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Martín Adán: 115 años de cartón

Un día como hoy, en 1908, nació Ramón Rafael de la Fuente Benavides, conocido por su seudónimo de Martín Adán. A 115 años de su natalicio, les presentamos un breve repaso de su vida y obra.

Se dice que el mítico poeta estadounidense Allen Ginsberg tenía una fuerte admiración por la obra de Martín Adán. Por ello, al ser invitado al Perú por Sebastián Salazar Bondy, se encontró con Adán en Lima en mayo de 1960. En 1963, tras la publicación del poemario Reality Sandwiches, destacó uno de los poemas mas celebrados de Ginsberg: To an Old Poet in Peru (A un viejo poeta en Perú), dedicado enteramente a la reunión que sostuvo con el poeta nacional.

Y es que Martín Adán es considerado como uno de los máximos representantes de la literatura vanguardista de Latinoamérica. Desde muy joven frecuentó los círculos literarios de la época. Mucho antes de terminar el colegio, asistía asiduamente a la casa de su amigo José María Egurén —de quien recibió una fuerte influencia poética—, donde se juntaban autores de la talla de Percy Gibson, Mariano Brull, entre otros.

Tras terminar sus estudios escolares, Adán se dedicó a colaborar con diversas revistas. Una de ellas fue Amauta, de José Carlos Mariátegui. Según corrobora el mismo Estuardo Núñez, fue el amauta quien lo animó a adoptar el seudónimo de Martín Adán, como un símbolo de reconciliación entre la teoría darwiniana de la evolución y el creacionismo religioso. Sin embargo, Adán refirió que el seudónimo data de las tertulias literarias en casa de Eguren.

En fino cartón

La casa de cartón, su obra más celebrada, fue auspiciada por Mariátegui, quien quedó impresionado por la calidad literaria de Martín Adán. Por otro lado, la edición del libro estuvo a cargo de Luis Alberto Sánchez. El libro salió publicado en julio de 1928, con un tiraje de 300 ejemplares. Cabe mencionar que la primera edición no fue puesta a la venta, pero fue tal su difusión que los círculos literarios posaron su atención en los trabajos de Adán. En 1958 salió una segunda edición del libro, la cual si fue comercializada.

El autor consideraba que dicha obra no era novela, tal como se le conoce hoy en día, sino fragmentos sueltos que retrataban el balneario de Barranco, donde pasó su infancia. No hay argumento definido, a lo largo de los 39 pasajes que componen un retrato de la infancia y adolescencia del autor.

Excesos, últimos trabajos y fallecimiento

A partir de 1935, la vida de Martín Adán transcurriría entre hospitales y sanatorios, a los que ingresaba de forma voluntaria debido a su alcoholismo. Desde el internamiento escribía poemas de corte existencial, que evidenciaba una búsqueda perpetua de identidad. Entre dichos vaivenes, en 1950 publica el poemario Travesías de extramares, auspiciado por el Ministerio de Cultura

Luego de dicha publicación, Martín Adán entraría en silencio literario por cerca de una década. En 1961, publica Escrito a ciegas, así como otros poemarios: La mano desasida y Canto a Machu Picchu (1964) y La piedra absoluta (1966).

En 1963 se interna en una clínica psiquiátrica de forma permanente, de la cual saldría veinte años después. En 1985 fallece en el hospital Arzobispo Loayza, tras un shock posoperatorio.

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