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Cinco libros para recordar a David Foster Wallace

Hoy se cumplen 15 años del fallecimiento de uno de los más grandes novelistas de la literatura estadounidense. La obra de Foster Wallace configura uno de los legados más importantes de las letras universales. Aquí te dejamos cinco títulos emblemáticos del autor.

La niña del pelo raro (1989)

Una de las mejores formas de conocer el estilo y perspectiva de un autor es leyendo sus cuentos. La obra de David Foster Wallace, compleja y vasta como tal, merece una estrategia para ser abordada. En esta colección de cuentos, encontramos diez relatos que enfilan una crítica directa a la sociedad actual. Asimismo, este libro representa una pincelada al pensamiento del autor, quien echa mano de lo raro, lo normal, lo familiar y el absurdo para componer historias que rozan problemáticas actuales.

Esto es agua (2009)

Aunque no lo crean, este libro es un discurso que fue ofrecido por Foster Wallace durante la ceremonia de graduación de la Universidad de Kenyon. Se dice que cuando lo pronunció, allá por el 2005, ante un auditorio abarrotado de estudiantes ansiosos por escucharlo, el autor indicó que les iba a contar un chiste acerca de tres peces, con lo cual tal vez comprenderían la soledad del mundo que les aguardaba. Libro de cabecera para quienes se inicien en la lectura de este escritor.

Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer (1997)

Esta colección de ensayos es una de las más celebradas de Foster Wallace, en donde aborda diversos temas como el existencialismo, la cultura televisiva, su juventud en el medio oeste, así como su fascinación por el tenis y las matemáticas. Por otro lado, también contiene unos ensayos sobre crítica literaria, como Noticias bastante exageradas, E Unibus Pluram: Televisión y narrativa norteamericana.

La broma infinita (1996)

La obra maestra de Foster Wallace y considerada entre las cien mejores novelas en habla inglesa por la revista Time. Pese a que es considerada como una novela, la cantidad de temas que abarca la hacen inclasificable, aunque algunos la colocan en el género de la sátira, novela posmoderna, tragicomedia, distopía, novela filosófica, entre otras categorías. El argumento gira en torno a un tiempo en el que Estados Unidos, Canadá y México conforman un solo estado llamado Organización Norteamericana de Naciones. Por otro lado, las compañías pueden comprar ciertos derechos para colocarles nombres a los años, por lo cual el calendario pasa a tener años subsidiados por empresas. En tanto, la historia se mezcla con los periplos de la familia Incandenza, en medio de un nuevo orden mundial. En esta novela, Foster Wallace hace alusión a todas las formas de adicción, especialmente las devenidas de la necesidad irrefrenable de entretenimiento, la falta de libertad y las creadas a partir de las dependencias de la sociedad.

Extinción (2004)

Una vez que hayamos adquirido la destreza de leer a este autor, podremos pasar a este compleja y enigmática colección de cuentos. Se dice que estos relatos son la condensación de todo el canon literario de Foster Wallace. Su narrativa se aleja de los patrones clásicos del cuento para abrirse a una total experimentación filosófica y literaria. Ojo, muchas de estas historias son incomprensibles de saque y se recomienda abordarlas luego de haber leído los primeros cuentos y novelas de Foster Wallace.

Manuel Scorza: el jinete que galopó (muy temprano) a la eternidad

Cual paso de un cometa, así suelen aparecer los genios que dejan huella en la literatura. El caso de Scorza es uno de ellos. Prolífico novelista, poeta y editor, fue uno de los escritores que supo retratar en su obra los problemas que aquejaron al Perú profundo. A 95 años de su natalicio, te dejamos una breve reseña de su trayectoria.

Si bien Manuel Scorza estudió en el Colegio Militar Leoncio Prado, de donde egresaron personalidades como Mario Vargas Llosa y el periodista César Hildebrandt, su óptica tomó otro sendero. Ferviente estudiante de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, su vida se debatió entre la literatura y la política —como militante aprista—. Sin embargo, es preciso resaltar que el quehacer literario de Scorza no solo se limitó a la parte estética, sino que se expandió hacia la creación comprometida con su pensamiento.

