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Eduardo Flores: «Si se quiere hacer un club o cualquier organización, lo primero se tiene que pensar es a quién estará dirigido. Tenemos que ponernos en el lugar del lector moderno».

*Foto de portada: Eduardo Flores

El club de lectura «Clásico es leerte» nació como respuesta a la falta de espacios accesibles a la lectura. El punto de partida fue siempre pensar en el lector y en sus necesidades, por lo que los clásicos literarios fueron la mejor manera de conectar con las diversas personalidades. 

Entrevista de Gabriela Pretel

En los últimos años, las redes sociales han permitido la apertura de clubes de lectura enfocados a los diversos gustos de los lectores. En Perú, existe una variedad que va desde clubes enfocados a libros juveniles hasta literatura escrita por mujeres. Sin embargo, los clásicos literarios han permanecido en lo largo del tiempo no solo por la vigencia y relevancia de los temas que abordan, sino también por la accesibilidad al público. Conversamos con Eduardo Flores, director del club lectura «Clásico es leerte», quien nos platicó sobre la importancia de crear un espacio que promueva el hábito lector a partir de herramientas gratuitas y modernas.      

¿Cómo nació la idea de crear el club de lectura enfocado a los clásicos literarios?

Todo empezó con una motivación de encontrar otros lectores. En Perú, no hay una promoción por la lectura que se adapte a los tiempos de hoy. Si bien muchos lectores hemos estado haciendo esa actividad de manera personal, siempre es complicado encontrar otras personas. Poco a poco, la curiosidad por dialogar y discutir con otros sobre los libros, me permitió acercarme a eventos y conversatorios de lectura. Había ciertas necesidades que no estaban siendo cubiertas, ya sea por entes privados o el estado. Entonces, junto a un grupo de amigos decidimos formar un club de lectura.

Dentro de las ideas que iban surgiendo, desde un background de marketing, empezamos a ver lo que los lectores necesitaban. En un contexto literario y de lectura peruano, los libros no son baratos. Hay pocas bibliotecas y poca difusión de géneros literarios. Entonces, la pregunta central era ¿cómo llegar a un consenso con todas esas necesidades para atraer a los lectores en búsqueda de un espacio? La primera solución fue pensar en clásicos porque nos daban una herramienta muy sencilla para conectar con otros lectores. Terminó siendo una respuesta a la falta de estos espacios accesibles. Los clásicos nos daban una gran ventaja en la diversidad de géneros que no solo han demostrado pasar la prueba del tiempo, sino que también dan accesibilidad porque se les puede encontrar en diversas editoriales y formatos, tanto físicos como digitales.

El punto de partida fue satisfacer estas necesidades y pensar en el lector. Si se quiere hacer un club o cualquier organización, lo primero que se tiene que pensar es a quién estará dirigido. Tenemos que ponernos en el lugar del lector moderno. Ahora, hay poco tiempo y existen otros canales de lectura. Si bien la palabra clásico está asociada a la palabra antiguo, el club ha ido expandiéndola. Puede haber clásicos modernos que no pasan los veinte o treinta años. Pero, en general, la característica que más resalta y atrae a las personas son las diversas posibilidades en la que se puede leer el libro.       

¿Cómo fue el primer encuentro con los lectores? 

El primer encuentro fue presencial. Sin embargo, hoy en día, estamos usando más las herramientas digitales. Había lectores que se conocían hace un tiempo. También, ayudaron las redes sociales. Muchos de ellos compartían sus lecturas. Pero el perfil de la gente que nos buscaba, no estaba tras un libro que estaba de moda. Hubo una conexión más. No solo se contentaban con dar un like, sino que deseaban participación. Comenzamos con Facebook e Instagram. Independientemente de la edad, todos los participantes estaban emocionados al pensar que existía gente que quería discutir o hablar de un libro con un grupo de personas con las que haya un intercambio de ideas.

Cuando nos juntamos la primera vez, nos sorprendió mucho que llegaran muchas personas. Cada vez, fue creciendo más. Fue positivo el feedback. Las personas estaban entusiasmadas porque sentían que algo les faltaba como lectores y que lo podían encontrar en el club. A partir de entonces, fuimos creciendo y fortaleciéndonos. Actualmente, tenemos tres años. Hasta ahora recuerdo bien la primera reunión. Pero por motivos de la pandemia tuvimos que hacer la transición a la modalidad virtual. El lado positivo de esto es que pudimos recibir lectores de otras partes del Perú y de otros países. Todas las reuniones siempre han tenido alguna memoria en específico.  

Se dice que los jóvenes de ahora prefieren otros tipos de lectura. ¿Cuál es el público objetivo del club? 

Es una verdad a medias. Eso es lo que creen las librerías y el mercado. Es cierto que hay un público grande y se hace notar mucho, específicamente el que se encuentra entre los quince y veinticinco años. Un grupo al que se le asocia un tipo de libro. Hay dos públicos muy claros: el que están entre los dieciséis y veinticinco años, y de los veinticinco a los cuarenta. Sin embargo, hay mucha gente de esa edad que están interesadas en otras lecturas que no estén relacionadas a las que se comenta en redes o plataformas como Wattpad. Como no encuentran lo que están buscando en ese espacio, se asume que no quieren leer clásicos. Ambos públicos comparten muchas cosas en común, son lectores modernos: tienen poco tiempo y acceden a los libros de forma digital. La mayoría de personas que asisten a nuestras reuniones son jóvenes y, quizás, sea porque tienen más acceso a las herramientas digitales.  

