Una buena historia corta debe terminar en el momento justo. Siempre será mejor que se queden inquietos, con preguntas y saquen sus propias conclusiones, en lugar de contar demasiado y desenganchar a la audiencia hacia el final.

Tiene que entenderse

Muchas veces, uno suele olvidar que el cortometraje será visto por otras personas. Un error común de los principiantes es llenar los guiones de alegorías y simbolismos, que son comprensibles para cualquiera, menos para el autor. Es importante aterrizarlo para que se entienda y se pueda emplear los símbolos que se quieran mostrar.

Luis Miguel Espejo: «El trabajo de un corrector es como el de un ninja, debe ser sigiloso, y cortar sin que uno se dé cuenta».

El docente de Principios de la Corrección abre una ventana hacia lo que se verá en este curso: una introducción a la labor de los correctores y lo que se encuentra en su campo de manejo.

El Curso Integral de Corrección de Estilo es un programa diseñado para aquellos que quieran iniciarse en la corrección de textos o seguir capacitándose en esta área. El programa busca, de manera general, que el alumno se inicie en el estudio de la normativa castellana y que adquiera todas las herramientas necesarias para corregir de manera eficaz y precisa.

Luis Miguel Espejo enseña el curso de Principios de la Corrección, dictado en el cuarto módulo. En este, se busca dar un panorama general de lo que implica la carrera a los que ya son correctores o aquellos que están comenzando a incursionar en este camino. Este oficio implica tomar en cuenta más aspectos de los que generalmente se tienen en mente, como por ejemplo saber qué tipos de corrección existen, los deberes del corrector y lo que no está dentro de su campo. Para una realidad como la de nuestra región, que todavía no tiene un conocimiento muy amplio sobre todos los aspectos de la industria editorial, es útil tener un espacio donde se mencionan estos aspectos de manera sistemática.

¿Cuánto sabe la persona común sobre el trabajo del corrector?

Hay gente que sí sabe qué implica una publicación, pero hay otros que solo imaginan el proceso de publicaciones y no tienen idea de lo grande que es, de la cantidad de gente que puede entrar allí. Uno de los muchos elementos de ese proceso de publicación y edición general es el corrector, que puede ser corrector de estilo, corrector de contenidos, corrector ortotipográfico o corrector de pruebas. Dentro de esta fase hay más etapas, y antes también hubo otras etapas. Todo el proceso completo lo ve un editor, pero en nuestro medio nos hemos malacostumbrado —desde hace unos quince años— a que el mismo corrector haga el trabajo del editor. Entonces, eso es lo primero que les advierto: deberíamos tener un editor por encima. Al respecto, normalmente la experiencia que los alumnos traen es «Pero si nosotros somos correctores, podemos hablar directamente con el autor para resolver problemas», y yo les respondo: «Mejor no, eso dejémoslo al editor porque tu función no es tomar esas decisiones, sino corregir un texto porque tiene algún problema, eres un peón más». En la realidad, los clientes imaginan al corrector como un ser todopoderoso que maneja el lenguaje, puede investigar y puede entregar un texto limpio a la primera pasada; pero después aparecen sorpresas, porque un libro nunca sale bien a la primera.

¿Se valora esta labor en nuestra región?

No se valora por desconocimiento. Ese es el problema: somos un país analfabeto, aquí ni leemos ni escribimos. Somos alérgicos a la cultura, somos alérgicos al conocimiento. Valoramos ahora más la opinión que el conocimiento, nos fijamos más en cómo opinamos que en la idea de fondo. Un país tan ignorante obviamente no sabe de qué se trata la publicación de libros, de artículos, o incluso piezas gráficas básicas, como avisos publicitarios. El otro día yo compartí en redes un cartel que encontré en una notaría: de diez palabras, cuatro tenían errores. A ese nivel estamos en este país y, en general, los otros países de la región. Si alguien sacó un libro piensan que este salió de una manera mágica y me sirve para acomodarlo en mi biblioteca, para decir que tengo libros; pero no lo abren ni lo leen ni saben qué implica estructurar ideas, mandarlas a revisión, diagramar, imprimir, revisar, hacer el tiraje, elegir el papel, retocar imágenes, revisar las tablas cuando se necesitan… En realidad, es un gran trabajo que no se puede hacer en un par de meses, y aquí la gente piensa que es un proceso mágico: dame tu cotización, hacemos un estimado, te negocian el precio y después se pueden estar quejando cuando alguien les llama la atención, pero ellos mismos no han revisado su publicación.

