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Katherine España: «El trabajo del corrector es fundamental para cualquier proceso editorial, por más pequeño que sea»

Historiadora de profesión y correctora de textos egresada de la Escuela de Edición de Lima, Katherine amplía algunos conceptos sobre la corrección y cómo el Curso Integral de Corrección de Estilo influyó en su desempeño profesional.

¿Es un error pensar que la corrección es un proceso más intuitivo que profesional?

La corrección de textos exige una formación académica para adquirir los conocimientos y las herramientas que nos permitan la intervención y mejora de un escrito. Sin embargo, en el campo laboral de la corrección encontramos de todo un poco: autodidactas, traductores, periodistas, entre otras profesiones que desempeñan esta labor. Esto no solo sucede en la corrección, sino también en la historia. La formación académica te da las bases para entender cada una de las partes que conforman nuestra lengua: ortografía, sintaxis, morfología, ortotipografía, entre otras. La intuición atiende a preferencias personales, mientras que la formación académica te da un criterio especializado para desarrollarte a nivel profesional. No pretendo ser la inquisidora de la lengua, pero sí demostrar la importancia de la capacitación, para quienes ejercemos este trabajo, con el fin de entregar textos que expresen de forma clara y concisa las ideas de su autor.

En un rubro donde la autoedición empieza a cobrar cada vez mayor fuerza, ¿cuál es el papel que juega el corrector de textos?

El trabajo del corrector es fundamental para cualquier proceso editorial, por más pequeño que sea y sin importar el tipo de contenido o el público al que va dirigido, pues es la forma más apropiada de cuidar la expresión exacta de nuestro idioma. La mayoría del contenido que predomina en la web presenta muchos calcos del inglés, en la forma que se construyen las oraciones; también, vemos traducciones realizadas con IA o de traductores no profesionales, quienes están más familiarizados con el inglés que con su propia lengua.

Es cierto que estos préstamos lingüísticos nos dan alternativas, pero su uso incorrecto genera dificultades en la lectura y le resta sentido a lo que enuncia. El peligro es que la repetición de estas formas se normalice en el colectivo lector, hasta convertirse en uso común.

¿Cómo empezó tu interés por incursionar en el campo de la corrección de textos?

Mi interés partió de la necesidad de escribir mejor para que mis textos sean claros en su planteamiento. Por eso, en el verano de 2019 decidí inscribirme en el Curso de Corrección de Textos I en la Escuela de Edición de Lima, el cual sembró en mi la semilla de la curiosidad por saber más de este apasionante mundo de la lengua.

Coméntanos un poco acerca de tu experiencia en el Curso de Corrección de Estilo de la Escuela de Edición de Lima.

Pertenezco a la V promoción del Curso de Corrección de Estilo que se dictó en 2020. Esta experiencia significó un gran reto para todos los que participamos, pues no permitimos que las circunstancias —la cuarentena a causa del covid-19— detuvieran nuestra formación.

Fuimos un grupo grande compuesto por traductores, periodistas, estudiantes universitarios y docentes que, clase a clase, logramos desmitificar gran parte de los conocimientos adquiridos en las diferentes etapas de formación que siguen presentes en el sistema educativo no solo del Perú, sino de Latinoamérica.

En tu opinión, ¿es posible llevar un curso de corrección de estilo de forma virtual?

Por supuesto que es posible. Mi promoción fue la primera edición virtual de este curso y la experiencia fue tan interactiva y participativa como las clases dentro de un aula presencial. Cada uno de los profesores se esforzó por explicar el contenido en cada sesión con excelentes recursos audiovisuales que nos permitieron entender tanto la teoría como la práctica. Si lo estás considerando, ten presente que para hacerlo solo necesitas tus ganas de aprender y tener disciplina para estudiar a tu ritmo.

Eres historiadora de profesión, ¿cómo ha influido el CICE en tu desempeño profesional?

Mi labor como historiadora es interpretar los sucesos del pasado con los ojos del presente. No tarea fácil explicar con palabras sencillas eventos que ocurrieron hace 500 años y que están analizados con la mirada del presente. Para que esta información sea entendida por el lector, utilizamos varios recursos estilísticos: el cuidado con los tiempos verbales, la discriminación entre mayúsculas y minúsculas, el uso los circunstanciales, la presencia de los incisos para dar información adicional y hasta afinar los aspectos ortotipográficos de las citas. Mis estudios en la Escuela de Edición de Lima me han permitido desarrollarme mejor como escritora de artículos académicos, así como en la labor de correctora de tesis a nivel universitario.

Y, en el caso de los docentes, ¿tienes alguna opinión respecto a su desempeño?

El desempeño de todos los profesores fue excelente. En sus clases nos compartieron anécdotas de sus tiempos como estudiantes, explicaciones sobre las variaciones de las normas, sus experiencias en el campo laboral como docentes y como correctores profesionales. Incluso, pude conocer más sobre cómo nuestra labor ha logrado profesionalizarse en el Perú a través de los cursos que ofrece la Escuela de Edición de Lima.

Tus impresiones finales sobre el CICE y tu formación como correctora de estilo.

Además de mi labor como historiadora, los conocimientos que adquirí en el CICE me han permitido trabajar como correctora de contenido digital y colaborar activamente para que otros escritores mejores sus habilidades. En un futuro cercano, me gustaría desarrollar un seminario dirigido a los estudiantes de la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela, para enseñar las nociones básicas de la ortografía y gramática del español que todo egresado debe saber para desempeñarse en el área de la investigación histórica.