Las redes sociales se han convertido en el espacio por excelencia de diversos clubes de lectura. ¿Cuál sienten que es el sello distintivo que ha permitido la vigencia de «Clásico es leerte»?

En estos tres años, hemos podido observar que las redes sociales han dado la posibilidad de abrir muchos clubes. Lo que ha permitido mantenernos es que lo hemos estado manejando desde la perspectiva del lector. Es fácil acceder a Facebook e Instagram, y crear un club. Pero, en realidad, hay un equipo de trabajo detrás. Desde una perspectiva cultural, hay tres pilares que ha permitido darnos éxito: el uso del formato electrónico, el domino público o accesibilidad, y el relato corto. Accesibilidad no es sinónimo de que algo sea gratis. Por el contrario, nosotros somos los que debemos adaptarnos a los lectores y poner las herramientas a su disposición. Una de las tareas principales en el club es armar el listado de las lecturas anuales. No solo es formar un consenso, sino abrir una línea que sea atrayente para todos, respetando los diferentes temas de interés. Luego, está acercar el libro a las personas. Este puede ser caro, pero siempre está el sentimiento de comunidad. Se buscan recursos para la adquisición del texto. Eso es lo que hace que los clubes que existen se mantengan vigentes.  

Respecto a otros países, ¿cómo observan el panorama de los clubes de lectura en Perú?  

Hay muchos formatos. El contexto de la lectura en el Perú es muy distinto al que se ve en países como España, Estados Unidos o Chile. Hemos visto muchos clubes de lectura que nos han llamado la atención, pero no tienen el formato que tenemos. Nos sorprendió no usen los formatos de accesibilidad, como el libro electrónico. Sin embargo, nuevamente, se debe tener en cuenta el contexto. En nuestro país, hay muy pocas bibliotecas. Además, los libros están entre los más caros de Latinoamérica. Si bien nuestra industria editorial está creciendo, no hay proyectos que hayan tenido el objetivo de impulsar la lectura pensando en el lector. En otros países, probablemente tienen estos aspectos más desarrollados. Los clubes que se forman tienden a tener un objetivo y perspectivas un poco diferentes. No están preocupados en cubrir esta accesibilidad. A pesar de ello, el panorama local es bastante prometedor y, con el tiempo, vamos a estar empatando con los demás clubes de lectura hispanohablantes.   

Finalmente, ¿cuáles son las nuevas lecturas que se vienen? 

En este mes, vamos a leer El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad junto a cuento de Julio Cortázar que se llama La noche boca arriba. Ambas lecturas tienen la temática de choque cultural. Durante el año, nosotros elaboramos el cronograma para que los lectores se vayan organizando. Próximamente, se vienen ensayos, La Divina Comedia, novelas de misterios, de crímenes como A sangre fría de Truman Capote. Además, vamos a leer uno de los clásicos más grandes que es Los miserables. Este se leerá a la par de las reuniones mensuales, en un lapso de ocho meses y se discutirá a fin de año. El cronograma está en nuestras redes sociales y las lecturas están conectadas a la temática propuesta de cada mes.

Mentes inclusivas: Los operadores detrás de lo políticamente correcto en la literatura  

En estos días, el mundo del libro se ha visto envuelto en una polémica tras el anuncio de la reedición de los clásicos infantiles de Roald Dahl, y la reciente censura de las novelas de James Bond. Entre los responsables de estos actos, figura el nombre de una organización llamada Inclusive Minds.  

*Foto de portada: Getty Images

A lo largo de los años, se ha podido apreciar que la cancelación ha estado presente en el mundo literario. Cabe recordar que, durante el 2022, hubo una purga de libros en diversas bibliotecas de Estados Unidos. Entre ellos, estaban el Diario de Ana Frank, Ojos azules de Toni Morrison, e, incluso, La Biblia. También, en el caso hispanoamericano, la escritora colombiana Carolina Sanín comunicó que la editorial que iba a publicar dos de sus obras decidió romper el contrato por unos comentarios que la autora hizo sobre la identidad de género. Sin embargo, durante estas últimas semanas, el mercado editorial se ha visto fuertemente golpeado por la censura. Los casos de Roald Dahl y James Bond han vuelto a encender las alarmas respecto a la censura que ha venido asolando a la industria editorial.

Ante este panorama, hay que hacerse la siguiente pregunta: ¿quién está detrás de estas acciones? Respecto a lo ocurrido con Roald Dahl, es posible encontrar una respuesta. Se trata del grupo Inclusive Minds, una organización que tiene la finalidad de crear conciencia sobre la importancia de una inclusión más auténtica en el mundo de la literatura para niños. ¿Cómo funciona? Esta agrupación utiliza «lectores de sensibilidad», así también como cien «embajadores de inclusión», que tienen entre ocho y treinta años de edad, para eliminar el lenguaje considerado insensible o no inclusivo de los textos. Entre las instituciones que forman del equipo se encuentran Booksellers Association, Letterbox Library, Independent Publishers Guild, The Publishers Association.    

Tal como resaltaron diversos medios, la editorial Puffin Books y Roald Dahl Story Company habrían recurrido a los servicios de este colectivo para llevar a cabo la reescritura de los clásicos infantiles y que se adapten a los «lectores del siglo XXI». Así, se evitarán expresiones racistas y se introducirían ideas feministas. Este hecho ha suscitado que otras obras del rubro se sometan revisión. El diario Daily Mail informó que las obras de la escritora británica Enid Blyton también serán sometidas a revisión, eliminando palabras como queer, gay o brown.