¿Qué se verá en tu curso para manejar estas situaciones?

Principios de la Corrección es un curso introductorio. Es como abrirte la puerta y enseñarte el desierto: en la corrección debes estar dispuesto a todo, aceptar cualquier reto que se te presente delante y saber que, por ejemplo, cuando se presente alguna dificultad que tú mismo no puedas resolver, cuentas con colegas que te van a ayudar. Porque en edición de textos, así como en la vida, todo tiene solución. Y si tú no la ves, alguien más lo va a ver. En edición puedes saber el tiempo que te toma corregir una página, pero, como les digo, en el fondo le tienes que aumentar un 40 o 50% más de tiempo. Además, es muy importante que comiences a leer para encontrar referencias. Si es un texto personal o una opinión que van a colocar en Facebook, no pasa nada. Pero cuando te dan un manual de ensamblaje o un recetario de cocina, tienes que leer otros manuales de ensamblaje u otros recetarios de cocina; cuando te dejen medicina, astrofísica, armas o navegación, estás obligado a revisar otro tipo de textos parecidos. Eso toma tiempo y, en realidad, esa página que podías corregir en menos de diez minutos te toma unos veinte. Ese tiempo que te toma corregir estás cobrándolos por dejar de hacer algo para ayudar a otro que no pudo hacerlo bien. Y tienes destrezas, pero las herramientas que vemos en el curso no son suficientes. Yo les digo que podemos leer a Martínez de Sousa, podemos revisar las recomendaciones de la gramática o de la ortografía, pero eso nunca va a ser suficiente. La experiencia es lo que te dará la «cintura» para navegar en este desierto. Cuanto más te equivoques, cuantos más textos enfrentes, y mejor entiendas lo que tienes que hacer ―si es corrección de estilo, corrección de contenidos, u ortotipografía―, entonces mejor va a ser tu trabajo.

Por ejemplo, una de las cosas que vimos la clase pasada es lo que hace y no hace un corrector. Y muchos estaban sorprendidos de lo especializado que es el trabajo. No tienes la función de contactarte con el autor o darle una clase sobre por qué no usar esta coma o no usar estas mayúsculas. Tu trabajo es lo que te ha pedido el cliente que te paga, pero también es ver qué necesita el otro cliente que no te paga, el lector.

Siempre les digo: «Ustedes tienen dos balas de plata que no pueden usar a la ligera; tienen que pelearse por aquellas situaciones que valen la pena». Por ejemplo, el cliente quiere usar mayúsculas en los cargos porque es un ministerio o una iglesia o un aparato militar y se van a ofender si no ven «teniente coronel» en mayúscula, entonces en ese caso cedes, total, los lectores están acostumbrados. Pero si te dicen que no puedes usar gerundios porque siempre traen problemas, el corrector puede responder: «Sí se puede usar gerundios cuando se saben las reglas». Tienes que saber usar esas balas de plata y ser consciente, porque no todo puede corregirse con un mismo molde, las necesidades de un lector en Perú, o un lector femenino, un lector juvenil, un lector escolar o un lector profesional, son diferentes. Tienes que tener «cintura»; no puedes estar encasillado en lo que diga la RAE, que no te va a poner una estrellita cuando no uses sus reglas, pero al lector peruano no le va a gustar cuando escribas «Amazonia» en vez de «Amazonía». Hay que quitarle el tabú de omnipotente a la RAE, porque es una buena referencia, pero no está escrita en piedra. Además, las leyes van cambiando según el tiempo y el lugar. Hay que aprender a no meter mano porque tienes mano. Yo les digo que tienen que conversar con un texto, y a veces el texto les exige: «¡corrígeme, por favor!», ya sea porque está mal escrito, porque no tiene mucho sentido, porque está plagiado, pero no tienes que corregir simplemente porque eres corrector, tienes que respetar la voz de los autores. Y si la voz es fea, hay que aceptarlo. El trabajo de un corrector es como el de un ninja: debe ser sigiloso, y cortar sin que uno se dé cuenta.