Recuerda que la XV edición del Curso Integral de Corrección de Estilo empieza este sábado 17 de agosto. Separa tu vacante en el curso más completo del sector editorial (192 horas lectivas) con nuestros asesores, comunicándote al WhatsApp 968788289 o escribiéndonos al correo comercial@escueladeediciondelima.com.

Alejandra Bravo Espinoza: «Puedo afirmar con énfasis que la principal fortaleza del CICE es la calidad de sus docentes»

Lingüista y correctora egresada de la Escuela de Edición de Lima, Alejandra Bravo nos comenta su experiencia en el oficio de la corrección, así como su paso por el Curso Integral de Corrección de Estilo, el cual culminó satisfactoriamente.

Cómo lingüista, ¿cuál es tu punto de vista respecto a la labor del corrector de estilo?

La carrera de Lingüística me ha brindado los conocimientos fundamentales de aspectos gramaticales, semánticos, sintácticos, morfológicos, fonológicos y fonéticos del estudio de la lengua. Gracias a esa base entré en contacto con el mundo de la corrección de estilo, en una editorial especializada en temas jurídicos, contables y gubernamentales, donde tuve la oportunidad de ascender y ser coordinadora de un pool de correctores, incluso tuve la propuesta de ser editora. Ahí comprendí la importante labor que desempeñan los correctores como guardianes del texto y de su autor, pero, sobre todo, en el cuidado del lector. Posteriormente, en el 2018, con ese mismo entusiasmo, ingresé a laborar como correctora en la Corte Suprema del Poder Judicial, donde mi enfoque tuvo un ligero cambio, pues la corrección no se orientaba en el marketing de los textos, sino en emplear un lenguaje claro, preciso, libre de frases largas y oscuras. En este poder del Estado —donde continúo hasta la fecha—, con mi desenvolvimiento y profesionalismo, he logrado ganarme el respeto y la admiración pese a no provenir de una carrera legal. Considero que mi formación lingüística ha aportado un valor significativo a mi labor como correctora de sentencias y resoluciones, lo que me ha permitido también dictar capacitaciones a nivel nacional sobre redacción jurídica.


¿Consideras que la corrección de estilo es un oficio reservado exclusivamente para profesionales de las letras?

Existe la percepción equivocada de que cualquier persona que escriba con fluidez puede ejercer la corrección de estilo de manera profesional —y eso me pasa con los abogados—, pero está lejos de la realidad. En mi opinión, no se trata de un oficio exclusivo de profesionales de las letras, pero sí requiere una formación continua a través de cursos, talleres y diplomados, pues nos formamos cada día, con anécdotas y experiencias. Además —y no quiero dejarlo de lado—, un corrector, sumado a su amplio conocimiento de la gramática, debe ser un inquieto lector y tener una base humanística sólida. Es decir, debe saber de filosofía, historia, política, música, entre otras áreas.


¿Cuál crees que es el objetivo del profesional de la corrección de textos?

El objetivo primordial es garantizar que el texto que se encuentra en sus manos sea perfectamente legible. Por ejemplo, en el ámbito jurídico me enfoco en asegurarme de que los escritos sean claros, precisos y, en la medida de lo posible, sencillos —aunque muchas veces la sencillez no sea la preocupación de los abogados—. Los textos deben ser comprensibles para todo el ciudadano común, sin necesidad de la interpretación de un especialista. Es así que, como amante de las letras, mi labor no se limita a embellecer los textos, sino garantizar que empleen un lenguaje claro y accesible.


Cuéntanos un poco tu experiencia en la Escuela de Edición de Lima, tras haber llevado el Curso Integral de Corrección de Estilo (CICE)

Como mencioné previamente, si bien es cierto mi formación lingüística fue de gran ayuda en mi labor como correctora, este oficio demanda una formación continua en cursos o diplomados de especialización, pues mi carrera no proporciona una preparación específica en corrección, idea errada que algunas personas tienen. En el 2019 por fin decidí llevar el Curso Integral de Corrección de Estilo. Inicialmente, asistí de manera presencial, pero, debido a la pandemia, completé el curso de modo virtual en el 2020 (el curso dura casi un año). Mi experiencia en las aulas me permitió compartir conocimientos con otros profesionales —como yo— interesados en el mundo de la corrección, lo cual resultó enriquecedor. La transición a la virtualidad no fue complicada, ya que manejo muy bien la tecnología. De hecho, fue bastante provechosa, pues ya no perdía tiempo en trasladarme y las clases se grababan para una consulta posterior. Los docentes que tuve a lo largo de esos meses destacaron por su profesionalismo; nos proporcionaron los materiales de la clase —que hasta ahora ojeo—, libros, videos, y aprovecharon los recursos tecnológicos para hacer las clases más interactivas.


¿Cuál crees que es la principal fortaleza del CICE?

Puedo afirmar con énfasis que la principal fortaleza del CICE es la calidad de sus docentes que, incluso, desde que empezó la pandemia y con ella la virtualidad, continuaron dictando y se sumaron profesores extranjeros de diversos países del mundo. Ellos siempre estuvieron prestos a absolver mis dudas y se centraron en mis intereses profesionales.


¿Cómo influyó la formación en el curso en cuanto a tu labor profesional?

Si bien es cierto, yo tenía una muy buena base como lingüista, pero llevar el Curso Integral de Corrección de Estilo me ayudó a detectar mis puntos débiles y perfeccionar mis habilidades en la corrección de manera más profesional. Gracias a la teoría, la retroalimentación personalizada de los docentes y el intercambio de conocimientos en clase, ahora me siento más segura cuando asesoro en temas de redacción, puedo proporcionar explicaciones más fundamentadas para cada corrección y hasta transmitir mis conocimientos a través de talleres.   