Más personajes se pronuncian

Diversas personalidades del mundo de la literatura se han pronunciado al respecto. Desde Irene Vallejo, Fernando Savater y Arturo Pérez-Reverte. Ahora llegó el turno del escritor argentino Eduardo Sacheri, quien calificó estas decisiones como un intento de forzar una cierta forma de pensamiento sobre el pasado. Agregó que se trata de «acto extremadamente autoritario» y que todos tienen derecho a pensar lo que deseen respecto a otros pasados. Por su parte, el periodista argentino Jorge Fernández Díaz considera que se trata de una «campaña de marketing perfecta». El principal objetivo es avivar el interés por libros que han perdido popularidad en las ventas, por lo que necesitan de una polémica mundial.   

Marzo viene recargado: Diez novedades editoriales que no debes dejar pasar

Margaret Atwood, Javier Cercas, Elvira Lindo y Gustavo Rodríguez son los nombres que más resaltan en la lista de novedades de marzo. Descubre qué libros se estarán publicando a lo largo de este mes.   

Marzo promete dejar con la boca abierta a más de un lector. Las novades editoriales que estarán llegando a las librerías buscarán satisfacer los distintos gustos de la comunidad lectora, dando un espacio especial a los consumidores de literatura hispánica. Entre ellos, destacan aquellos que recibieron importantes galardones, tales como el Premio Alfaguara y el Premio Biblioteca Breve. A continuación, presentamos una lista de diez libros que no podrás perderte.   

Cuestiones candentes de Margaret Atwood

Margarte Atwood, la galardonada escritora canadiense por las novelas El cuento de la criada y Los testamentos, muestra una nueva faceta al ofrecer su propia visión del mundo. Cuestiones candentes, obra que será publicada por la editorial Salamandra, es una colección de ensayos que muestran una mirada crítica a la realidad actual, abordando temas como el feminismo, la tecnología, la crisis climática y la libertad.

Los genios de Jaime Bayly

El niño terrible de la literatura está de regreso. La editorial Galaxia Gutenberg nos trae Los genios, la novela más ambiciosa de la carrera del escritor y periodista Jaime Bayly. La obra recrea los años gloriosos en que Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez fueron amigos y luego enemigos. Es un libro escrito desde la admiración del autor a ambos genios.  

No callar de Javier Cercas

La editorial Tusquets reunirá los textos más lúcidos y brillantes del escritor español Javier Cercas. No callar diagnóstico del presente y a la vez un manifiesto personal sobre las cuestiones que más nos importan, escrito por uno de los autores europeos más relevantes. Las crónicas y ensayos que conforman este volumen abordan los asuntos definitorios del momento histórico actual, pasando por su repercusión en el ámbito español, hasta las manifestaciones locales. 

Fortuna de Hernán Díaz

La editorial Anagrama nos trae un puzzle literario. Fortuna, novela del escritor argentino Hernán Díaz, cuenta la misteriosa historia de un magnate de los años veinte en varias versiones que se complementan o contradicen. De esta forma, el autor presenta una suma de voces, y, al hacerlo, pone al lector ante las fronteras y los límites entre la realidad y la ficción. Una obra que capturará la atención desde la primera página gracias al fascinante juego literaria que propone.

Los astronautas de Laura Ferrero

Los astronautas, obra que será publicada por la editorial Alfaguara, narra una historia personal y emocionante sobre la familia. Con esta obra, la escritora española Laura Ferrero sumerge al lector en un viaje a los confines más recónditos del especio familiar. Desde la infancia, se forman los lazos con las personas que forman nuestra familia. Sin embargo, la protagonista de esta historia nunca supo que, en algún momento de su vida, había tenido una. La novela narra el desciframiento de ese ecosistema perdido en el tiempo

Un carmen en Granada de Ian Gibson

La editorial Tusquets trae Un carmen en Granada, un libro de memorias que evocan un mundo y unos personajes que parecen extraídos de algún relato de James Joyce. A través de sus páginas, Ian Gibson describe, con inusitada sinceridad, la vida de una familia irlandesa de clase media. El autor hispano-irlandés no duda en narrar tanto sus tempranas dificultades afectivas como los demonios familiares que durante años cercaron a su entorno más próximo.

En la boca del lobo de Elvira Lindo

La escritora española Elvira Lindo está de regreso con una nueva novela de suspense contada al estilo de la mejor tradición del cuento clásico. En la boca de lobo, obra que será publicada por Seix Barral, surge a parte de la mirada a la infancia en toda su riqueza, singularidad y vulnerabilidad. La historia se centra en Julieta y su madre, quienes llegan La Sabina, una aldea que ha estado abandonada por once años. Para Julieta es el lugar perfecto para pasar las vacaciones. Sin embargo, descubrirá que los cimientos de este pueblo están hechos en base a recuerdos y secretos.   

Solo humo de Juan José Millás

La editorial Alfaguara trae la última novela del escritor español Juan José Millás: Solo humo. Una historia sobre la imaginación y el poder transformador de la literatura. La obra se centra en Carlos, un chico de dieciocho años que recibe la noticia que su padre ha muerto. Cuando está a punto de iniciar sus estudios universitarios, el muchacho descubre que su progenitor era un lector voraz. Así, descubre un libro que le atrapa: los cuentos de los hermanos Grimm. Carlos se sumerge en la lectura de esos relatos y al tiempo inicia un proceso vital que le acerca cada vez más a su padre.  

Cien cuyes de Gustavo Rodríguez

En enero, el escritor peruano Gustavo Rodríguez fue el ganador del Premio Alfaguara 2023 por su novela Cien cuyes. La historia está ambientada en Lima de hoy y refleja uno de los más grandes conflictos de la actualidad: las sociedades son cada vez más longevas y más hostiles a la gente mayor. Una paradoja que Rodríguez aborda con destreza y humor. Es un libro conmovedor cuyos protagonistas cuidan, son cuidados y defienden la dignidad hasta las últimas consecuencias.   