¿Para qué sirve la sintaxis?

Entender algo más de lo que es la sintaxis puede dar una luz sobre la importancia de estudiarla.

La sintaxis es una rama de la gramática que estudia los principios del orden y la combinación de las palabras y los conjuntos que se puedan formar en las oraciones. Estos deben estar dotados de un sentido especifico y una función.

Las palabras no operan de manera individual, sino que funciona una junto a la otra; si se combinan de una manera distinta a la que se quiere, el significado de la oración puede alterarse totalmente.

La sintaxis tiene dos funciones claras:

1. Enseña los órdenes posibles del lenguaje: señala las combinaciones permitidas y no permitidas de las palabras para obtener significados reconocibles.

Ejemplo: La niña salta muy alto. / La niña muy alto.

En la primera oración se ve que La niña, el sujeto, tiene un verbo, salta, y un adverbio de modo, muy alto.

En cambio, la segunda oración no tiene sentido porque no hay un verbo, y el adverbio de modo no aplica al sujeto.

2. Ayuda a variar el modo en que construimos las oraciones, para sacarle el máximo provecho al idioma en cuanto a creatividad.

Ejemplo: Muy alto salta la niña.

Esta oración dice exactamente lo mismo que la anterior, pero en otro orden. Con este sencillo ejercicio, una oración sencilla puede cambiar de ritmo y convertirse en el verso de un poema o en parte de una canción.

Consejos para armar una noticia

«Noticia» es una de las palabras más usadas dentro del periodismo. Sin embargo, en la actualidad se cometen muchos errores sobre lo que realmente es, cómo estructurarla y qué hacer para que conecte con el público.

La noticia tiene tres aspectos fundamentales que la califican como tal: es una acción que ha sucedido recientemente, es decir, un acontecimiento actual; debe romper con la rutina diaria, por lo que se le considera algo excepcional; y debe ser de interés general para el público. Una vez encontrada la noticia, el siguiente paso es plasmarla en un papel (o en una hoja de Word). Es aquí donde surgen muchas preguntas: ¿Desde qué ángulo abordar la noticia? ¿Cómo se deben ordenar las ideas? ¿Cómo hacer para que la redacción genere interés en los lectores? Las preguntas pueden ser interminables.

En esta oportunidad, resumimos algunos consejos prácticos de redacción periodística para armar una noticia:

Estructura

Toda noticia se divide en tres partes esenciales: titular, bajada y cuerpo, con una función específica que es necesario conocer. El titular es el texto que, en pocas palabras, brinda el tema principal; dominarlo adecuadamente despierta el interés por la lectura de la noticia. La bajada o entradilla es el núcleo del texto, y brinda la información esencial que luego será ampliada en la última parte del escrito. Finalmente, el cuerpo desarrolla la información brindada en las partes anteriores y los complementa con datos adicionales que estén vinculados con el tema principal.

Orden

Al escribir una noticia, es necesario empezar por lo más importante y dejar los datos complementarios al final. A esta metodología se le conoce como la pirámide invertida y busca cumplir dos objetivos muy claros: el primero es que el lector obtenga la información de mayor relevancia desde el inicio, en caso se vea interrumpido por cualquier suceso que lo rodea. En segundo lugar, cuando la noticia pasa a maquetación, es posible que se haga un recorte de las palabras finales porque aparecen muchas otras igual de interesantes o que se asigne un mayor espacio a la publicidad; con la pirámide invertida se evita que la información al parecer relevante pase desapercibida o que se pierda por falta de espacio.

Las tres «C»

A diferencia de otros géneros periodísticos, las noticias disponen de un espacio breve para comunicar todo lo que desean. Por este motivo, es necesario que contenga las tres «C» de la redacción periodística: claro, concreto y conciso. La claridad se obtiene cuando se responde a todas las interrogantes planteadas durante el desarrollo del texto. Además, una noticia es concreta cuando se brinda información de un acontecimiento en particular y no depende, para entenderla, de hechos ajenos a los presentados. Por último, se sabe que la noticia es concisa al utilizar un lenguaje sencillo, breve y que permita captar las ideas de forma inmediata, evita usar palabras rebuscadas o que sean muy vagas.