¿Qué opinión te merece nuestra plana docente?

Los docentes son profesionales destacados que fomentan el aprendizaje continuo, con quienes, hasta la fecha, mantengo comunicación por temas académicos y de corrección. Gracias a sus consejos, a menudo consulto la RAE, el Panhispánico, la Fundéu, Castellano Actual, entre otros. Esto ha enriquecido mi trabajo como correctora.


Déjanos saber tus impresiones finales sobre el curso y la Escuela de Edición de Lima.

Cuando culminé el Curso Integral de Corrección de Estilo me llevé gratos recuerdos y un profundo aprendizaje. Es por ello que pensé que debía regresar por algún otro curso, y así fue. En el 2022, llevé también el Curso Integral de Edición de Publicaciones, debido a mi interés en el rubro editorial y con miras a una futura carrera como editora. Ambos cursos los culminé satisfactoriamente, y ahora puedo decir que tengo una sólida base en corrección y edición de textos para enfrentar nuevos retos.

Recuerda que la XV edición del Curso Integral de Corrección de Estilo empieza este sábado 11 de noviembre. Separa tu vacante en el curso más completo del sector editorial (192 horas lectivas) con nuestros asesores, comunicándote al WhatsApp 968788289 o escribiéndonos al correo comercial@escueladeediciondelima.com.

Hoy es el Día Internacional del Corrector de Textos

Cada 27 de octubre se conmemora esta fecha, a modo de homenaje para aquellos profesionales que intervienen y trabajan con textos. La Escuela de Edición de Lima y el Centro de Desarrollo Editorial y de Contenidos saluda a todos los correctores en su día.

La Fundación Litterae instituyó el Día Internacional del Corrector de Textos en esta fecha debido a que coincide con el nacimiento del teólogo y filósofo holandés Erasmo de Róterdam, quien tradujo y corrigió textos en latín, echando mano de un lenguaje accesible.

La labor del corrector es imprescindible dentro del proceso editorial. El objetivo de su trabajo es aplicar las normas ortográficas, gramaticales y ortotipográficas en un texto, con el fin de ofrecer un escrito de calidad, libre de erratas y listo para ser publicado. Por ello, esta tarea solo puede ser realizada por profesionales especializados en dicha materia.

Esto engloba no solo a quienes provienen de carreras afines, tales como la literatura o la lingüística, sino también a todas aquellas personas que tomen la iniciativa de incursionar en este oficio con seriedad y responsabilidad. Si bien corren los tiempos de la inteligencia artificial y de los avances tecnológicos (muchos insertados en el campo de la corrección) nada podrá equiparar las destrezas y habilidades de un profesional formado durante años para llevar a cabo esta tarea.

La Escuela de Edición de Lima y su compromiso con los correctores de textos

En la Escuela de Edición de Lima, desde su fundación, le hemos dado suma importancia al desarrollo de las habilidades que se requieren para ser un buen corrector de textos, pues reconocemos que son pieza clave en todo proceso editorial. Por eso contamos con una serie de cursos que buscan el crecimiento profesional de los correctores.

Entre ellos está el Curso Integral de Corrección de Estilo, el programa más completo que cuenta con 192 horas de duración —que se llevan a lo largo de un año y que está conformado por doce materias—. En este curso uno aprenderá todo lo necesario para empezar en este apasionante oficio.

Las clases empiezan el sábado 11 de noviembre y serán de 9:00 a. m. a 1:00 p. m. Separa tu vacante con un asesor, escribiendo al siguiente enlace: http://wa.link/gb8ory. También puedes comunicarte al teléfono 968788289 o al correo comercial@escueladeediciondelima.com.

Juan Cajar: Una de las mejores decisiones que tomé en los últimos años fue matricularme en este curso

Biólogo de nacionalidad panameña y corrector egresado del Curso Integral de Corrección de Estilo (CICE) de la Escuela de Edición de Lima, Juan Cajar nos cuenta su experiencia como estudiante y la forma en que nuestro programa influyó en su quehacer profesional.

¿Cómo inició tu vínculo con los libros y la redacción?

Desde muy niño. Recuerdo que mi interés y aprecio hacia la lectura y los libros fue gracias a mi madre, quien me inculcó el respeto, gusto y cuidado por ellos. Mi afición por la redacción vino después, en medio de mis estudios primarios y secundarios. Mención aparte merece mi pasión por los crucigramas.

¿Qué te impulsó a incursionar en el mundo de la corrección de estilo?

Mi interés por la corrección despertó gracias a un taller que cursé en Ciudad de Panamá, el cual llevaba por nombre «Escriba y publique sus libros».

¿Qué te pareció llevar el Curso Integral de Corrección de Estilo a distancia?

Una de las mejores decisiones que tomé en los últimos años fue matricularme en este curso. No fue fácil, ya que las exigencias propias del plan de estudios, en algunos aspectos, resultaron ajenas a mi profesión cotidiana de biólogo, lo que no hizo sino incentivar más mi interés por el mismo. Los estudios a distancia son una opción, si bien una oportunidad de interactuar con académicos y compañeros estudiantes de otras culturas, pero con el mismo fin de desvelar la metodología y particularidades de esta satisfactoria profesión.

¿Qué opinión tienes respecto a la malla curricular estructurada para nuestros estudiantes?

La malla curricular que estudiamos no es más que el producto de la experiencia, del excelente equipo de profesores y personal administrativo con que cuenta la Escuela de Edición de Lima, para formar a los futuros correctores de estilo.