La educación física de Rosario Villajos

La educación física fue la novela ganadora del Premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral. En esta historia, la escritora española Rosario Villajos transporta al lector a los inicios de los años noventa. La obra dibuja el retrato de una adolescente marcada por una relación complicada con su propio cuerpo y por el rencor hacia un mundo empeñado en convertirla en culpable por el hecho de ser mujer. Asimismo, pone en evidencia los relatos sobre los que se construyen los valores de toda una generación.

Michel de Montaigne: El padre del ensayo  

Este 28 de febrero se cumplen 490 años del nacimiento del filósofo Michel de Montaigne, uno de los pensadores más importantes del Renacimiento francés. Su libro Ensayos es la obra maestra con la que popularizó este género literario como tal.

*Foto de portada: Editorial Acantilado

Desde muy joven, Michel de Montaigne recibió una educación liberal y humanista. Recién nacido, fue llevado al campo para que viva con los campesinos y conozca a fondo la pobreza. A su retorno, por decisión de su padre, fue obligado a aprender latín, el cual se convirtió en su lengua materna. Más adelante, aprendería griego y, después de dominarlo, comenzaría a estar en contacto con el francés. Su etapa escolar la culminó en la escuela de Burdeos para, después, estudiar leyes en la universidad. Tras graduarse, gracias a las conexiones familiares, conseguiría el puesto de magistrado de la ciudad, en donde conoció a su colega y gran amigo Étienne de la Boétie.

En su faceta humanística, fue un gran admirador de pensadores como Lucrecio, Virgilio, Séneca, Plutarco y Sócrates. Montaigne se caracterizó por tomar al hombre, y a él mismo, como objetivo de estudio. Asimismo, fue un crítico acérrimo de la cultura, la ciencia y la religión de la época, hasta el punto que llegó a llegó a considerar la propia idea de certeza como algo innecesario. Por ello, tuvo una gran influencia dentro de literatura francesa, occidental y mundial gracias a la creación del género literario ensayo.

Un legado imborrable

Los Ensayos de Michel de Montaigne representan la cumbre del pensamiento humanista francés del siglo XVI. Él inició la redacción de esta obra a la edad de treinta y ocho años, y la culminaría hasta su muerte en 1592. Imitando las Obras morales de Plutarco, el pensador francés concibió sus Ensayos como «una maquetería mal unida», reivindicando el desorden como muestra de libertad. Asimismo, este desorden reflejaba su técnica de escritura, la cual consistía en expresar los pensamientos en voz alta que eran transcritos por un secretario.  

Los 107 ensayos que comprende esta obra destacan por la variedad y los contrastes. A lo largo de ellos, Montaigne abordó desde temas profundos a triviales, con títulos como «De tristeza y dolor», «De conciencia», hasta «De olores». La etapa de escritura ocurrió durante las guerras de la religión francesas entre católicos y hugonotes protestantes. Durante esa época, los autores intentaron subvertir la doctrina de la Iglesia con la razón y la erudición. Un sello que dejó plasmado en su obra, fue que Montaigne nunca encontró certeza en ninguna de sus investigaciones sobre la naturaleza del hombre y las cosas. Para él, la capacidad humana radica en que naturalmente puede captar la realidad en su plenitud o certeza. Por ello, su legado fue mucho más allá de su época, influenciando a filósofos como René Descartes, Friedrich Nietzsche, y escritores como Goethe, William Shakespeare y Marcel Proust.  

El correcto 007: James Bond censurado   

Tras el anuncio de la reedición de los clásicos infantiles de Roald Dahl, ahora la saga del superdetective James Bond será revisada para eliminar términos considerados racistas y sexistas.

*Foto de portada: Escena de la película Goldfinger, con Sean Connery como James Bond

Lo políticamente correcto alcanzó a James Bond. Este 27 de febrero se dio a conocer que la saga creada por el escritor británico Ian Fleming será revisada con la finalidad de eliminar cualquier referencia racial que pueda ser considerada ofensiva. En el marco de la celebración del 70° aniversario de la publicación de Casino Royale, Ian Fleming Publications, compañía que posee los derechos de los libros, encargó una revisión de los textos a una comisión de lectores sensibles. Según el diario The Telegraph, las nuevas versiones de la historia del agente 007 tendrán el siguiente disclaimer al inicio: «Este libro fue escrito en una época en la que ciertos términos o actitudes que ahora pueden ser consideradas ofensivas por los lectores eran muy habituales».     

Estas modificaciones que se harán a los libros de Fleming consistirán en eliminar la palabra nigger, término en inglés con el que se designaba a los esclavos de esa raza. En su lugar, se reemplazarán por black person o black man. Sin embargo, las referencias a otras etnias se mantendrán intactas. Por ejemplo, los términos raciales de Bond para las personas del este de Asia, y las opiniones despectivas del agente a sobre Oddjob, el secuas coreano de Goldfinger. Asimismo, se ha decidido conservar referencias al «dulce olor a violación», «mujeres tontas» que no pueden hacer un «trabajo de hombre», y la homosexualidad como una «discapacidad obstinada».