Por último, es necesario tener un amplio conocimiento de las normas de redacción que permitan escribir correctamente en todo momento.

Cuatro tipos de corrección

La corrección de un texto implica varias clases de corrección antes de declararse corregido y limpio.

Cuando un texto pasa por las manos de un corrector de texto, no se limita simplemente a revisar la ortografía, la gramática y que las comas estén en su sitio. La corrección de un texto implica muchos otros pasos a seguir antes de entregar el escrito corregido y listo para publicar. A continuación, se especificará cada una de estas etapas.

Cabe resaltar, en primer lugar, que no van una después de otra, ya que a veces se dan en simultáneo. En segundo lugar, es recomendable que cada una de estas etapas se repita más de una vez.

Corrección ortográfica

Es la más conocida y la única que se piensa que implica la tarea del corrector. Incluye las tildes, las comas, los puntos, los dos puntos, el uso correcto de las palabras y la formación semántica adecuada.

En caso el libro juegue con el lenguaje de alguna forma, esta etapa se pone algo más complicada, ya que el corrector debe tener criterio para ver cuándo se trata de un quiebre de reglas consciente y cuándo se trata de un error gramatical que no debería estar presente.

Corrección ortotipográfica

Este tipo de corrección le brinda uniformidad al texto. Este tipo de corrección ve negritas, cursivas, versalitas, comillas, notas al pie de página, superíndices o subíndices, números, abreviaturas, siglas, paréntesis, formas de presentar citas, etc. También revisa que el uso de jerarquías se respete a lo largo de todo el texto. La última revisión ortotipográfica se lleva a cabo cuando el material ya está diagramado.

Corrección lexicosemántica

En esta etapa, se revisa el uso de las palabras. Puede ser que repita mucho una palabra, puede ser que la use de manera incorrecta. Aquí entra a trabajar el conocimiento léxico del corrector y tiene licencia para reemplazar sinónimos o, de frente, eliminar alguna palabra repetida.  

Corrección de estilo

En esta última etapa se revisa la sintaxis de las frases, la gramática, ver si sobran palabras, adjetivos o adverbios o si alguna frase necesita ser reformulada.

InDesign: Lo que no debe faltar en la caja de herramientas de un editor

Tercerizar algunos procesos a veces trae mayores problemas. La solución a estos puede estar en que el editor sepa manejar la herramienta y maquetar el libro. 

Después de la edición del texto, el siguiente paso en la publicación es la maquetación del manuscrito. Esto puede tomar mucho tiempo si hay un diseñador en la mitad del trabajo, y si bien su trabajo es necesario para que el proceso sea profesional, que un editor haga el primer trabajo de maquetación puede ser más sencillo cuando el editor sabe manejar la herramienta.

Controlar los textos

El editor ha trabajado con el texto desde sus inicios, incluso a veces desde su concepción. Por ello, si logra controlar la herramienta para InDesign, tendrá el poder de manejar el texto y hacerlo como le parece debería terminar. Esto podrá evitar malos entendidos y comunicación cruzada con los diseñadores.

Es accesible

Adobe InDesign no requiere de equipos especiales, solo es necesario una computadora de mediana capacidad. Si esta puede procesar programas como Word, no tendrá problemas para hacer funcionar este programa sin que se trabe. 

Es fácil de manejar

Adobe InDesign es una herramienta bastante sencilla de manejar. Solo es necesario saber algunos comandos y funciones simples, y a partir de ello se podrá hacer una gran variedad de cosas con el texto. Un curso será suficiente para aprender todas las posibilidades de este programa.

Luis Miguel Espejo: «El problema es la base, nunca nos han enseñado cómo escribir».

Escritor, traductor y profesor de diversos cursos de redacción, Luis Miguel Espejo aconseja cómo se puede enfrentar la escritura de una manera más sencilla.

El Curso Integral de Expresión Escrita (CIEE) busca despertar y reforzar la habilidad de elaborar textos con fluidez. Se centra en el desarrollo y la mejora de la capacidad comunicativa escrita aplicada en el día a día y en el manejo de la normativa de la lengua española.