Muchos compañeros tuyos opinan que el vínculo con nuestros docentes traspasa la virtualidad, ¿has experimentado esto?

Por supuesto. Creamos una amistad basada en el interés y pasión común por esta profesión con los docentes, quienes siempre han estado y están a la orden para absolver cualquier consulta y opinión en torno al ocasional debate que generan los diferentes puntos de vista en torno al oficio.

¿Cómo influyó lo aprendido en el curso en tu vida profesional?

Puedo decir que en mi natal Ciudad de Panamá voy abriendo camino en el ámbito de la corrección, con la esperanza de aumentar mi participación en selectivos espacios en donde la gestión de un corrector de estilo sea necesaria.

Déjanos saber tus impresiones finales sobre la Escuela de Edición de Lima y el Curso Integral de Corrección de Estilo…

El Centro de Desarrollo Editorial y de Contenidos y la Escuela de Edición de Lima llenaron un gran vacío académico en lo que respecta a la formación de profesionales, tanto en el ámbito de la corrección como de otras disciplinas afines, las cuales también forman parte del plan curricular. Estoy seguro de que sus propósitos y gestiones serán acogidas por todos los países en los que falte un auténtico «corrector de estilo».

Recuerda que la XV promoción del CICE empieza este sábado 11 de noviembre, en línea y en directo. Separa tu vacante comunicándote con nuestros asesores a los siguientes contactos:

📞 Teléfono: +51 968 788 289

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Hernán López Winne: «… es un error ingresar al mercado editorial solo con el entusiasmo»

El cofundador de Ediciones Godot, coautor del libro Independientes, ¿de qué?, y organizador de la Feria de Editores se encuentra en Lima por estos días y conversó con nosotros acerca de la labor editorial, las traducciones, entre otros temas propios del mundo del libro. En marzo de 2024, Hernán junto a Víctor Malumián y la Escuela de Edición de Lima tienen preparado un curso que será una gran oportunidad para quienes están por comenzar o ya tienen en marcha un proyecto editorial.

Por Marco Fernández

¿Qué impulsa a una persona a formar una editorial, en un mercado que aparentemente está saturado de empresas que, de algún modo, ofrecen los mismos servicios respecto a la elaboración de un libro?

En el 99.9% de los casos es el entusiasmo o la pasión por los libros y la lectura. De hecho, en el libro que publicamos con Víctor (Malumián), Independientes, ¿de qué?, en todas las entrevistas editores de distintos países nos dijeron lo mismo. Eso sería, por así decirlo, el inicio. Sin embargo, con resultados claros, es un error ingresar al mercado editorial solo con el entusiasmo. Así empezamos todos para luego darnos cuenta de que en el camino se deben mirar otras cosas para que sea un negocio rentable, como qué libro publicar o si te gusta o no un libro. Es un poco la mirada del editor, tal como señalaba Roberto Calasso: separar la biblioteca personal del catálogo de la editorial. Hay un montón de libros que nos llegan todo el tiempo, algunos nos gustan, otros no, pero la decisión de publicarlo es otro salto. Ahí es donde el entusiasmo queda relegado bajo la viabilidad financiera del libro.

Sabemos que en el rubro existen las grandes editoriales y las independientes. En el caso del segundo tipo, y esto lo has hablado mucho en Independientes, ¿de qué?, en tiempos de crisis, ¿qué significa ser un editor independiente?

Una pregunta difícil. Considero que lo primordial es la mirada sobre el catálogo, ya que hay que observar ciertas variables para que un título sea rentable: no pagar una fortuna por adelanto de derecho de autor, si por ahí el libro tendrá 800 páginas, probablemente sea inviable pues deberá venderse a un precio elevado. Pero también está el otro factor, que es lo que llamamos «editoriales independientes», en el que el catálogo está pensado en torno a determinada estética, calidad literaria e intereses específicos de la editorial, y no meramente por el efecto del éxito comercial rápido. En esto se diferencian de los grandes grupos que sacan cincuenta novedades por mes, bajo una lógica de bestseller. De ese número, dos o tres títulos deben funcionar muy bien y el resto se salda o se destruye. Personalmente no me gusta demonizar ni a uno ni a otro, porque dentro de las independientes hay de todo. No es que las multinacionales sean el diablo y el resto los buenos. Sin embargo, hay una lógica en la que de un lado está la necesidad de golpes de efecto permanentes, por una cuestión financiera, y del otro está más la idea de catálogo donde si la pegas con un título resulta fantástico. Pero lo que realmente prima es una estética particular y la intención de forjar un catálogo a largo plazo que contenga títulos rentables.

La independencia editorial, ¿tiene que ver con manejar pocos recursos, pero contar con un catálogo nutrido?

Podría ser, pero es posible que surjan discusiones en torno a ello. Supongamos que un millonario decide lanzar sellos como Siruela y Atalanta (libros de lujo en tapa dura que son espectaculares). Uno podría pensar que forma parte de un gran grupo multinacional, pero es posible que alguno diga que esta persona, llamémosle Conde Siruela, es independiente porque maneja mucho dinero. Por último, otros argumentarán que es independiente porque no pertenece a ningún grupo y publica lo que quiere. Me parece que la discusión no gira en torno a que se es independiente por manejar recursos o no, sino que pasa por lo que se publica. Es decir, el catálogo.