Tras el golpe de Estado de Manuel Odría, en 1948 el autor se establece en París, donde se asienta y trabaja como lector en español en una escuela de prestigio. En 1995 se publica su primer poemario: Las imprecaciones, en la cual revela la tristeza que lo envolvía tras haberse en un exiliado.

¿Quién no recuerda los famosos Populibros? En un intento por democratizar el acceso de los libros a un gran público, Scorza publicó diversas obras literarias de autores peruanos, latinoamericanos y universales, que se vendían a precios módicos. Dicha colección empezó en 1956 y culminó en 1965. Hoy en día, encontrar un solo ejemplar equivale al hallazgo de un Santo Grial.

El reconocimiento a su vocación literaria llegaría en 1970, tras la publicación de Redoble por Rancas, su primera novela. Con esta historia, se abre el arco de la denominada «guerra silenciosa», en la cual se presenta la milenaria lucha de los campesinos para recuperar sus tierras. Y es que Scorza fue uno de los representantes más importantes de la corriente indigenista en el país. Completan este ciclo las novelas Garabombo el invisible (1972), El jinete insomne (1977), Cantar de Agapito Robles (1977) y La tumba del relámpago (1979). Cabe mencionar que la corriente del realismo social también fue una constante en la obra de Scorza. En 1983, sale publicada la que sería su última novela: La danza inmóvil.

Galopante entre la literatura y la actividad política, Scorza encontró temprana muerte (tenía 55 años), luego de que el Boeing 747 del vuelo 11 de Avianca, que tenía como destino la ciudad de Bogotá, se estrellara cerca del aeropuerto de Madrid. Junto a él viajaban diversos intelectuales. Con él sucumbió una de las etapas más brillantes de la literatura peruana.

Cesare Pavese: una trayectoria literaria marcada por la tragedia

Este 9 de septiembre se cumplen 115 años del natalicio de uno de los escritores más importantes del corpus literario Italiano. La tragedia y el desamor marcaron el espíritu creativo de Pavese, quien canalizó el dolor a través de sus obras.

El primer quiebre ocurrió en 1914, al morir su padre, un prestigioso político de Turín. Y es que no solo afloró el dolor de la pérdida, sino que su madre, quien asume el mando de la familia, trató a Cesare con rigidez, lo cual ahondó la pena del autor. Tras terminar sus estudios secundarios en su ciudad natal, empieza a interesarse por los grandes narradores y poetas norteamericanos, especialmente tras su ingreso a la universidad. De hecho, es conocida la tesis que Pavese realizó acerca de la obra de Walt Whitman.

Marcas que jamás se olvidan

Antes de sufrir otro duro golpe, Pavese soportó la inclemencia del confinamiento. Y es que, en 1935, habiéndose enamorado de una comunista, fue prácticamente exiliado, alejándose de su amada y del mundo que hasta entonces conocía. Sin embargo, este obstáculo no fue sino un aliciente para la composición de uno de sus más importantes poemarios: Trabajar cansa (1928). Debido a sus técnicas innovadoras, el público empieza a mirar con expectativa la obra del poeta.

A pesar del éxito, llega el segundo nocaut. De vuelta del exilio, Pavese se entera de que la mujer de la cual estaba enamorado se había casado. Puede parecer algo trivial, pero para alguien de la sensibilidad del poeta, aquello solo podía significar una angustia máxima. En adelante, la sombra del fracaso lo acechará hasta su muerte.

Sin embargo, continuó dedicado a su vocación literaria. En 1940 culmina El bello verano, trabajo que le permitió publicar posteriormente Feria de agosto y De tu tierra (1941), debido a los premios que obtuvo.

Pavese y la labor editorial

El trabajo editorial no fue ajeno a la vida del poeta. En 1933, laboró en la editorial Einaudi, junto a los cofundadores de la empresa Giulio Einaudi y Leone Ginzburg. Pavese fue uno de los editores más importantes de este referente cultural, debido a su arduo trabajo y dedicación a las labores editoriales. De este modo, dotó a la cultura italiana de diferentes temas como el marxismo y problemáticas etnológicas y religiosos (recordemos que Pavese era ateo).