Un revuelo en las redes sociales

Tras este anuncio, algunas figuras del mundo de las letras no esperaron para manifestarse en contra de esta decisión. Uno de ellos fue el escritor y periodista español Arturo Pérez-Reverte, quien cuestionó la decisión por la modificación de los libros de Ian Fleming. A través de sus redes sociales, el autor no tuvo reparos al mostrar su enojo al llamar «demagogos y oportunistas» a los responsables que solo ven esta situación como un negocio. Además, calificó que «el siglo XXI está siendo el siglo de la estupidez». La escritora Irene Vallejo también ha hecho un comentario respecto al fenómeno de la cancelación. Ella señala que «el impulso de retocar la literatura que incomoda es muy antiguo».

Por su parte, el escritor y matemático argentino Guillermo Martínez también se pronunció en contra de esta situación. «No podemos dejar que la literatura se convierta en una especie de fábula de buenas intenciones y de corregir hacia atrás lo que fueron sensibilidades del pasado». Asimismo, por medio de su cuenta de Twitter, la escritora argentina Mercedes Giuffré había comentado sobre la censura de los libros de Roald Dahl. Recientemente, escribió lo siguiente: «Ahora reescriben a James Bond. Ajá. Lo tocan a Conan Doyle y rompo todo».   

Cuando las máquinas cobran vida: Quince obras en las que la inteligencia artificial prevalece

Muchos escritores han abordado lo que ocurriría en la sociedad ante el avance de la tecnología. Descubre quince obras que abordan la temática de la inteligencia artificial.

Tras la aparición de ChatGPT, se ha generado un intenso debate en torno al avance de la inteligencia artificial en el ámbito de la literatura. Este robot virtual funciona a través de un análisis de grandes cantidades de datos, permitiéndole generar un texto de manera autónoma y coherente. Así, ha demostrado ser capaz de escribir obras literarias, como novelas y poemas. Esta tecnología ha sido retratada en diversas novelas del género de la ciencia ficción, en las que los autores analizan cómo la tecnología ha ido acaparando diversos aspectos de la vida humana. A continuación, te presentamos quince obras que abordan la inteligencia artificial desde diferentes perspectivas. 

Guía del autoestopista galáctico de Douglas Adams 

Guía del autoestopista galáctico es el primer libro de la saga Guía del viajero intergaláctico. En esta obra, el escritor británico Douglas Adams mezcla ciencia ficción, humor y un acercamiento a las cuestiones de la humanidad. En esta obra, se encuentra uno de sus personas más complejos e icónicos: Marvin, un androide melancólico que critica su existencia. Este robot humanoide ha sido testigo de la evolución de los seres humanos, por lo que a lo largo de la obra hace comentarios sarcásticos sobre las formas de vida. 

Yo, robot de Isaac Asimov

Si hablamos de inteligencia artificial, una de las novelas por excelencia es Yo, robot del escritor estadounidense Isaac Asimov. Se trata de una colección de relatos basados en «las tres leyes de la robótica». Estas son un compendio fijo de moral aplicable a supuestos robots inteligentes, con la que no debería haber algún conflicto en el supuesto caso que se cumplieran. En las historias que conforman la obra, estas leyes se cumplen, ocasionando problemas y paradojas a los que se tendrán que enfrentar los expertos de la robótica.

The Game de Alessandro Baricco

The Game es un lúcido análisis de las últimas décadas que se han visto transformadas por la forma en la que las personas se han estado relacionando con el mundo. En este ensayo, el escritor italiano Alessandro Baricco traza la cartografía de la insurrección digital. No es una simple revolución tecnológica, sino que se trata del colapso de los paradigmas sociales del siglo XX. Con el paso del tiempo, los dispositivos digitales han ido cambiando nuestra concepción de la realidad y la forma en la que nos relacionamos con ella.  

Robot salvaje de Peter Brown

La inteligencia artificial explicada a los pequeños lectores. Robot salvaje es una obra en la que retrata lo que pasaría cuando la tecnología y la naturaleza colisionan. La protagonista es un robot de nombre Roz, quien un día cobra vida en medio de una isla remota y salvaje. No sabe cómo llegó ahí, pero es consciente que debe sobrevivir. Así, poco a poco, va aprendiendo las técnicas de supervivencia gracias a los habitantes.   

2001: Odisea en el espacio de Arthur C. Clarke

Con el paso de los años, 2001: Odisea en el espacio es una de las novelas más leídas y un clásico del género de la ciencia ficción, además de ser una de las obras más referenciadas actualmente. La historia presenta al lector una visión totalizadora sobre el origen de la consciencia y la evolución de la humanidad, y la relación que tiene con la inteligencia artificial. En este aspecto, destaca la presencia de HAL 9000. De acuerdo a su programación, no debe recibir respuestas que tengan dudas. Su objetivo es cumplir sin objeciones los planes trazados, razón por la cual elimina a los que dudan o son escépticos.

Ready Player One de Ernest Cline

Una novela que cautivó a millones de jóvenes lectores. En esta historia, el escritor Ernest nos transporta al año 2044, a un mundo sombrío. Sin embargo, Wade Watts prefiere refugiarse en el videojuego OASIS que esconde las diabólicas piezas de un rompecabezas cuya resolución conduce a una fortuna incalculable. De repente, Wade logra resolver el primer rompecabezas del premio; sin embargo, tendrá que competir contra miles de jugadores para conseguir el trofeo. Para poder sobrevivir tendrá que ganar; pero tendrá que abandonar su existencia virtual y enfrentarse a la vida en el mundo real, del que siempre ha intentado escapar.

Neuromante de William Gibson

Nueromante es una las novelas más conocidas del género ciberpunk. El escritor estadounidense William Gibson transporta al lector a un futuro invadido por microprocesadores, electrónicos y quirúrgicos, en el que la información es la primera mercancía. El protagonista de la historia es Henry Case, un pirata informático a quien alquilan para un último trabajo que lo lleva a enfrentarse a una poderosa inteligencia artificial.