En todo caso, también es tener en cuenta qué cosa se publica. Digamos que no se trata solo de tener a un puñado de autores en cartera, sino también de desarrollar ese ojo de editor para saber quién debe ser publicado…

Es lo que hablábamos hace poco. Está bien publicar lo que te gusta o te parece interesante, pero no se debe perder de vista la rentabilidad. Si publicaste un libro que te parece buenísimo y no vendió nada, y publicas el siguiente y tampoco generas ventas, algo estás haciendo mal. Tal vez no eran títulos adecuados, o faltó una estrategia comercial para darles movimiento, o lo que fuere, pero en definitiva hay un factor que no funciona.

Ediciones Godot lleva quince años en el rubro editorial y, entre sus diversos atributos, se caracterizan por rescatar autores como Zweig y recientemente con Joseph Roth. ¿Bajo qué criterios se producen estos «rescates»? Pues, podríamos ser muy categóricos y objetar por qué se dejó a este autor fuera y a este sí se le revalora.  

Hay varias cuestiones. En este caso sí es necesario que la obra del autor nos interese. También hemos publicado a Walter Benjamin y a Virginia Woolf, que son súper clásicos. Sumado a ello, damos una mirada a lo que falta de esos autores, es decir que no se ha publicado o que se puede traer al mercado. Los cuentos completos de Virginia Woolf salieron bajo una edición de Seix Barral hace poco. Nos va a generar una competencia muy fuerte, claro que sí, pero durante muchos años la única edición de los cuentos fue una de Alianza, allá por los años 90, de los cuales quedan muy pocos ejemplares dando vueltas. Vimos que faltaba eso y apostamos por ello. En el caso de Benjamin ya era un clásico, pero creímos pertinente aportar nuevas traducciones de textos clásicos de él, algunos más conocidos que otros, como Diario de Moscú, que no es tan conocido, pero que igual entra en esa categoría de traer textos de un autor. Con Zweig sucedió que los libros que venían circulando de él eran los de Acantilado y cuando entró en dominio público vimos la posibilidad de traerlo con ediciones y traducciones argentinas, a un precio más accesible que los libros de Acantilado. Dicho sea de paso, Acantilado empezó no hace mucho a generar impresiones locales aquí en Argentina, pero históricamente sus precios eran muy elevados, ya que se trataba de libros importados.

Zweig y Roth han sido grandes aportes de Godot hacia decenas de lectores fanáticos de estos autores. Pero, también han tenido críticas justamente por temas de traducción. Sin embargo, es posible tomar ciertas licencias en beneficio de un determinado grupo de lectores.

La traducción la vemos como una postura ideológica o como una posición frente a la tarea de publicar. En el caso de Zweig, Roth y de Dublineses de Joyce (traducida por Edgardo Scott) nuestra mirada fue apostar por traducciones rioplatenses, porque los libros se hacen acá al igual que las traducciones. Ahora, si bien tenemos buena distribución en América Latina, la mayor cantidad de libros circulan en Argentina, por ello, hacerles llegar a los lectores una traducción con impronta rioplatense nos pareció interesante. Ahora, es cierto que nos han llegado comentarios en los que un lector decía que le parecía extraño que un personaje dijese que «estuvo con una mina», término que significa «mujer». No sé si es un lunfardo, pero es un término muy familiar en Argentina. No creo que en otros países se use, pero por el contexto se entendía. Además, el personaje en esa historia no estaba hablando en alemán liso y llano, sino en jerga. Entonces, la traductora eligió el término «mina» y lo bancamos. Puedes tener esas críticas, pero la respuesta es que cada uno tiene su mirada y lo que hay que hacer es defenderla. Nuestro argumento es ese: la toma de postura frente al trabajo que hacemos.

Aquí entrarían en juego muchos factores, como la labor del traductor y, más allá de ello, la edición del libro. Ahora, se habla mucho de la «edición cuidada», pero cuidar la edición no debe tomarse, quizás, como algo rígido, sino que el editor debe tener cierta libertad para meter mano en la obra de un determinado autor.

Todos los que tienen una editorial cuidan la edición de sus libros. Me parece que cuando se dice «edición cuidada» o «traducción cuidada» es redundante. Lo que sí existen son posturas. En nuestro caso tratamos de intervenir lo menos posible, sobre todo en las traducciones. En los textos de autores argentinos o libros que nos proponen, ahí sí nos metemos más para proponer ciertos puntos. Obviamente, si hay algo que no se entiende o palabras fuera de registro se trabaja con la traductora o el traductor. Es una postura nuestra respetar el trabajo del traductor. Además, sería contradictorio meterte y cambiar todo lo que has mandado a traducir. Estarías trabajando el doble y en vano.

En otros temas, ¿cuál es la realidad de la industria del libro en Argentina, en el marco de la recesión?

Muy complicada, sobre todo por el tema del papel. No es algo propio del país, sino que es una crisis mundial. En algún momento escaseará de verdad. Lo que sucede es que el papel está atado al dólar y, bueno, somos un país que se devalúa constantemente. Eso es un problema grave, ya que no solo es la escasez, sino que es una materia prima que no está atada al dólar oficial. Entonces, cuando hay una devaluación los presupuestos de imprenta se vienen abajo. Incluso ha pasado que los impresores no pasan presupuestos porque no se sabe cuanto será el total. El contexto socioeconómico actual ha generado impactos en diversos sectores. En el caso del libro, se registra cerca del 20% de disminución en las ventas.

A pesar de todo lo que está pasando en el Argentina, Ediciones Godot se ha mantenido a flote y, no solo eso, sino que han sacado adelante diversas iniciativas como la Feria de Editores, algo que no es poca cosa en medio de la gran incertidumbre que se vive en Argentina.