Estilo

La vida del mundo contemporáneo y los conflictos que la atañen fueron los temas más recurrentes en la narrativa de Pavese. Asimismo, en cuanto a su poética, tal como señala en su ensayo El oficio del poeta, el autor manifiesta que «las palabras deben adherirse a las cosas». En tanto, también resalta que la poesía debe resolverse en imágenes.

El final y el inicio de una leyenda

Cesare Pavese recibió un prestigioso premio por su libro El bello verano.  Era el 27 de agosto de 1950. Se refugió en un cuarto de hotel en su natal Turín y se suicidó. Tras la publicación de su diario, el cual lleva por título El oficio de vivir (1952), se revelaron las causas que lo llevaron a tomar dicha decisión. Una de estas fue la ruptura de su relación sentimental con la actriz estadounidense Constance Dowling. Precisamente, Pavese le dedica los últimos versos del poemario Vendrá la muerte y tendrá tus ojos. En honor a su memoria, en 1957 se gestó el Premio Literario Cesare Pavese.

De vuelta a la tierra media: 50 años sin Tolkien

Un 2 de septiembre de 1973 falleció John Ronald Reuel Tolkien—mundialmente conocido como J.R.R. Tolkien— poeta, escritor, filólogo, lingüista y docente universitario británico, creador de uno de los mundos fantásticos más aclamado de la literatura. A 50 años de su partida a las Tierras Imperecederas, te dejamos un breve repaso de su trayectoria.

Dicen que la Tierra Media empezó a gestarse desde su juventud, pero uno de los primeros atisbos ocurrió en 1911, cuando Tolkien viajó a Suiza a pasar unas semanas de vacaciones. En una carta fechada en 1968, el autor señaló que el viaje de Bilbo a través de las Montañas Nubladas está basado en la excursión que realizó junto con doce compañeros por las montañas de dicho país.

Y es que el germen de la obra de Tolkien no solo radica en la experiencia —la guerra y los viajes suscitados durante su niñez y juventud—, sino también en su gran capacidad de observación. Y es que la Primera Guerra Mundial fue el detonante que expandió los límites de la Tierra Media, tal como señala John Garth en su obra Tolkien y la gran guerra.

Enrolado como combatiente del Ejército Británico, fue enviado a Francia en 1916 como oficial de comunicaciones, sin embargo, tras contraer un mal conocido como «fiebre de trincheras», el 8 de noviembre del mismo año fue regresado a Inglaterra para iniciar su proceso de recuperación. Tras ese episodio, Tolkien comenzó a trabajar en una obra que llamó El libro de los cuentos perdidos, además de La caída de Gondolin.

En 1924, tras el nacimiento de Cristopher— su tercer hijo y albacea en el futuro—, y la mudanza a Pembroke, donde trabajó como maestro de anglosajón, Tolkien inició con la composición de El hobbit y las dos primeras partes de El Señor de los Anillos. Incluso, se dice que Tolkien escribió las peripecias de Bilbo Baggins para entretener a sus hijos y no tenía intenciones de publicar este trabajo. Sin embargo, C.S. Lewis, autor de la saga de fantasía Las crónicas de Narnia, lo convenció de lo contrario. Curiosamente, El hobbit atrajo la atención de lectores adultos, a pesar de que su contenido estaba dirigido a un público infantil.

En 1960, la saga de El Señor de los Anillos alcanzó una alta popularidad, convirtiéndose en una de las obras de ficción más famosas de todos los tiempos. Y, no solo por los reinos y criaturas míticas creados en torno a las historias que componen el canon literario de Tolkien, sino también por la creación de un lenguaje propio que atraviesa su obra. Lenguas como el quenya y el sindarin surgieron de sus estudios filológicos y la concepción de un mundo propio y particular, bajo sus propias reglas y creencias.

La preocupación de Tolkien por la falta de una mitología inglesa —similar a la de los griegos—, hizo que el autor compusiera diversas leyendas que se incluyeron en El Silmarilion, la cual reúne los mitos y relatos sobre los orígenes de la Tierra Media. Tras la muerte de Tolkien, su hijo Cristopher se encargó de publicar los manuscritos inéditos de su padre, muchos de ellos inconclusos. Entre estos figuran la Historia de la Tierra Media, La nueva sombra, La última canción de Bilbo, Los Hijos de Hurin, entre otras.