Un mundo feliz de Aldous Huxley

Un mundo feliz es un clásico literario del siglo XX. Esta novela de Aldous Huxley representa una metáfora de un futuro posible. La historia se desarrolla en un futuro lejano en el que el avance de la tecnología y la ciencia ha llevado a que la sociedad evolucione hacia una forma completamente diferente de vida. La obra relata el nacimiento de una nueva humanidad, replicada y fabricada artificialmente para encajar en la Era Ford.

Klara y el Sol de Kazuo Ishiguro

Con la novela Klara y el Sol, Kazuo Ishiguro plantea una historia de ciencia ficción que indaga en lo que nos hace humanos. Esta novela tiene como protagonista a Klara, una Amiga Artificial, especializada en el cuidado de niños. Pasa sus días en un escaparate, esperando a que alguien la adquiera. Con el pasar de los días, ve a los transeúntes. Observa sus actitudes, sus gestos, hasta incluso sus modos de caminar. Sin embargo, tiene la tendencia a cuestionarse sobre algunos comportamientos y los sentimientos de los humanos.

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? De Philip K. Dick

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, mayormente conocida como Blade Runner, es otro clásico de la literatura de ciencia ficción. En esta novela, Philip K. Dick nos transporta a un 2021 totalmente diferente, un año en el que la guerra mundial ha exterminado a los seres humanos. Ante la codicia de cualquier criatura viva, los sobrevivientes son capaces de adquirir réplicas realistas. De esta forma, el autor aborda temas como el límite entre lo artificial y lo natural, la decadencia de la vida y la sociedad. Además, retrata los diversos problemas éticos sobre los androides.

Ciberíada de Stanisław Lem

Con Ciberíada, Stanisław Lem contribuyó en la renovación del género de la ciencia ficción. Dos robots constructores, Trurl y Clapaucio, viajan por el universo en búsqueda de encargos. La mayoría de los personajes que aparecen en la obra son en su mayoría robots o máquinas inteligentes. Por medio de esta obra, el escritor aborda los conflictos entre el individuo y la sociedad, centrándose en la búsqueda de la felicidad por medios técnicos.

Máquinas como yo de Ian McEwan

Con Máquinas como yo, el escritor Ian McEwan transporta a un Londres distópico, en la década de los años ochenta. El Reino Unido no solo perdió la Guerra de las Malvina, sino que Alan Turing sigue vivo y plenamente activo. Es más, está involucrado en el campo de la inteligencia artificial y ha logrado un hito: la creación de los primeros seres humanos sintéticos. Se trata de unos prototipos a los que da el nombre, de acuerdo a su sexo, de Adán y Eva. 

1984 de George Orwell

La novela distópica 1984 de George Orwell plantea un futuro alternativo en el que la humanidad es vigilada por medio de máquinas, que le permitían al tirano gobernante Gran Hermano escuchar y manipular a los ciudadanos. Esta obra permite analizar a la sociedad actual, en la que se manipula la información, y se practica la vigilancia masiva que puede conducir a una represión política y social. 

Test de Turing de Enrique Prochazka

En la literatura peruana, también se ha explorado la temática de la inteligencia artificial. Para esta novela, el escritor Enrique Prochazka toma como base el test de Turing, un procedimiento creado por Alan Turing en 1950, el cual sirve para averiguar si una máquina es inteligente o no. Los protagonistas de esta historia juegan un poco a ser Frankensteins informáticos, planteándose como reto «crear» una inteligencia artificial.

El final del Metaverso de Julio Rojas

Con El final del Metaverso, el escritor chileno Julio Rojas incursionó en el género de la ciencia ficción. La historia nos transporta a un futuro distópico, en el que existe MAYA, un metaverso. Al interior de este, se puede interactuar con EVIAS (Entidad Virtual con Inteligencia Artificial). Ellos no saben que son un algoritmo o que forman parte de un juego. Creen que son un ser humano. Sofía es uno de ellos y cree vivir una vida. Alberto Minsky es un programador y su misión es arreglar posibles errores en este metaverso. Sin embargo, cuando Alberto se enamora de Sofía, pondrá en cuestionamiento el concepto de realidad.

Prohibido leerse: Cinco libros de literatura infantil y juvenil censurados

Desde escritores como el Dr. Seuss hasta Mark Twain, han sido censurados en un momento específico. Descubre qué libros de literatura infantil y juvenil fueron prohibidos.    

La reciente reedición de las obras de Roald Dahl ha lanzado las alarmas de cómo lo políticamente correcto está invadiendo el terreno de la literatura infantil y juvenil. Sin embargo, cabe destacarse que esta censura ha venido aconteciendo desde muchos años atrás con los clásicos infantiles tales como La Cenicienta, La bella durmiente o Caperucita roja. Por ello que, actualmente, este tipo de inspección hacia los libros infantiles y juveniles se ha convertido en una constante. A continuación, te presentamos cinco textos que han sido prohibidos por contener material considerado ofensivo o controversial.    

Dr. Seuss

Autor de títulos como El gato ensombrerado, ¡Cómo el Grinch robó la navidad!, o Horton y el mundo de los quien, el Dr. Seuss también le llegó el turno de pasar por la censura. En 2021, no uno, sino seis de sus libros tuvieron que salir de circulación por presentar dibujos de connotaciones racistas y que podrían resultar ofensivos. De acuerdo a quienes apoyaron esta decisión, el objetivo era apoyar a los niños y las familias con mensajes de inclusión y amistad. Las obras en cuestión son Y pensar que lo vi en la calle Porvenir, El pozo de Pascual, Si yo dirigiera un zoológico, ¡Súper huevos revueltos!, ¡Más allá de Zebra!, y El acertijo del gato.