Luis Miguel Espejo es profesor de los cursos de Redacción I y Redacción II, que forman parte de la malla curricular del CIEE. En esta entrevista, conversa sobre la naturaleza de escribir un texto y por qué resulta tan complicado en nuestra vida cotidiana. También busca echar un poco de luz sobre qué se puede hacer cuando nos vemos enfrentados ante la tarea de redactar dese cero, y de qué forma se manejan estas situaciones en los cursos que imparte. 

¿Por qué se piensa que redactar un texto es tan complicado?

Esa idea forma parte de uno de los tantos tabúes que tenemos. En América Latina le hemos dado esa categoría a la idea de poner ideas por escrito. En realidad, no es complicado; el problema es la base, nunca nos han enseñado cómo escribir. Yo no conozco experiencias, al menos en Perú, de colegios que se enfoquen e inculquen cómo la gente pueda expresar sus ideas por escrito. Nunca lo he visto. Puede haber uno que otro, pero en su mayoría siguen modelos de colegios americanos o británicos, a menos en mi experiencia. El resto de la gente es un borrego más en un campo inmenso donde nadie se ha preocupado de peinarlo. Entonces llega al mundo adulto y cree que, porque sabe leer, puede escribir, y allí está el problema, que no sabe hacerlo. Pero redactar textos no es complicado. Hay maneras muy sencillas que vemos en los cursos, y lo que se busca es entregar esos pasos básicos que nunca han tenido de manera sistemática en su formación, que se componen, principalmente, de pensar estas ideas grandes: qué quiero decir, a quién se lo voy a decir, y por dónde lo va a recibir mi receptor; si en pantalla, impreso, con fotografías, sin fotografías, todo eso te ayuda a tomar decisiones. Entonces una vez que sabes qué quieres decir, cómo lo vas a decir y a quién se lo vas a decir, ya sabes de qué tamaño es el texto, qué tipo de lenguaje tienes que usar, y puedes comenzar a lanzar tus ideas en una lluvia que luego organizas. Pero sobre todo con un esquema previo para saber qué vas a decir en dónde y cómo vas a llegar hasta el final. Es como planificar, por ejemplo, la construcción de una casita de perro. ¿Qué necesitas? Un espacio, madera, clavo, tornillo, serrucho, pintura, etc. Y una vez que tienes los materiales, organizas los pasos: primero, tengo que poner un clavo acá, después hacer el marco, el piso, el techo, la pinto y meto al perro; no se puede hacer el techo primero. Ese es el problema con nosotros, no nos han enseñado una técnica.

A veces, la capacidad de escribir se concibe como en un estrato más alto. ¿Ubicar estas habilidades en una especie de pedestal puede ocasionar que expresarnos por escrito parezca más difícil?  

Así como hay tabú, también hay huachafería latinoamericana, y se piensa que, como alguien ha escrito literatura, es superior o tiene un estatus más olímpico, menos mundano que los demás. Los ingenieros o abogados manejan varios tipos de redacción técnica y especializada que sirven para su rubro, y esos son usuarios normales, al igual que los heladeros, los usuarios de WhatsApp y todos los que tienen que escribir algún texto. Entre este tipo de escritura, desde el pósit que dejas en tu refrigeradora, hasta el informe que tienes que enviar a tus donantes, y el de la «provincia» de la literatura, hay un cambio de reglas, porque la literatura ya no tiene una función. A diferencia del pósit, que tiene una función: «Mami, guárdame el helado», la literatura, como cualquier tipo de arte, permite que la gente interprete lo que quiera, no tiene una utilidad práctica.

¿Qué se va a ver en el curso para que la tarea de escribir sea más sencilla?