Ahora, es tiempo de que Tolkien regrese a las Tierras Imperecederas, acompañado de Elrond, Bilbo, Frodo, Galadriel y demás guerreros que hoy en día permanecen en el imaginario de generaciones de lectores que encuentran en él una fuente de inspiración y admiración infinita.

Publicarán los diarios y cartas de Amy Winehouse

La publicación denominada Amy Winehouse: In Her Words, contendrá los diarios personales de la cantante, junto con mensajes, cartas, letras de canciones y fotografías. La editorial lanzará el libro al mercado este 31 de agosto.

Según se supo, el dinero recaudado de las ventas serán destinados a la fundación Amy Winehouse. En el libro están plasmados los anhelos que la artista manifestaba desde muy joven. Uno de los puntos interesantes del libro es que manifestó su deseo de convertirse en actriz antes que en cantante.

Incluso, en uno de los pasajes se revela que deseaba trabajar en una producción junto al legendario actor Steve Buscemi (Tony Blundetto en la serie Los Soprano). Por otro lado, la publicación recoge cartas y notas que revelan no solo la vocación artística de Winehouse, sino también su entrega completa a la música.

Asimismo, en Amy Winehouse: In Her Words también se hace referencia a las adicciones que padeció la cantante y a las etapas que definieron su camino hacia la consolidación como uno de los referentes máximos de la música contemporánea. Por otro lado, algunas notas apuntan a que Winehouse padeció de problemas alimentarios poco antes de su fallecimiento en el 2011.

Recordando a Álvaro Mutis: a propósito de su centenario

El 25 de agosto de 1923, en la ciudad de Bogotá, nace uno de los escritores hispanoamericanos más importantes de la literatura contemporánea. Su vida fue una constante cosecha de premios y reconocimientos a su obra y vocación literaria. En el marco del centenario de su natalicio, te dejamos un breve repaso de su trayectoria.

Hasta los nueve años, Mutis vivió en la ciudad belga de Bruselas, en dónde registró los mejores recuerdos vividos junto a su padre, el diplomático Santiago Mutis. Según comentó el autor en una entrevista, de él heredó el gusto por los buenos libros y su admiración ferviente por la figura de Napoleón.

Y es que, Mutis fue un monárquico confeso. Tal vez se deba a que nació en el día de San Luis IX de Francia; de hecho, el mismo escritor refirió que su patrón había ejercido cierta influencia en dicha postura. Tras el fallecimiento de su padre, Álvaro regresa a Colombia junto con su madre, lo cual le causó un impacto considerable. Europa era su hogar, Colombia, un lugar de recreo durante sus vacaciones.

Sin embargo, fue allí donde la vena literaria surgiría. Tuvo como maestro de literatura española al poeta Eduardo Carranza, quien despertó en él la fascinación por la lírica. Influenciado por la corriente surrealista, en 1947 publica su primer poemario titulado La balanza. Tras lanzarse a la palestra, vinieron luego diversas publicaciones que fortalecieron su imagen como referente del verso colombiano.

Es así como en 1953 aparece uno de sus libros más importantes: Los elementos del desastre, poemario donde por primera vez aparece Maqroll el Gaviero, personaje central de la obra de Mutis, desde el poema «Oración de Maqroll», hasta la saga de siete novelas Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero.

En 1973 publica La mansión de Araucaíma, su primera novela y, como era de esperarse, continúa fortaleciendo la figura de su personaje más querido con la presentación del poemario Summa de Maqroll el Gaviero. Pero no fue sino hasta 1986 en que le llegaría el reconocimiento como novelista, tras la publicación de La nieve del almirante, historia que abre la saga de Maqroll el Gaviero. A partir de este momento, Mutis se dedicaría solo a escribir, leer y cosechar lo sembrado.