Tintín en el Congo de Hergé

La famosa historieta Tintín en el Congo del dibujante belga Hergé se vio envuelta en escándalo tras varios años de haber sido publicada. A fines del siglo XX comenzó una ola de ataques hacia la obra debido a que mostraba una actitud racista y colonial percibida hacia los congoleños, y por exaltar la caza mayor. En consecuencia, hubo intentos que se prohíba su circulación en Bélgica, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos; además de limitar su disponibilidad a los niños. Asimismo, en 2011, Tintín fue llevado a los tribunales. Por petición de un ciudadano belga de origen congoleño se juzgó si la historieta debía ser retirada de todo espacio público.

El guardián entre el centeno de J. D. Salinger

Si hablamos de libros que han causado un gran revuelo en la comunidad lectora, podemos referirnos a El guardián entre el centeno. Su protagonista, Holden Caulfield, representa rebeldía adolescente, por lo que ha llevado a que la obra sea una de las más censuradas en el mundo. Desde su fecha de publicación, fue considerado un libro prohibido debido al uso de palabras obscenas; además de mostrar los conflictos de la adolescencia, el desequilibrio mental y las tendencias homicidas. 

Donde viven los monstruos de Maurice Sendak

Con el paso de los años, Donde viven los monstruos se ha convertido en una obra imprescindible de la literatura infantil. Sin embargo, ha tenido que luchar contra las controversias desde su publicación en 1963. El libro fue calificado de políticamente incorrecto para la época debido a que mostraba una historia poco amorosa y temerosa al mismo tiempo. Los padres de familia alegaron que la obra podía asustar a los niños. A pesar de ello, Maurice Sendak se ha convertido en un escritor de culto y su obra ha logrado ser un éxito en ventas alrededor del mundo.    

Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain

En 2018, el clásico juvenil Las aventuras de Huckleberry Finn fue retirado del plan de estudios de una escuela en Minnesota por los insultos raciales. Si bien, el texto ha sido objeto de estudio desde su publicación, también ha sido ampliamente criticado por su lenguaje soez. En el siglo XX, a pesar que tiene un contenido antirracista, los argumentos en contra de la obra fueron en aumento, resaltando el contenido de estereotipos raciales y el empleo del insulto nigger

Michel Houellebecq: El «escritor maldito» de las letras francesas

Este 26 de febrero el escritor francés Michel Houellebecq cumple 65 años. A lo largo de su trayectoria, ha incursionado en los géneros de la poesía, la novela y el ensayo. Sus obras Ampliación en el campo de batalla, Las partículas elementales y Plataforma fueron calificadas como el hito de la nueva narrativa francesa que dio lugar al llamado «fenómeno Houllebecq».

*Foto de portada: Andreu Dalmau

Michel Houllebecq es el pseudónimo bajo el cual el escritor francés Michel Thomas firma sus obras. Inició su carrera literaria a los veinte años, publicando sus poemas en la revista La Nouvelle Revue en 1985. Seis años más tarde, publicó un ensayo biográfico sobre el escritor de terror H. P. Lovecraft, de quien había sentido una admiración desde los dieciséis años. Sin embargo, la fama no le llegaría hasta 1994, cuando publica su primera novela titulada Ampliación en el campo de batalla. En esta obra, experimenta la narración en primera persona, alternando relatos de la vida sombría del protagonista y sus reflexiones sobre la sociedad.

Con su segunda novela, Las partículas elementales, Houellebecq se consagró como uno de los escritores franceses más importantes, llegando a ser galardonado con el Prix Novembre y el Premio Nacional de las Letras para jóvenes talentos. El texto fue elogiado por la audacia de sus ideas y la invitación a una reflexión, aunque también fue fuertemente criticado por la representación real de la pedofilia y la tortura. El éxito total llegaría con la obra Plataforma, la cual situó al escritor en el foco de la polémico debido a que fue acusado de misoginia y racismo. Sin embargo, cabe resaltar que dicha polémica ayudaría a aumentar su popularidad.

Una escritura salvaje

En la obra de Michel Houellebecq se aprecia una gran influencia de autores tales como el marqués de Sade, Aldous Huxley, H.P. Lovecraft y Louis-Ferdinand Céline. Por un lado, la crítica ha notado una ausencia estilística. Tal como el mismo escritor ha manifestado, siempre ha estado consciente sobre la carencia de estilo, ya que ha afirmado que es capaz de usar los recursos dependiendo de la situación. La crítica francesa ha denominado a esta forma de escritura como «estilo blanco».

Por el otro lado, cabe resaltar que un tema recurrente en sus obras es la intrusión de la economía de libre mercado en las relaciones humanas. Desde la publicación de su primera novela, Houellebecq busca representar al hombre contemporáneo desde una perspectiva pesimista. De acuerdo a los comentarios, su obra es catalogada como demoledora, pues aborda la soledad, la muerte, la enfermedad, el suicidio asistido, así también como las relaciones familiares, y la decadencia social, moral y política. En ese sentido, la literatura de Michel Houellebecq irrita porque muestra al lector las paradojas de la era contemporánea.

Victor Hugo Green: El hombre detrás de The Green Book

Cada mes de febrero, se celebra el Mes de la Historia Negra, a través del cual se busca reconocer las contribuciones de la comunidad afroamericana en el desarrollo de Estados Unidos. En el rubro editorial, Victor Hugo Green realizó un gran aporte con la creación de la guía de viajes conocida como Libro Verde o The Green Book, nombre por el que se conoce a la película protagonizada por Viggo Mortensen y Mahershala Ali en 2018.       