Se busca animar a los estudiantes a organizar sus ideas en un esquema previo al texto. No tiene que ser una obra de arte, tiene que cumplir su cometido. Si lo que quieres hacer es el manual de una lavadora, no te tienes que esmerar mucho en el estilo o el lenguaje, pero sí con la presentación, porque lo que se quiere es paso uno, dos, tres y cuatro; si lo logras, está bien tu texto. También se recomienda, para un análisis o un artículo de opinión, tener cierta forma, una tónica, un orden lógico: comenzar con una hipótesis, alimentar con algunos ejemplos, contrastar y llegar a un final que deje el texto redondo. Lo que le digo a la gente en mis clases es que necesitan perder el miedo y empezar a escribir, y si ya lo saben hacer, porque hay mucha gente que llega sabiendo, tienen que afinar el ojo para la revisión y captar esos vicios que arrastran del periodismo, de la televisión o de las redes sociales. Pero la redacción no es complicada: si hablar no es complicado, escribir es simplemente aprender algunas habilidades especiales extras, pero no mucho más allá.

Dentro del programa de tus talleres y cursos, suele haber un repaso de las normas de ortografía y gramática. ¿Cuál es la función de esta revisión?

Redactar implica saber algunas normas de funcionamiento. Si ya se conocieran estas reglas, podría ser mucho más práctico y exigente, pero por lo general en nuestro medio la gente parece estar más enterada a otras cosas que a las normas de ortografía, y les deberían prestar atención; me parece que, últimamente, la gente se alimenta mucho de redes sociales, que normalmente tienen contenidos bastante breves, escritos en un estilo ágil que permita leer en un celular. Pero se lanzan a escribir sin saber algunas cosas súper básicas. Y no me refiero solo a cualquier usuario, basta simplemente con ver los tuits de Kenyi Fujimori o de Aldo Mariátegui.

Cuando se saben esas cosas básicas resulta más fácil concentrarse después en cómo escribir y organizar sus textos. Tengo la sensación de que algunas personas, cuando terminan el curso, han reforzado eso que no tenían claro, que eran las reglas; otros, que ya sabían las reglas, han reforzado la parte de la organización. Yo prefiero darle más peso a lo segundo. Lo que suelo hacer cuando empieza el curso es mandarles las reglas y les pido que las aprendan por su cuenta.

Comandos de InDesign que simplifican el trabajo

Aprende estos pequeños trucos para que la maquetación de tu texto esté uniformizada y sea más fácil y rápida de trabajar.

Adobe InDesign es una herramienta relativamente fácil de usar, y en la actualidad es la preferida de los maquetadores por ser tan amigable al usuario sin que esto baje la calidad del producto final. El programa también tiene una serie de pequeños trucos que permiten optimizar el tiempo del usuario y hacer que el texto quede más uniformizado.

Guardar como

Una forma sencilla de empezar un documento nuevo a partir de uno antiguo es usar el comando Archivo < Guardar como. Esto se suele hacer cuando el documento a cambiar es muy similar al anterior, o se necesita la referencia. Además, se puede pasar de un archivo muy pesado a uno más ligero con la misma información.

Previsualizar preimpresión y Ajustes de prueba

Ambos comandos permiten predecir cómo quedará el proyecto impreso. Se encuentran en la pestaña de Ver.

Si el programa está demasiado lento, se puede desactivar estas opciones temporalmente.

Longitud del documento

Si el trabajo que estás haciendo tiene muchas páginas y, además, cuenta con imágenes, la manera de achicar este documento y hacerlo más manejable es trabajar con un tipo de documentos llamado Libro. Este se puede crear desde la pestaña de Archivo < Nuevo y cuando se pregunte entre Documento y Libro, se elige Libro. Esto permite trabajar con varios documentos como si fuera uno solo.

Revisión de ortografía

En caso existan dudas sobre la calidad de escritura de tu documento aún cuando ya ha pasado varias revisiones, hay una opción para que el programa la revise de manera similar a Word. Solo tienes que ir a Edición – Ortografía y gramática < Comprobar ortografía mientras se escribe.

Estilos de párrafo

En esta sección se pueden crear formatos de texto para ser aplicadas después de manera inmediata. Solo es necesario entrar en la barra de tareas y allí se puede determinar si se quiere una sangría, una tipología específica o una separación de letras. Una vez que se tiene, cada vez que se quiera aplicar en un texto se debe señalar esta porción y aplicar el estilo yendo a Estilos de párrafo y presionando sobre el estilo que se desea mostrar. Recordar que solo se puede aplicar por párrafo, no por línea.