En 1988 recibe el Premio Xavier Villaurrutia, mientras que, al año siguiente, en Francia, se le otorga el Premio Medicis Étranger, por sus novelas La nieve del almirante e Ilona llega con la lluvia, protagonizadas por Maqroll el Gaviero. En 1997, Álvaro Mutis recibe en España el Príncipe de Asturias de las Letras, así como el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, con lo cual empezaría la leyenda en torno a su trayectoria.

Argentina: lanzan campaña para «poner de moda los libros»

Figuras de la literatura, la música y el cine argentino participan de la campaña Leyendo.Arg, la cual busca establecer el gusto por los libros y la lectura en dicho país.

Eduardo Sacheri, Claudia Piñero, el músico Fito Páez, la periodista Leila Guerrero y otros 197 artistas protagonizan esta interesante iniciativa de promoción de la lectura, incentivada por la Fundación El Libro Cuenta, la cual fue lanzada hoy en el marco del Día del Lector, al conmemorarse los 124 años del natalicio del escritor argentino Jorge Luis Borges.

La campaña consta de videos cortos en los que cada artista manifiesta su amor por la lectura y el vínculo que tienen con los libros, como medio para ingresar a nuevos universos y mundos creados a partir del efecto que causan las palabras. Las redes sociales son el principal canal de transmisión.

Ignacio Iraola, promotor principal de esta actividad, precisó que el objetivo principal es que los libros, y especialmente la lectura, estén de moda en la vida de las personas, pues: «los libros son algo central en la vida de todos, nos salvan».

Elena Garro: un repaso a 25 años de su fallecimiento

El 22 de agosto de 1998 partía una de las escritoras más importantes de la literatura mexicana. Si bien en vida no gozó del reconocimiento debido, tras su fallecimiento la crítica ha revalorizado su obra como pieza fundamental del corpus literario de México.

Elena Garro fue novelista, cuentista, guionista, periodista y dramaturga. Si bien se le relaciona directamente con el realismo mágico e innovadora en el ámbito de la literatura fantástica, la escritora se mantuvo siempre al margen de esta clasificación. Contestataria y avocada a la creación a tiempo completo, aquí te dejamos un breve recuento de su trayectoria.

Garro y el teatro

Fue propulsora de la renovación del teatro mexicano, concibiéndolo como un mecanismo de comunicación poética y rompiendo con los límites del llamado teatro del absurdo, movimiento iniciado por los autores Samuel Beckett, Arthur Adamov, Jean Genet, ente otros.

Una de las características del teatro de Garro es el ahondamiento en los principales problemas de la realidad que rodea al ser humano, así como sus cuestiones anímicas. Asimismo, sus personajes, que en cierto modo parecen decir mucho, pero a la vez nada, se mueven en ambos flancos de una delgada línea que separa el mundo real del de las ilusiones. México y sus costumbres no fue ajeno a la obra de la autora, pues precisamente estos elementos son los pilares del mundo que Garro creó sobre las tablas.

En este género destacan sus piezas Un hogar sólido (1957), El rey mago (1958), La señora en su balcón (1959), La dama boba (1963), Los perros (1965), entre otras.

Europa y el autoexilio

En pleno estallido de la Guerra civil española, con 21 años, Elena Garro viajó a España, junto a Octavio Paz (su esposo en aquel entonces), para participar del II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura.

En 1968, debido a conflictos generados en los círculos intelectuales de México, a quienes acusó de instigadores del movimiento del 68, dejó su patria para radicar en Estados Unidos y luego en Francia, por cerca de veinte años. Durante este periodo, tuvo diez años de silencio creativo.

En 1973 regresó a México, en dónde compuso la mayor parte de su obra, en la que destacan trabajos como Memorias de España 1937, Reencuentro de personajes, y otras tantas.

Características principales de su obra

Elena Garro fue una certera crítica de la sociedad mexicana de su época. Tras la polémica de 1968, rechazó totalmente a la intelectualidad de México, lo cual la apartó de diversos círculos. La marginación de la mujer, la libertad femenina y las cuestiones implícitas en la libertad política y de pensamiento son temas recurrentes en sus novelas y cuentos.

Si bien se le toma por precursora del realismo mágico (por su novela Los recuerdos del porvenir de 1963), incluso por encima de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, Garro rechazó de plano esta posibilidad.