*Foto de portada: Escena de la película Green Book, producida por DreamWorks Pictures

Febrero es conocido como el Mes de la Historia Negra. Esta celebración tiene el objetivo de reconocer los aportes de la comunidad afrodescendiente en el desarrollo de Estados Unidos. Asimismo, busca rendir un homenaje a la larga lucha de los afroamericanos para terminar con los abusos, la discriminación y la segregación racial que vinieron sufriendo desde 1609, cuando eran esclavos. La lista de las personas que contribuyeron al avance de la comunidad es larga, abarca figuras como Frederick Douglas, Martin Luther King Jr., Malcolm X y Rosa Parks.

Sin embargo, hay un personaje que cambió el panorama editorial gracias a la guía de viaje conocida como Libro Verde o The Green Book. Se trata de Victor Hugo Green, un cartero que trabajaba en Harlem, que entre los años 1936 y 1963 publicó este directorio, el cual era usado por la comunidad afroamericana. Esta guía se convirtió en una herramienta indispensable para una navegación segura durante la era de las leyes de Jim Crow.

Un cambio en el panorama editorial

En 1936, apareció la primera versión titulada como El libro verde del automovilista negro. Mediante este, los viajeres afroamericanos podían atravesar Estados Unidos. Para ello, Victor Hugo Green hizo un recopilatorio de los hoteles y restaurantes que eran administrados por afroamericanos. De esta forma, la guía les mostraba las zonas seguras para evitar las áreas discriminatorias y segregadas para evitar el acoso y la violencia. Así, fue usada para subvertir a la supremacía blanca.

Con el paso de los años, Green decidió abrir una oficina editorial en Harlem. En 1947, creó una agencia de viajes para reservas en establecimientos de propiedad de negros. Para 1949, la guía incluía destinos internacionales en Bermudas y México; además, de enumerar lugares para comida, alojamiento y gasolineras. Tres años más tarde, pasaría a llamarse El libro verde de los viajeros negros. Victor Hugo Green llegaría a imprimir 15 000 copias de The Green Book cada año. Estas comenzarían a comercializarse en empresas tanto de blancos como de negros, demostrando la riqueza de los afroamericanos.    

Tennessee Williams: Un personaje atormentado

Este 25 de febrero se cumplen 40 años del fallecimiento del dramaturgo estadounidense Tennessee Williams. En 1948, ganó el Premio Pulitzer de teatro por su obra Un tranvía llamado deseo, y en 1955, por La gata sobre el tejado de zinc caliente. También, recibió el premio de la Crítica Teatral de Nueva York por sus piezas El zoo de cristal y La noche de la iguana. Junto a Eugene O’Neill y Arthur Miller, Williams es considerado como uno de los mejores dramaturgos norteamericanos del siglo XX.

Nacido como Thomas Lanier Williams III, conocido en el mundo del teatro como Tennessee Williams. Ha sido un personaje importante no solo en las tablas, sino también en el cine. A lo largo de veinticuatro años, diecinueve de sus obras se han presentado en Broadway. Mientras que algunas de sus piezas dramáticas, como Un tranvía llamado deseo y La gata sobre el tejado de zinc caliente, han sido llevadas al cine por importantes directores de su generación, en donde el mismo Williams participaba como guionista. Gracias a que la intensidad de las tramas y la riqueza potencial de sus atormentados personajes permitieron que las adaptaciones sean propicias para que los actores expongan su talento interpretativo.  

Para Williams, el arte es una forma de anarquía y el teatro una forma de arte. A lo largo de su carrera cosechó importantes premios, como el Pulitzer, el de la Crítica Teatral de Nueva York, e incluso, el Premio Tony. Sin embargo, después de la era dorada, vino una etapa oscura en la vida del dramaturgo, quien fue víctima de calmantes y drogas debido a las críticas adversas. También, tuvo que enfrentarse a un evento que lo marcó: la muerte de Frank Merló, su secretario y pareja. Este hecho lo sumió en una profunda depresión que lo empujó al alcoholismo. Tras pasar muchos años en una situación crítica, el cuerpo de Tennessee Williams fue encontrado sin vida un 25 de febrero de 1983 en un hotel de Nueva York.

La vida real llevada al teatro

De acuerdo con la crítica, es posible apreciar una fuerte influencia de William Faulkner y de D. H. Lawrence en los dramas de Tennessee Williams. Sus personajes representan a los inadaptados, los perdedores, los marginados, los desamparados. Por medio de ellos, en medio de una mezcla de realismo y fantasía, el dramaturgo analiza la soledad. De esta forma, su trabajo manifiesta la oposición entre el individuo y la sociedad, resaltando el conflicto psicológico, la frustración vital y la extrema pasión física y emocional. Por ello recurría a personajes arquetípicos: la aristócrata en decadencia, la joven débil y víctima del macho dominante, el joven sensible y con aspiraciones artísticas, el hombre emprendedor y agresivo.

Asimismo, uno de los temas recurrentes es el de la «heroína loca», el cual se basa en su hermana. Sus personajes son vistos como representaciones directas de los miembros de su familia, especialmente los de género femenino. Una de las más directas es la de su hermana Rose en el Laura Wingfield, de El zoo de cristal, y Blanche DuBois, en Un tranvía llamado deseo. También, aparece el tema de la lobotomía. Sin embargo, sus personajes masculinos también son autobiográficos.