Creo que la feria cristaliza un momento de efervescencia social y todo lo acontecido en los últimos años. En la última edición vinieron más de cincuenta editoriales de Latinoamérica, muchas de ellas sin presencia en librerías. Todo eso configura un mapa interesante para un evento consolidado en la escena local.

En ese caso, vemos también que las ferias abren oportunidades de negocio. ¿Consideras que debe generarse siempre un espacio donde se hagan precisamente estos intercambios?

Claro que sí, de hecho, este año hicimos un evento específico para editores, libreros y traductores, para que se conozcan entre sí y generen vínculos. Quizás durante la feria misma no cierres un trato, pero si estrechas un vínculo que puede redituar a futuro.

¿Cuál sería tu principal consejo para aquellos que quieren arrojarse a esta locura de la vida editorial?

Hagan bien los números. La verdad que hoy en día empezar un proyecto editorial no es caro, porque las disponibilidades técnicas te permiten hacer tiradas cortas de cien o doscientos ejemplares, o tiradas digitales con las que puedes arrancar, pero la clave es tener en claro las cuentas. Vean bien los presupuestos, hablen con sus contactos e identifiquen cuales son las oportunidades que tienen en el mercado. Nosotros cuando empezamos tampoco teníamos claro esto, a decir verdad, nadie piensa en eso al principio. Además, en ocasiones, el entusiasmo siempre le gana a las cuestiones financieras.

Escuela de Edición de Lima presenta los talleres con que cierra el 2023

Estamos en la recta final de la recta final del año y la Escuela de Edición de Lima presenta sus talleres con los que pone fin al año académico 2023.

El aprendizaje constante y el perfeccionamiento de las habilidades para el desarrollo de contenidos escritos son objetivos prioritarios en la Escuela de Edición de Lima. Y es que en un mundo en el que la producción de textos es algo que se nos presenta en todo momento y ámbito, es necesario que seamos precisos, coherentes y eficientes a la hora de transmitir un mensaje escrito.

Es por ello que, para cerrar este 2023, la Escuela de Edición de Lima ha preparado una serie de talleres que afianzarán lo aprendido en el año y te brindará nuevas herramientas que serán de utilidad en la vida profesional.

Redacción de Textos Jurídicos

En él encontrarás soluciones que harán de este camino —a veces un tanto enrevesado en el ámbito legal—, una ruta donde la palabra escrita fluirá de forma sencilla y eficiente. Las clases empiezan el lunes 6 de noviembre, de 7:00 a 10:00 p.m.

Redacción Corporativa

Aquí aprenderás todo lo concerniente al manejo del lenguaje a nivel profesional y empresarial; adquirirás técnicas para elaborar y revisar textos que se manejan de forma diaria en el trabajo. Las clases empiezan el miércoles 8 de noviembre de 7:00 a 10:00 p.m.

Ortografía General

Este curso te ofrece la oportunidad de revisar pormenorizadamente las principales normas del español. Aprovecha y actualiza y refresca tus conocimientos. Este curso inicia es el sábado 11 de noviembre, de 9:00 a.m. a 1:00 p.m.

Puntuación

Este taller te brindará la magia para que puedas manejar las reglas y las apliques de forma eficiente, logrando marcar una verdadera diferencia en tus escritor. Las clases empiezan el miércoles 22 de noviembre de 7:00 a 9:00 p.m.

Sistemas de citación

Aprenderás todo lo relacionado a los distintos tipos de citas que se realizan en textos de investigación y científicos, lo cual agregará un plus a tus habilidades de redactor. Las clases empiezan el jueves 7 de diciembre de 7:00 a 9:00 p.m.

Para más información e inscripciones, pueden  contactarse al siguiente enlace: wa.link/gb8ory. También puedes escribir a comercial@escueladeediciondelima.com y a comercial@cdeyc.com

¿El árbol o el bosque? ¿Qué trae la nueva “ley del libro”?

Hace pocos días se promulgó la Ley Nº 31893, denominada «Ley de medidas estratégicas y disposiciones económicas y tributarias para el fortalecimiento y posicionamiento del ecosistema del libro y de la lectura». El dispositivo se enfoca, principalmente, en la prórroga de los beneficios de exoneración del IGV y en el reintegro tributario del IGV gravado en el proceso productivo del libro. ¿Qué otras novedades trae la ley?

En principio, debe quedar claro que no se trata de una nueva ley del libro. Por un lado, ratifica y/o complementa varios de los alcances de la Ley Nº 31053, la cual reconoce y fomenta el derecho a la lectura y promueve el libro, y, por otro lado, se enfoca, como decíamos, en prorrogar beneficios, que existen desde la primera ley de 2003, y en recuperar algunos que se perdieron hace más de 10 años. De hecho, de eso se tratan las disposiciones económicas y tributarias que se mencionan en su título. No hay otras, no hay más.

En efecto, los beneficios de exoneración del IGV, reintegro tributario y exoneración del impuesto a la renta a las regalías de los autores se otorgan desde la promulgación de la Ley 28086. Lo que ha ocurrido es que en el tema del IGV, los beneficios se han ido renovando en plazos de tres años (con excepción del año 2019, cuya prórroga fue solamente un año) y en el caso del IR, la exoneración venció en el 2010 y no pudo ser prorrogada por oponerse a la Ley del Impuesto a la Renta.

Un cambio importante en la Ley Nº 31893 ha sido eliminar el tope de 150 UIT de ingresos netos anuales para ser sujeto del beneficio de reintegro tributario. Es decir, ahora todas las editoriales son beneficiarias: grandes, medianas y pequeñas.