La admiración por la obra de Elena Garro ha crecido con los años. Sin embargo, en su momento fue considerada como un trabajo menor, a la sombra de autores como Octavio Paz. Sin duda, el tiempo ha sido el mejor juez.

Día de la fundación de Arequipa: cinco autores célebres de la Ciudad Blanca

Arequipa está de fiesta. Hoy se cumplen 483 años de la fundación de una de las ciudades más importantes del Perú y cuna de grandes escritores del canon literario nacional. En la siguiente nota, te presentamos a algunos de los autores arequipeños más destacados.

Mario Vargas Llosa

Considerado uno de los novelistas y ensayistas más relevantes de la literatura contemporánea peruana, es orgullo de su ciudad natal por sus logros literarios, especialmente por la obtención del Premio Nobel de Literatura en el 2010. En distintas ocasiones ha manifestado su cariño por Arequipa, pese a que permaneció allí hasta antes de cumplir dos años. Asimismo, en el 2017 donó cerca de cinco mil libros a la biblioteca de la ciudad, la cual lleva su nombre.

Oswaldo Reynoso

Profesor, escritor y miembro de la llamada «Generación del 50». Es autor de obras entrañables como Los inocentes, En octubre no hay milagros, entre otras. A diferencia de Vargas Llosa, Reynoso pasó su niñez y adolescencia en Arequipa, para luego abandonarla en 1950. En el 2015, el autor regresó a su tierra y recorrió los lugares que marcaron los principales pasajes de su vida. En su obra Arequipa, lámpara incandescente (2014) a modo de un intercambio epistolar con un joven aspirante a escritor, Reynoso habla sobre el origen de sus obras y coloca a la Ciudad Blanca como inspiración de sus principales creaciones.

Teresa Ruiz Rosas

Escritora, traductora literaria y docente arequipeña. Es hija del poeta José Ruiz Rosas y autora de obras como la colección de cuentos El desván (1989) y la novela El copista (1994), la cual fue finalista del Premio Herralde. En el 2020, su novela Estación delirio fue galardonada con el Premio Nacional de Literatura.

Gamaliel Churata

Fue un novelista, escritor periodista y filósofo arequipeño. Se le considera como el exponente máximo del vanguardismo y el indigenismo extendido en América Latina. Su obra, además, es calificada como una de las complejas de la cultura occidental. Su trabajo cumbre es El pez de oro (1957) la cual fue publicada en el 2012 pese a haber sido escrito muchos años antes. Es una mezcla de hayllis, harawis, poemas y fragmentos narrativos, con la que Churata intenta recrear las leyendas y mitologías de la región del Collao. Actualmente, esta obra viene siendo estudiada, puesto que resulta casi imposible de clasificar.

Mariano Melgar

Poeta y revolucionario independentista peruano. Es conocido por haber popularizado los yaravíes, cantos sentimentales de origen popular. El tema central de su obra es el amor por Silvia, la cual se convierte en dolor y despecho. La crítica coloca a Melgar como precursor del romanticismo en América. En Arequipa se le recuerda como un poeta enamorado, pero también como uno de los forjadores de la independencia del Perú.

Elena Poniatowska gana el Premio Internacional Carlos Fuentes 2023

Un galardón más que merecido. La Universidad Nacional Autónoma de México y la secretaría de Cultura otorgaron el reconocimiento a la autora de La noche de Tlatelolco, Las indómitas, entre otras obras.

El jurado conformado por Concepción Company, Javier Garciadiego, Margo Glantz entre otras personalidades, convinieron otorgar el premio a Poniatowska, debido a que «sus textos han narrado momentos importantes de la historia moderna de México». El galardón comprende un diploma, una escultura del artista visual Vicente Rojo y la suma de 125 mil dólares.

De este modo, la escritora se convierte en la cuarta mujer en ser condecorada con dicha distinción, al igual que sus colegas Margo Glantz, Luis Valenzuela y Diamela Eltit, quienes lo recibieron en ediciones anteriores.

El premio Carlos Fuentes data desde el año 2012, en homenaje a uno de los más importantes autores de la literatura mexicana.