 Asimismo, un tema destacado aprobado por esta ley es la creación de dos espacios de gestión y asistencia técnica. Por un lado, está el Grupo de Trabajo para el Fomento de la Lectura, del Libro y las Bibliotecas (que promoverá el cumplimiento de los fines previstos en la Ley Nº 31053 y en el Decreto Supremo 007-2022-MC, Política Nacional del Libro, la Lectura y las Bibliotecas al 2030) y el Observatorio del Ecosistema del Libro y la Lectura. Sin embargo, algunas de las funciones previstas para estos ya estaban establecidas tanto en los fines de Fondolibro como en las funciones del Ministerio de Cultura de la ley anterior.

El resto del articulado es declarativo y no lo mencionaremos, pues se refieren a las tareas que se esperan del Ministerio de Cultura, de los gobiernos regionales y locales, y de otras instancias del Estado respecto a la descentralización, el fomento, la dinamización y de la promoción del ecosistema del libro y la lectura. Aun así, hay varios asuntos que deben mencionarse y que no forman parte de esta nueva ley.

La ley no modifica el presupuesto anteriormente aprobado en el Decreto de Urgencia 03-2019 (la asignación de no menos de 16 millones de soles para financiar actividades vinculadas al fomento del libro y la lectura) no propone la reasignación de partidas, no establece ninguna medida específica para el fortalecimiento de bibliotecas o espacios no convencionales de lectura, no hace mención alguna a la forma en que se incorporará a grupos vulnerables o con discapacidades, entre otros detalles importantes que tampoco estaban en la ley anterior.

De esta manera cabe preguntarnos, si el sector del libro y la lectura cuentan con leyes de fomento con beneficios tributarios que han estado vigentes durante 20 años, los que deberían haber transformado o impulsado la transformación del sector a un nivel competitivo y con un gran mercado en este largo tiempo, ¿qué es lo que esta ley va a cambiar durante los próximos tres años, plazo en el que, nuevamente, caducan los beneficios? ¿No deberíamos trabajar ya en la elaboración de los instrumentos legislativos para asegurar el cumplimiento de los objetivos de la Política Nacional del Libro, la Lectura y las Bibliotecas al 2030? ¿Vamos a seguir «parchando» las leyes del libro solamente para asegurarnos de que no se graven los libros con el IGV?

El ecosistema del libro y la lectura involucra a todos los agentes que menciona el artículo 1 de esta nueva ley: personas naturales y jurídicas involucradas en la creación, la producción y la circulación del libro y productos editoriales afines, procesos que incluyen la autoría, compilación, ilustración, fotografía, artes visuales, edición o editorial, corrección de textos, diseño gráfico, diagramación, impresión o imprenta, librero o librería, agente literario, traducción, importación, distribución, sociedad reprográfica y otras sociedades de gestión colectiva, así como a la biblioteca, al espacio de lectura, al bibliotecario y mediador de lectura, y a la persona lectora. Las medidas que se requieren van más allá de pagar o no pagar impuestos.

Abrimos las inscripciones para el curso de Ortografía y Gramática

Si buscas mejorar tus técnicas y habilidades en redacción, este taller es para ti. Conoce las reglas gramaticales y ortográficas, y adquiere los conocimientos prácticos y teóricos necesarios para todo redactor.

Al hablar de ortografía y gramática, podríamos pensar que se tratan de temas intuitivos, incluso densos. Sin embargo, para aquellos que desean incursionar en el oficio de la redacción, de la corrección y edición, estos conocimientos son indispensables.

En este curso se explicarán los principios gramaticales más importantes, ya que el conocimiento teórico es importante para dominar las distintas aristas del idioma en el ámbito de la escritura. Mediante un sistema de enseñanza dinámico y distintas formas de evaluación, los estudiantes consolidarán lo aprendido en clase de forma eficaz.

Asimismo, la asignatura tiene como objetivo mejorar las técnicas y habilidades de redacción de los estudiantes, a través de conceptos que les permitan construir oraciones y frases correctas. Por otro lado, los estudiantes desarrollarán la capacidad de corregir enunciados que presenten inconvenientes gramaticales y ortográficos.

El taller será dirigido por Tatiana Noriega, docente de redacción con más de diez años de experiencia en el nivel educativo superior. Asimismo, es especialista en corrección de textos y escritura académica para investigadores, y cuenta con una maestría en Educación con mención en Docencia e Investigación en Educación Superior por la Universidad Peruana Cayetano Heredia y diplomada en Corrección de Textos Académicos por la Universidad del Salvador de Argentina.

Las clases empiezan este lunes 26 de septiembre, de 19:30 a 21:30 hrs., en línea y en directo. Separa tu vacante comunicándote al 968 788 289 o al siguiente link: https://wa.me/51968788289. También puedes escribirnos a comercial@escueladeediciondelima.com.

Jorge Eslava dictará un curso de lectura y escritura creativa en la Escuela de Edición de Lima

La EEL abre las inscripciones para la segunda edición del curso que iniciará el martes 9 de enero del 2024, bajo la dirección del reconocido narrador Jorge Eslava.

El placer de la escritura es consecuencia de una lectura compulsiva. En algún momento de la vida aparece de pronto una novela o cuento que rompe esquemas y, en algunos casos, enciende esa flama que impulsa a los escritores a vivir sus propias aventuras sobre el papel. Este curso busca forjar el proceso creativo de la escritura, tomando como punto de partida las habilidades del lector, a través de lecturas en las que el estudiante será capaz de reconocer diversas técnicas narrativas, con el objetivo de adaptarlas a su propio proceso.

El curso estará dirigido por el reconocido escritor peruano Jorge Eslava, quien compartirá con los participantes una serie de textos que complementarán las sesiones, pues lo importante es la práctica y el aprendizaje constante del estudiante. Por ello, se propondrán ejercicios de escritura que deberán ser presentados semanalmente. Además, estos serán compartidos en clase y debatidos entre compañeros.

Las inscripciones están abiertas. La segunda edición del curso de lectura y escritura creativa inicia el 9 de enero e irá todos los martes de 19:00 a 21:30 hrs., y consta de 12 sesiones presenciales, en Miraflores, lo cual suma un total de treinta (30) horas lectivas en las que el alumno incorporará las bases para emprender y conocer su propio proceso de escritura.

El curso de lectura y escritura creativa inicia el 16 de septiembre e irá todos los sábados de 10:30 a 01:00 pm., y consta de doce (12) sesiones presenciales, en Miraflores, de 150 minutos (dos horas y media), lo que hace un total de treinta (30) horas lectivas en las que el alumno incorporará las bases para emprender y conocer su propio proceso de escritura.

Jorge Eslava Calvo es un reconocido escritor peruano, docente en prestigiosas universidades. Él estudió Sociología y Literatura en la UNMSM, donde obtuvo el Magister y el Doctorado en Literatura. Efectuó estudios de posgrado en Madrid y Lisboa. A lo largo de más de cuatro décadas ha sido profesor de todos los niveles de nuestro sistema educativo. Ha publicado libros de poesía y narrativa, periodismo y ensayo; los cuales se han convertido en clásicos indispensables de la literatura peruana. Entre sus principales obras figuran Templado, Navajas en el paladar, Un placer ausente. Apuntes de un profesor sobre la lectura escolar, entre otros. Su ensayo Jugar a las escondidas. Una invitación para escribir cuentos en la escuela será utilizado como lectura guía en el curso y será entregado a los participantes de forma virtual.

El curso será certificado por la Escuela de Edición de Lima y el Centro de Desarrollo Editorial y de Contenidos. Las vacantes son limitadas. Para más informes e inscripciones comunícate al 968788289 o consulta con una asesora al WhasApp: wa.link/gb8ory. También puedes escribir al correo comercial@escueladeediciondelima.com

Sobre injurias hepáticas y abejas que usan bastones

Katherine Pajuelo Lara, docente de la Escuela de Edición de Lima y del Centro de Desarrollo Editorial y de Contenidos, plantea un caso en el que traducción y corrección producen un interesante complemento.

En su ensayo sobre traducción, Decir casi lo mismo, Umberto Eco sostiene que para traducir es necesario tener conocimiento del mundo, conocimiento lingüístico y conocimiento enciclopédico. Esto surge de su trabajo en una editorial, donde, entre muchos otros textos, seguramente, revisó una traducción del inglés al italiano de un libro de psicología. El texto decía que «una abeja había logrado coger un plátano situado fuera de su jaula ayudándose con un bastón».

La primera reacción de Eco, por su conocimiento del mundo, fue pensar que las abejas no deberían ser capaces de coger un plátano (menos de ingeniárselas para alcanzarlo con la ayuda de un bastón). Su conocimiento lingüístico le indicaba que, claramente, el italiano ape (abeja) había llegado del inglés ape (simio). Su conocimiento del mundo, respaldado por su conocimiento enciclopédico, le decía que son los simios y no las abejas los que pueden coger y comer plátanos.

Lo que le ocurrió a Eco, no solo con la traducción de ape, sino también con carrera de trenes por training courses en otro texto, me hizo recordar un artículo médico cuya corrección me encomendaron. Me enteré de que (y es que corrigiendo uno se entera de cosas) cualquiera de nosotros podía tener, en algún momento de la vida, una injuria hepática. Lo primero que pensé fue que era un buen nombre para una banda de rock pesado. Lo segundo, aunque me negaba a creerlo y traté de buscarle otra explicación, es que venía del inglés.

Cuando reviso textos médicos, mi referencia de primera mano es el Libro rojo de Fernando Navarro. Busqué en él mi palabra sospechosa, injury, y encontré lo siguiente: «Término traidor; según lo comentado en injure, no significa ‘injuria’ (offence), sino herida, lesión, traumatismo, perjuicio o daño, según el contexto» (el resaltado es del autor). Entre otros términos, cita los siguientes: acute kidney injury (lesión renal aguda), brain injury (daño cerebral o lesión cerebral), head injury (traumatismo craneal), injury severity (gravedad de las lesiones), multiple injuries (politraumatismo).

Mi sospecha era válida. Aprovechemos el pánico para detenernos un momento en injury severity, que seguramente anda libre por ahí como «severidad de la injuria», no me sorprendería. ¿Habían notado que los dolores ya no son intensos ni las enfermedades son graves, sino que son «severos»? Google, por su parte, me ofrecía toda una gama de injurias: hepáticas, coronarias, cerebrales, renales, oculares, todas ellas provenían de artículos médicos.

Es claro que los conocimientos a los que se refiere Eco en su ensayo no son exclusivos del traductor, son también (o deberían ser) la realidad de quien se encarga del cuidado de un texto. Son los que nos hacen frenar de golpe ante una expresión determinada, un renglón o un párrafo entero. Ahora ya sabemos que esos famosos «esto no me suena», «aquí hay algo no me cuadra» o un enérgico «¡CÓMO?» que nos detienen la lectura no vienen de la nada, son nuestro conocimiento del mundo, conocimiento lingüístico y conocimiento enciclopédico que vienen en nuestra ayuda.